El derrumbe del techo de una clase del colegio de primaria Ana Josefa Mateo de El Cuervo ha colmado el vaso de la paciencia de los padres de este centro, que llevan desde 2015 alertando del mal estado de las instalaciones. El accidente se produjo el pasado viernes y desde entonces los alumnos no han vuelto a clase porque los padres consideran que deben tomarse medidas para evitar más riesgos.
El momento del accidente coincidió con la hora del recreo en la jornada del pasado jueves y no hubo que lamentar ninguna desgracia, pero ha provocado que la Comunidad Educativa del colegio -alumnado, madres y padres y representantes del AMPA- se haya concentrado durante tres días ante las puertas del centro para exigir una solución inmediata y urgente. Los más de 200 alumnos y alumnas no volverán a clase hasta que se ponga una solución desde la administración.
Rocío Calvo, representante del AMPA, afirma que “después de tantos avisos al final se ha caído el techo. Estamos hartos y no nos vamos a mover hasta que sepamos que nuestros hijos no corren un riesgo viniendo al colegio. Se nos tiene que garantizar por escrito que dentro de este centro están seguros”.
¿De quién es la responsabilidad? Desde la Delegación Territorial de Educación de Sevilla se considera que la competencia es del Ayuntamiento de El Cuervo porque es quien debe encargarse del mantenimiento, pero el alcalde de la localidad, Francisco Cordero, ofrece un versión diferente: “Nuestro Ayuntamiento tiene la obligación del mantenimiento, pero los problemas que estamos teniendo vienen provocados por unas obras mayores que la Delegación de Educación no ha llevado a cabo. Es una pena que niños y niñas estén sin clase por la incompetencia de los mayores. Todavía estoy a la espera de que la delegada haga una visita con sus técnicos porque hace falta una gran reforma, no un mantenimiento, que eso sí lo hacemos”.
En la entrada del centro hay una montera que también muestra evidentes desperfectos y que sólo cuenta en este momento con una malla protectora. Francisco Linares, delegado de Educación del Ayuntamiento, lamenta que “parece que hemos tenido que esperar a que pasen estas cosas para que vengan los técnicos de Educación para que valoren las incidencias y que se ejecuten lo más rápido posible”. En su opinión, la máxima responsabilidad recae en la delegada Francisca Aparicio junto con la agencia pública de Educación.
Desde la Delegación de la Junta de Andalucía, aunque recuerdan que no son tareas competencia de la administración autonómica, aboradarán los arreglos del centro para que los niños puedan volver a la escuela.
Aún así, los padres del centro denuncian, además, que la Delegación Territorial de Educación impidió que Canal Sur entrara a grabar en el centro el estado de la clase donde se produjo el incidente. “Llevamos 30 años con un abandono impresionante y no queremos pensar en lo que podría haber pasado si ese derrumbe se produce habiendo en la clase niños o algún profesor. En el año en el que vivimos es una vergüenza que pase esto. Las instituciones no pueden abandonar a los ciudadanos”, afirma Francisco García, representante del AMPA.
Mientras no se lleven a cabo los arreglos, padres y alumnos se reunirán a las nueve de la mañana a la puerta del colegio para hacer ver la indignación que sienten y, después de un rato, regresar a casa. Así será hasta que no consideren que pueden acceder a las instalaciones con plena seguridad.