El Ministro Principal de Gibraltar ha escrito este lunes a Liz Truss para felicitarla como sucesora de Boris Johnson al frente del Partido Conservador británico y del número 10 de Downing Street. Se trata de algo más que un gesto de cortesía, dada la proximidad de una nueva ronda negociadora entre el Reino Unido y la Unión Europea para fijar el estatus del Peñón con relación al territorio comunitario durante, al menos, los cuatro próximos años. Y todo ello ocurre en plena crisis ecológica en relación con el semihundimiento del granelero OS35 que, inesperadamente, ha estrechado los lazos institucionales a un lado y otro de la Verja, en una cooperación inédita hasta la fecha en este tipo de sucesos.
La Comisión Europea ha fijado el nuevo encuentro entre las respectivas delegaciones desde el 20 al 22 de septiembre, esta vez en Londres, tal y como aparecía previsto en la hoja de ruta del futuro Tratado. La última cita tuvo lugar el pasado 13 de julio pero tan solo a efectos de llevar a cabo un balance de los acuerdos alcanzados hasta ese momento y de los flecos –algunos importantes—que quedan por resolver.
“Como sea otra Thatcher...”
“Como sea otra Thatcher, como dicen, ojalá que no pase como entonces, que estuvo a punto de cerrar el Arsenal”, rememora Pepe, un viejo trabajador del astillero, que aún recuerda los tiempos en que la economía gibraltareña era estable porque dependía del sector público asociado a la base militar. Margaret Thatcher, el espejo en el que se fija Liz Truss, privatizó durante su mandato las empresas auxiliares del Ministerio de Defensa, que daban sustento y trabajo a buena parte de las familias de Gibraltar.
Así que el ya octogenario Joe Bossano, ministro principal desde finales de los 80 y actual responsable de Finanzas del gabinete de Picardo, tuvo que buscar otras fuentes de ingresos e impulsó la conversión del Peñón en centro financiero off shore, en una comunidad de servicios que, en el comercio y en el tráfico portuario, supo aprovechar las diferencias de aranceles y la eliminación de tasas, como alternativa a la economía local. Aunque algunas de aquellas iniciativas convirtieran a Gibraltar en una suerte de paraíso fiscal. Ese antiguo papel ha revertido en gran medida, se ha incrementado la luz y los taquígrafos en torno a la economía local, pero el ultraliberalismo de Truss despierta ahora, en la Roca, algún que otro repelús.
Fin de semana de cartas
El Ministro Principal de Gibraltar tuvo un largo fin de semana epistolar. Lejos de las posiciones ideológicas de Johnson y de Truss –Picardo es el líder del Gibraltar Socialist Labour Party--, algo más que la lealtad institucional le ha llevado a mostrarles gratitud a ambos. Así que el viernes, se dirigió al Primer Ministro saliente para agradecerle “el apoyo personal que él y sus colegas del gabinete han mostrado a Gibraltar durante su mandato”.
Aunque no ha trascendido el contenido del documento, se sabe que “el Ministro Principal está especialmente agradecido por los esfuerzos del Primer Ministro Johnson para asegurar la entrega exitosa a Gibraltar de vacunas que salvan vidas durante la pandemia, lo que ayudó en gran medida a la lucha contra la Covid-19, la provisión de una garantía soberana para el préstamo Covid y su pleno apoyo en las negociaciones sobre la futura relación de Gibraltar con la UE”.
A Liz Truss, le ha trasladado “su más calurosa felicitación en nombre del Gobierno y del pueblo de Gibraltar” y le ha agradecido su continuo apoyo a Gibraltar durante su etapa como Ministra de Comercio Internacional y, más recientemente, como Ministra de Asuntos Exteriores.
“He expresado mi más sincera felicitación a Liz Truss por su elección como líder del Partido Conservador y su probable nombramiento como Primera Ministra del Reino Unido por Su Majestad la Reina mañana –afirma Picardo, en vísperas de la toma de posesión de la nueva premier británica en Balmoral-. Liz siempre ha sido una gran amiga de Gibraltar y ha trabajado muy estrechamente con nosotros durante su etapa como Ministra de Comercio Internacional y Ministra de Asuntos Exteriores. Como Ministra de Comercio Internacional, Liz fue fundamental en la consecución de acuerdos comerciales para Gibraltar y, como Ministra de Asuntos Exteriores, hemos colaborado estrechamente en todas las cuestiones, sobre todo, en las negociaciones para un Tratado entre el Reino Unido y la UE sobre la futura relación de Gibraltar con la UE. También he agradecido personalmente a la señora Truss su reciente oferta de apoyo en relación con el incidente del OS35 y espero seguir trabajando estrechamente con ella como Primera Ministra en el futuro”.
