La Covid-19 ha afectado a la mitad de los sanitarios andaluces desde que comenzó la pandemia
El 47,34% de la plantilla del Servicio Andaluz de Salud (SAS) se ha visto afectado por la Covid-19 en algún momento desde que empezó la pandemia en marzo de 2020. La cifra, publicada en un informe elaborado por CCOO y que confirman fuentes de Salud a este medio, supone que algo más de 48.000 trabajadores de la sanidad pública han tenido que causar baja en algún momento. En concreto, 22.000 se han contagiado y 26.000 han tenido que estar en aislamiento. CCOO basa ese porcentaje sobre el total de la plantilla que había en 2019, último dato publicado, y no la que anunció el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla. En 2019 había poco más de 102.000 profesionales y ahora, según Moreno, hay 125.000, aunque en la cifra incluye los contratos temporales de refuerzo.
Yendo al detalle de las estadísticas, la sexta ola está resultando demoledora para la sanidad andaluza. En apenas mes y medio, 7.000 sanitarios se han contagiado y 400 se han tenido que aislar por estar en contacto estrecho con un positivo. Es decir, los números que manejan los sindicatos, a través del informe semanal que remite la Subdirección Técnica Asesora de la Gestión de la Información, ponen de relieve que el 30% de los profesionales del SAS que se han contagiado desde marzo de 2020, lo han hecho en estas últimas semanas. Cifras que, por otro lado, contrastan con las que publica la propia Consejería de Salud en su portal estadístico. En él, los contagios disminuyen sensiblemente y se sitúan en algo más de 15.000. No obstante, fuentes de Salud aclaran que esto se debe a que o bien los positivos solo se contabilizan si son por PCR, mientras que el informe sindical usa cifras de la Seguridad Social, o que aún no se han actualizado.
En todo caso, lo que ponen de manifiesto los datos es que la sanidad pública andaluza lleva meses atravesando una situación muy complicada en cuanto a la falta de personal. Con muchas bajas cada semana, el despido de 8.000 sanitarios en otoño vuelve al debate de forma recurrente. Especialmente si se tiene en cuenta que, según los datos de los sindicatos, la sexta ola ha provocado 7.000 contagios entre el personal de los hospitales y los centros de salud desde que empezase en la semana del 25 de noviembre. Es decir, un 30% de los profesionales que han contraído Covid-19 desde marzo de 2020 se han contagiado en las últimas semanas, justo cuando la presión asistencial ha estado al máximo, especialmente en atención primaria. La vacunación y la tramitación de bajas de los ciudadanos por sospechas de positivo han llevado “al límite” a los trabajadores de los centros de salud.
Plantillas escasas
De hecho, la falta de personal se ha cebado de tal manera con la sanidad pública de Andalucía que la mitad de sus ambulatorios han tenido que cerrar por las tardes en toda la región. Salud, para tratar de mejorar la situación, ha recurrido a soluciones calificadas de “parches” por los sindicatos al pedir ampliaciones de horario a los enfermeros o a los médicos de familia e incluso recurrir a personal jubilado para cubrir bajas. Al mismo tiempo, algunos hospitales se han visto obligados a sacar ofertas de empleo con carácter urgente para atraer a profesionales que pudieran suplir a quienes enfermaban o querían disfrutar de sus vacaciones de Navidad. “Es una vergüenza la actitud de la Consejería de Salud, tiene abandonados a los trabajadores a su suerte. Les da igual cuántos y cómo se contagian, tan solo le importa las bajas que tienen que cubrir y el coste que representan”, denuncia Antonio Macías, portavoz de UGT.
A juicio de Victorino Girela de CSIF, lo que sacan a la luz estas estadísticas es que “se ha bajado de intensidad de las medidas de protección de sanitarios”. Afirma que estás se han limitado ya al uso de las mascarillas, pero que ni siquiera son FFP2, sino quirúrgicas. “Y en todo este contexto la Consejería de Salud tiene la idea de despedir a 8.000 trabajadores el 31 de octubre de 2021, en el mayor ERE que jamás haya hecho ningún servicio sanitario, favoreciendo aún más la presión asistencial y el colapso sanitario que ha provocado la sexta ola”, argumentan fuentes de CCOO sobre la situación de una plantilla que sigue necesitando refuerzos y que, sin embargo, perderá a miles de profesionales a partir del 1 de febrero. Para entonces, se prevé que muchos de los refuerzos que se han contratado en Navidad dejen sus puestos, aunque el SAS se niega a desvelar cuántos sanitarios serán despedidos.
Para paliar estos problemas, los sindicatos insisten en la necesidad de que se acabe con la temporalidad que afecta sobre todo a especialidades como la Enfermería. En esta sexta ola se ha visto cómo sus funciones son esenciales ya que han sido el soporte tanto de hospitales como, sobre todo, de los centros de salud. Los enfermeros están suministrando vacunas, haciendo consultas de acogida y realizando pruebas diagnósticas lo que está elevando su carga de trabajo. A pesar de ello, fuentes sanitarias han explicado que la Junta de Andalucía ha seguido haciendo contratos por días para cubrir bajas puntuales y que lo ha hecho renovando entre semana para ahorrarse tener que abonar fines de semana. En algunos casos, estos sanitarios han percibido salarios brutos de 300 euros por trabajar cinco días, lo que ha vuelto a poner en el centro de la polémica la precariedad que sufren.
En ese sentido, sindicatos como SATSE recuerdan que la falta de contratos estables y de calidad hace que muchos sanitarios acaben abandonando Andalucía. Desde hace meses, se está viviendo un auténtico éxodo de trabajadores andaluces hacia otras comunidades como Cataluña o Baleares. Quienes se van lo hacen porque reciben contratos que rondan el año en muchas ocasiones, mientras que si se quedasen en el SAS tendrían que optar a vinculaciones breves enfocadas a la sustitución puntual de bajas.
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