- El testimonio de Ana Orantes en Canal Sur Televisión en 1997, poco antes de ser asesinada por su exmarido, visibilizó la situación de muchas mujeres
- El grupo municipal Participa pedirá en la junta municipal del Casco Antiguo que la calle Ana Orantes sustituya alguna vía que aún podría incumplir la Ley de Memoria
Su denuncia pública y su asesinato posterior hicieron que las violencias machistas se convirtieran en lo que verdaderamente son: un problema público. Ana Orantes, cuyo testimonio en Canal Sur Televisión en 1997, poco antes de ser asesinada por su exmarido, visibilizó el drama de muchas mujeres. Ahora, aquella mujer que hizo visible la violencia machista tendrá una calle en el centro de Sevilla, la primera ocasión en que una víctima de violencia de género pondrá nombre a una vía propia en España. Y la tendrá en el centro de la capital hispalense.
“Sus nombres se acumulan en la memoria y sus historias de resistencia se diluyen, olvidamos incluso a las que fueron capaces de reunir el valor suficiente para denunciar a su agresor sabiendo de nuestra incapacidad para defenderlas”. El grupo municipal de Participa Sevilla, que se hizo eco de la petición en ese sentido de la Red de Hombres por la Igualdad, llevará el cambio en el callejero a la próxima junta del Distrito Casco Antiguo, en la segunda semana del mes de febrero, según informa a este periódico Federico Noriega, uno de los dos representantes de la junta municipal por Participa.
La futura calle Ana Orantes ya ha sido aprobada por unanimidad por el Pleno del Ayuntamiento hispalense pero la cuestión tiene “suficiente entidad como para que se le busque en el centro de Sevilla alguna calle, o bien de nuevo nombramiento o bien de alguna cuyo nombre se esté sustituyendo por la Ley de Memoria. Podía ser una oportunidad, porque fue víctima y precursora de la lucha de las mujeres”, argumenta Noriega.
Según el escrito dirigido por Participa al Pleno de la junta municipal de Distrito Casco Histórico, al que ha accedido este medio, se pide que acuerde “conceder una calle en nuestro distrito, para dar cumplimiento a la Moción aprobada en el Pleno Municipal de 28 Diciembre pasado, y dada además la importancia de Ana Orantes como referente en la visibilización del problema de los asesinatos machistas a las mujeres en nuestro país”.
“Creemos que toda la ciudadanía democrática de Sevilla, Andalucía y España en general, está convencida que la lucha de esta mujer fue un punto de avance importante, a costa de su propia vida, en la lucha por la igualdad y los derechos de las mujeres en general, y por tanto merece una significación importante y un lugar lo más destacado posible en nuestra ciudad. Y qué mejor lugar que nuestro distrito, que recoje tanta diversidad y tanto cosmopolitismo social y urbano”, señala el escrito.
“Pensamos que, a tenor del informe técnico municipal pertinente sobre ubicaciones disponibles, hay lugares suficientes, tanto en la sustitución de calles para dar cumplimiento a la Ley de la Memoria Histórica, como cualquier otra calle creada por nueva urbanización o no nominada en la actualidad”, concluye Participa en el documento.
“Quedan calles franquistas”
“No hay nombres a la vista y aún tiene que concretarse la parte política, luego vendrá la técnica, una vez que sea aprobado en el Pleno. Quedan calles franquistas en el centro. Incluso en los pocos nuevos espacios que se puedan abrir también cabría alguna posibilidad. Cuándo verá la luz es todavía una incógnita, depende de los tiempos de los técnicos del Ayuntamiento”, explica el vocal de Participa.
Izquierda Unida presentó el pasado mes de julio una propuesta para eliminar 19 nombres de calles que, según el movimiento memorialista, todavía existen en Sevilla, exigiendo que esa supresión se hiciera extensiva a “toda la simbología franquista que aún queda en pie en Sevilla” entre nombres de colegios, escudos, lápidas, retablos, placas, azulejos, cerámicas, murales, etcétera. La propuesta, en todo caso, fue rechazada por el pleno. Según señalan al respecto fuentes municipales, del catálogo de calles que se hizo en el mandato PSOE-IU 2007-2011 no queda ninguna calle. Las últimas se quitaron en 2018.
“Ana Orantes ha sido una mujer fundamental para la lucha contra la violencia machista, ya que gracias a su testimonio en televisión se hizo visible un problema que hasta entonces se vivía con vergüenza y en el espacio privado”, según Participa. La red de Hombres por la Igualdad ha querido agradecer la aprobación de la propuesta “a las hijas e hijos de Ana Orantes. Raquel, Charo o Fran”, que firmaron y movieron la campaña en sus redes para que esto pudiera ser una realidad. “Sentimos que estamos haciendo algo de justicia con el asesinato machista de su madre, hace ahora 21 años”, apuntan los promotores.
Un caso similar fue el de Soledad Cazorla, nombre de una calle de Madrid desde el pasado mes de junio como reconocimiento a la lucha contra la violencia machista. Fue la primera fiscal de sala contra la violencia sobre la mujer. La calle Soledad Cazorla estaba antes dedicada a un militar franquista, el general Saliquet.