Gibraltar limita con Irlanda
Más allá de Gibraltar, y en lo que se refiere al tradicional tira y afloja con España, cabe recordar las excelentes relaciones que median entre la nueva lideresa de Gran Bretaña y el actual ministro español de Asuntos Exteriores, Juan Manuel Albares. La empatía que ambos han mostrado durante el último año ha hecho avanzar en gran medida las negociaciones con la Unión Europea, a pesar de que Truss despierte recelos en Bruselas dada su relectura de algunos aspectos del acuerdo del Brexit y la asignatura pendiente de la frontera con Irlanda del Norte.
"Johnson ha sido un cantamañanas, ha pasado de los temas y ha tratado de reírse de todo el mundo –observa Uceda, de la Asociación de Trabajadores Españoles en Gibraltar--. Truss no nos merece tampoco mucha confianza, ni creemos que vaya a avanzar más
“Boris Johnson ha sido un cantamañanas, ha pasado de los temas y ha tratado de reírse de todo el mundo, como un niño pequeño que luego va a Eaton –observa Juan José Uceda, de la Asociación de Trabajadores Españoles en Gibraltar--. Truss no nos merece tampoco mucha confianza, ni creemos que vaya a avanzar más. En el Reino Unido la situación, la vida en general, lo económico, está por los suelos. Jamás se han visto de esta forma y les preocupa mucho más el costo de la vida que el Brexit, les inquieta que no tienen trabajadores y las cosechas se les pudren, que no tienen personas en almacenes, que ya no hay tanta mano de obra no profesional, no especializada, que tanta falta hace y la producen los inmigrantes. Eso es lo que les afecta en relación al Brexit. Y, en cualquier caso, su preocupación principal es más Irlanda; para ellos, Gibraltar es secundario. No han hecho nunca nada para que el tema se resuelva cuanto antes. Primero, que si la pandemia; luego la guerra. Parecía que el asunto este iba a ser fácil, porque sólo quedaban tecnicismos. Mucho nos tememos, ahora, que la cosa siga empantanada. Cuando se solucione lo de Irlanda, quizá se resuelva Gibraltar, pero la prioridad es Irlanda”.
Optimismo
Así las cosas, la Comisión Europea confirma la próxima ronda formal entre los días 20 y 22 de septiembre, ante la que el Gobierno de Gibraltar se muestra “enormemente optimista”. El ministro principal del Peñón, Fabian Picardo, su viceministro Joseph García y el fiscal general, Michael Llamas, que ha venido llevando el peso técnico y jurídico de la negociación por parte gibraltareña, viajaron a Córdoba durante el último fin de semana de agosto para tener una reunión discreta con interlocutores comunitarios, que trascendió a la opinión pública al ser fotografiados en el Ave por uno de los pasajeros que envió la instantánea al digital Noticias de Gibraltar.
El Gobierno gibraltareño descartó cualquier secretismo al respecto y redujo la cita a uno más de los encuentros informales que han tenido lugar desde antes del Brexit y, sobre todo, a partir de que a comienzos de 2021 comenzara la cuenta atrás para la firma de un Tratado que tendría que haberse firmado en junio de ese año y que probablemente no quedará ultimado hasta finales del presente ejercicio.
“Estamos comenzando el período posterior al verano con optimismo de todas las partes de que podremos completar el proceso de negociación y avanzar hacia la redacción de un tratado entre el Reino Unido y la UE durante el transcurso temprano del otoño”, ha declarado Fabian Picardo al Gibraltar Chronicle: “Hemos estado discutiendo, reuniéndonos y hablando con el Reino Unido durante los meses de verano, como lo hemos hecho con colegas en España y, en general, con colegas de la Comisión Europea, a medida que resolvemos las dificultades finales pendientes para que se finalice el trabajo sobre el tratado entre el Reino Unido y la UE”.
