Lucha contra el cáncer: más de 700 razones con sello andaluz para no dar la batalla por perdida
Cuando nos referimos al cáncer, en singular, en realidad estamos hablando de alrededor de 300 enfermedades distintas. Hay una multitud de patologías muy diversa, cada una de las cuales es un mundo en sí misma. El cáncer de mama, el tumor maligno más frecuente en las mujeres andaluzas, puede englobar por ejemplo unas diez entidades diferentes, con distintos diagnósticos, pronósticos, tratamientos y seguimientos. Paralelo al sufrido recorrido personal del cáncer, según qué caso, discurre el camino de la investigación, del no dar la batalla por perdida, de la esperanza y la positividad frente a la enfermedad.
La investigación es la base de la oncología médica. Un total 710 estudios clínicos en la materia son el clavo ardiendo al que se pueden agarrar las personas diagnosticadas con un cáncer, cuya lucha se conmemora cada 4 de febrero y de la que puede ser buena muestra Valentín García y su viral #yomecuro, que acaba de ser galardonado con el XXVII Premio de la Comunicación de la Asociación de la Prensa de Sevilla. Según datos de la fundación andaluza Progreso y Salud, más de 2.000 investigadores (600 de ellos liderando al menos un proyecto y el resto como colaboradores de grupos y proyectos) han realizado investigación relacionada con oncología en los últimos años en el sistema sanitario público de Andalucía.
Dentro del sistema público
Por tipo de cáncer, la mayor parte de la investigación se centra en cáncer de mama y pulmón, seguidos de los cánceres hematológicos, cáncer colorrectal y de próstata. “Estamos empezando a ver avances importantes en patologías que estaban bastante huérfanas, por ejemplo en el cáncer de pulmón. En otras patologías como el cáncer de mama, que ya tenía un desarrollo interesante desde el punto de vista de resultados, estamos dando un paso adelante en mejorar esos resultados”, apunta el presidente de la Sociedad Andaluza de Oncología Médica, Manuel Ruiz Borrego.
El también coordinador de la Unidad de Cáncer de Mama del Servicio de Oncología Médica del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla destaca una cuestión: “Cada vez más, los diagnósticos son más adecuados, cada vez hay más tratamientos más eficaces, menos toxicidad. Lo que es más importante es que todo esto está dentro del sistema sanitario público. No se tiene que desembolsar nada por recibir esos tratamientos, algo que no ocurre en muchas partes del mundo que se consideran pioneras, donde incluso si las pólizas de las compañías de seguro no cubren el tratamiento, el tratamiento no se administra”.
Los más de 700 estudios clínicos suponen además más de 1.100 contratos firmados en los diferentes espacios dedicados a la investigación, ya que muchos de estos estudios son multicéntricos y se realizan en más de un centro simultáneamente. Del total de estos estudios, 569 se tratan de ensayos clínicos (80%) en distintas fases de ejecución (271 de ellos se encuentran en fases tempranas) y el resto corresponde, fundamentalmente, a estudios post-autorización de tipo observacional.
Algunos de los investigadores realizan investigación en actividades puntuales, pero la gran mayoría se encuentran repartidos en 50 grupos estables de investigación de centros e institutos de investigación sanitaria. “Cada patología tiene su punto de avance. Podemos decir de manera general que estamos en un momento de un gran desarrollo. Por ejemplo, se está empezando a incluir un nuevo arsenal terapéutico que es el de la inmunoterapia. En conjunto, la transmisión de positividad y esperanza es clara”, añade el doctor que preside la sociedad científica.
Ruiz Borrego destaca que la Sociedad Andaluza de Oncología Médica está centrada en tres pilares: la oncología de precisión, el tratamiento multidisciplinario y la investigación. La oncología de precisión conlleva “tratamientos cada vez más específicos para cada paciente” desde el mismo momento del diagnóstico para que haya “más eficacia y menos toxicidad”, según explica.
