El sí al aborto arrasa al no en Gibraltar
El sí a la nueva ley del aborto que elimina la cadena perpetua para quienes lo practiquen fue refrendado este jueves por el 62,03% de los 12.313 votantes que ejercieron dicho derecho en Gibraltar. El 36,62% se decantó por el no. Solo ejerció el derecho al voto el 53,75 % de los inscritos, que llegaron hasta la cota de 23.343 electores.
A pesar de la ruidosa campaña de los opositores a la enmienda planteada en la ordenanza criminal de Gibraltar en 2019, la abultada victoria del sí permitirá que el Gobierno de Fabian Picardo, en el plazo de 28 días, pueda promulgar la Ley que permitirá el aborto en el Peñón hasta las 12 semanas de gestación y otros supuestos que guarden relación con la vida y la salud de las mujeres embarazadas y de sus fetos. Hasta ahora, solo se permitía la interrupción del embarazo en el caso de riesgo para la madre. La prohibición no entendía de otros supuestos y, al menos sobre el papel, una mujer que decidiera abortar y quienes le ayudaran en ello, dentro del territorio del Peñón, se enfrentaban a la cadena perpetua, aunque jamás se llegó a condenar a nadie por dicho motivo.
Hasta ahora, las gibraltareñas que lo desearan abortaban en España o en el Reino Unido, cuya ley de plazos sigue alcanzando las veinticuatro semanas de embarazo. Los detractores de esta reforma legal –con protagonismo visible de la Iglesia Católica--, aseguraban en cambio que se trata de una enmienda que permite el aborto libre durante todo el periodo de nueve meses de gestación, lo que no responde a la realidad de la norma.
Una votación retrasada por la pandemia
Al final, este reñido pulso que ha motivado marchas de quienes estaban a favor o en contra de la nueva ley, se dirimió finalmente con 7.656 votos afirmativos y 4.520 votos negativos, que pudieron depositarse en los diez colegios electorales abiertos para la ocasión y que cerraron sus urnas a las diez de la noche. La campaña, en realidad, ha durado casi dos años, desde que en julio de 2019 fue aprobada dicha ley pero no se llegó a promulgar por parte del Gobierno gibraltareño. Fabian Picardo esperó a su reelección a finales de dicho año para convocar el referéndum en marzo de 2020: la pandemia volvió a retrasarlo otro año más.
A pesar de la tensión dialéctica que se ha vivido durante la campaña –un fenómeno extraño en la vida política de Gibraltar--, la jornada de referéndum transcurrió con normalidad y sin incidentes, quizá porque –así lo aseguraba el diario local The Gibraltar Chronicle-- la experiencia vivida durante la pandemia llevó a los dos bandos a mostrar una actitud menos hostil respecto a puntos de vista tan encontrados.
A pesar de que el Gobierno gibraltareño animó especialmente al voto por correo, solo 329 sufragios se registraron a través de dicha vía. Por primera vez, los jóvenes entre 16 y 18 años pudieron ejercer el derecho al voto y su presencia fue continua en los distintos colegios electorales. 429 votantes comprendidos en esa franja de edad ejercieron su derecho, aunque 534 se habían registrado para hacerlo, un requisito imprescindible en la mecánica electoral de la Roca. Eso sí, el 57 por ciento de los votantes fueron mujeres, frente a un 43 por ciento de hombres, otro dato significativo.
“Restañar heridas”
“Es un placer ver a Gibraltar volver a las urnas como de costumbre en paz después de haber escuchado todos los argumentos de todas las partes que tenían algo que decir en este importante referéndum seminal sobre los derechos reproductivos de las mujeres”, dijo Picardo.
Nada más votar, Fabian Picardo, que vuelve a salir airoso de las urnas ya que se empeñó en someter a referéndum lo que podría haber promulgado como ley ordinaria, aseguraba: “Estoy ansioso porque este día pase a la historia”. Así ha sido. El líder de la oposición, Keith Azopardi, que ha hecho campaña a favor del “No”, dijo que el referéndum ha sido “emotivo y divisor”. Una opinión que comparte, desde el ángulo feminista y partidario del sí, la diputada de Together Gibraltar, Marlene Hassan Nahon, que aseguró que dichas divisiones en la sociedad gibraltareña no se hubieran sustanciado si en lugar de convocar la consulta, el Gobierno local hubiera apostado por legislar sin el refrendo popular y en virtud de la mayoría parlamentaria que así se lo hubiera permitido. Eso sí, para restañar heridas, el viceministro principal, el liberal Joseph García, apuesta por la reconciliación: “Es importante que una vez que se reconozca el resultado, todos vuelvan a juntarse con esa atmósfera de comunidad familiar que Gibraltar siempre tuvo”. Ahora, es posible que muchas gibraltareñas sigan yendo a Londres o a La Línea para interrumpir voluntariamente su embarazo. Pero, en gran medida, a partir del próximo mes de julio, podrán hacerlo en Gibraltar, bajo ciertas condiciones y sin la amenaza escrita de pasar el resto de su vida en prisión.
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