En esas mismas manifestaciones, Picardo asevera “que esta será la recta final y que para finales de año todas las cuestiones se habrán resuelto y que es posible que hayamos visto surgir textos que la gente pueda considerar, que nuestros Parlamentos y nuestras respectivas autoridades legislativas podrán considerar, e incluso potencialmente para entonces, antes de fin de año, ratifique o inicie el proceso de ratificación”.
La letra pequeña del Tratado
Más allá de las diferencias que puedan existir en torno a la aplicación en Gibraltar de la legislación europea, la vigilancia de fronteras o el tránsito del personal militar británico adscrito a la base del Peñón, los flecos estriban, según recoge The Gibraltar Chronicle, por boca de Picardo, en “cuestiones profundamente técnicas que se relacionan más con el funcionamiento de los tratados europeos y el funcionamiento del mercado único que deben resolverse en el contexto de estos nuevos acuerdos, para garantizar que no haya controles de mercancías ni controles de personas gibraltareñas y de la Unión Europea”.
“Pero a pesar de ser técnicos y no ser los problemas perennes, son difíciles y tienen que resolverse de una manera que sea satisfactoria para el Gobierno de Gibraltar y el Gobierno del Reino Unido, por un lado, y la Comisión Europea y los Estados miembros de la Unión Europea, y por supuesto en particular para el Gobierno de España, por otro lado”.
"Todas las partes han dicho repetidamente que vemos los problemas que afectan a Irlanda del Norte y los problemas que afectan a Gibraltar como completamente separados y distintos", ha remarcado Picardo
El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, ha minimizado la incidencia que podría tener sobre las negociaciones pendientes la amenaza, por parte de Lizz Truss, de activar los procedimientos del artículo 16 del Tratado del Brexit, nada más asumir sus nuevas funciones, lo que descalabraría aún más las relaciones entre el continente y las islas.
“Todas las partes han dicho repetidamente que vemos los problemas que afectan a Irlanda del Norte y los problemas que afectan a Gibraltar como completamente separados y distintos”, ha remarcado Picardo.
Si no hay Tratado, la situación será complicada, aunque Gibraltar haya elaborado un sesudo plan B por si ocurre semejante desastre diplomático. De hecho, se está barajando ya una alternativa para cubrir la asistencia médica, a un lado y otro de la frontera, tras finalizar la reciprocidad existente en dicha materia.
¿Y si hay Tratado? Los distintos ministros de Exteriores que han pasado por la mesa de negociaciones han hablado siempre de un área de prosperidad compartida. Para Uceda, conviene leer la letra pequeña de los intereses de Estado: “Mucho Tratado pero hay una muchacha en La Línea que tiene cáncer de mama, que no tiene seguro y vive con los 180 euros del subsidio de su padre. Antes, su padre cobraba 400 pero al cumplir los 26 años, le redujeron la paga. Trabajaba en el hotel Elliott de Gibraltar hasta que dejó de hacerlo, pero en los ordenadores sigue apareciendo como trabajadora española en el Peñón, por lo que ni siquiera tiene derecho al Ingreso Mínimo Vital. Sí, ella está registrada allí pero cobra 0 euros. Ahora, dependen de Cáritas, de la Fundación Vive, para pagarles los 500 euros del alquiler. Nadie le da soluciones, ni en Gibraltar ni en España. Una trabajadora que tiene derecho a que sea atendida su salud, no cobra nada. Ninguno de los negociadores ni los estudiosos del tema le dan respuesta. Y eso es una muestra de lo que pasa: despidos, cambios de contrataciones, o gente sin seguridad social en España porque ha firmado después del periodo transitorio. Es una barbaridad lo que está pasando”.
“No es que Gibraltar esté actuando ilegalmente, lo que ha cobrado son cuatro semanas de sueldo, que es lo previsto, pero nada más. Cuando un trabajador es residente en Gibraltar, tienen el sistema del Walfare, similar a nuestra Seguridad Social. ¿Hay derecho a que una trabajadora que ha cotizado no cobre? Legalmente, vale. Pero, humanitariamente, ¿no son capaces de una pequeña ayuda para esta muchacha? Esas cuestiones también tendrían que figurar en el Tratado”.