Por otra parte, “los pacientes de cáncer necesitan cada vez más la implicación de distintos especialistas (cirujanos, radioterapeutas, ginecólogos, médicos nucleares, radiólogos, patólogos, urólogos, etc.) y nosotros estamos intentando colaborar de manera adecuada en protocolos multidisciplinarios y colaboraciones entre grupos. Así ha sido siempre y ahora estamos tratando de avanzar en este sentido, de manera reglada”, apunta el doctor.
Red de ensayos clínicos
“En Andalucía estamos trabajando vía web en la Red Andaluza de Ensayos Cílinicos (Raeco) para que todos los oncólogos de la comunidad autónoma tengan acceso a toda la investigación disponible en el momento que lo precise un determinado ensayo si las características del paciente así lo aconsejan. Algunas aportaciones económicas altruistas de la sociedad civil se están empleando en toda la infraestructura necesaria para difundir estudios de interés y los pacientes puedan acudir al centro de referencia que tengan más cercano”, explica Ruiz Borrego.
Según los datos de la Fundación Progreso y Salud, respecto a la investigación competitiva actualmente se encuentran activos 144 proyectos de investigación que han obtenido fondos competitivos, captando cerca de 13 millones de euros. Los principales financiadores de este tipo de proyectos son el Instituto de Salud Carlos III, la Consejería de Salud a través de la Fundación Progreso y Salud, y la Asociación Española Contra el Cáncer.
En cuanto a producción científica, en los últimos cuatro años se han publicado más de 1.150 publicaciones en revistas indexadas en los Journal Citation Reports (JCR) sobre oncología, donde destacan publicaciones sobre cáncer de pulmón o de mama, sarcomas o tumores ginecológicos. Además, la oncología en el ámbito de la transferencia de tecnología se encuentra a la cabeza en Andalucía con más de 80 registros de propiedad industrial o intelectual en dicho periodo de estudio.
Terapias personalizadas
Según David Vicente, director del Plan Integral de Oncología de Andalucía, “la investigación que se hace fundamentalmente en Andalucía es clínica”. “Contamos con grupos de investigadores muy potentes en la mayoría de los tumores”, señala. Además de la Raeco, el doctor destaca las unidades de ensayos clínicos en fases tempranas, “que permite que los pacientes puedan disponer de determinados fármacos antes de que sean comercializados”.
“La investigación en oncología en Andalucía es bastante potente. Se necesita lógicamente más inversión para que pueda haber más pacientes participando en ensayos clínicos. Siempre y cuando un paciente pueda participar en un ensayo clínico, se le está ofreciendo una serie de oportunidades. En nuestro sistema sanitario cualquier persona puede hacerlo y preguntar a su médico u oncólogo por la posibilidad de participar en un ensayo”, explica Vicente.
Según indica, en oncología “se vive ahora mismo un cambio completo hacia mejor, porque en muchos de los ensayos clínicos desde los dos ámbitos - la medicina de precisión y la inmunoterapia- ha habido bastantes avances”. Precisamente, “los avances últimos más destacados se dan en los tumores más importantes, como el cáncer de púlmon, que es el que, con mucha diferencia, más mortalidad origina, o en cáncer de mama, con terapias personalizadas”. Dichos estudios han contado con la participación de investigadores de Andalucía, señala el director.
David Vicente lanza un mensaje de “confianza” a los pacientes a los que se les ha diagnosticado un cáncer ya que “los profesionales que trabajan en el sistema sanitario están perfectamente formados para atenderles” y “tienen a su disposición los mejores tratamientos que se pueden ofrecer, incluida la investigación”.
Tampoco olvida el doctor algunas recomendaciones como tener “hábitos de vida saludables, que son fundamentales”, así como “la participación en las campañas de cribado, como el de cáncer de colon que está ahora en marcha y que supone también una posibilidad de curación”. Vicente también aconseja que los pacientes exijan que les atienda “un equipo multidisciplinar, con la participación de todas las especialidades implicadas”, y “que pregunten por la posibilidad de ensayos clínicos para poder optar a otros tratamientos que le puedan aportar más cosas”.