Un exentrenador del Real Ávila cadete se declara culpable de agredir sexualmente a dos menores
El exentrenador del Real Ávila cadete de fútbol M.A.S.P.E. se ha declarado “culpable” de un delito de agresión sexual cometido contra dos menores durante un año, en un juicio celebrado en la Audiencia Provincial que ha quedado visto para sentencia, tras admitir los hechos el único encausado.
Al ser interrogado por el juez al inicio de la vista oral, el exentrenador, que lleva en prisión desde diciembre de 2022, ha reconocido “íntegramente” todos los hechos por los que ha sido encausado, al tiempo que ha admitido el escrito de acusación.
Esta circunstancia ha hecho que los dos días de vista oral previstos para juzgarle se hayan resuelto en una mañana, ya que tanto el fiscal como la acusación particular que representa a las dos víctimas y las defensas del Real Ávila y Generali Seguros han renunciado a las pruebas testificales y periciales.
En concreto, la fiscalía y la acusación particular, respectivamente, han reclamado un total de 22 años y 2 días y 25 años por dos delitos continuados a agresión sexual a menor de 16 años.
El abogado de M.A.S.P.E. ha solicitado la aplicación de la legislación más favorable, de manera que ha pedido que a su defendido se le impongan, como máximo, dos penas de 9 años y un día, lo que supone un total de 18 años y 2 días.
Al ser preguntado por su letrado si se sentía arrepentido, el acusado ha dicho que “por su puesto”, al tiempo que ha dicho estar dispuesto a someterse a las terapias necesarias mientras permanezca en la cárcel.
Según los escritos de acusación, M.A.S.P.E. contactó con sus víctimas, que en aquel momento tenían 14 años, a través de perfiles en la red social Instagram, haciéndose pasar por una mujer que amenazaba a los tres con difundir los mensajes y videollamadas de contenido sexual que se intercambiaban.
Según ha reiterado este miércoles la acusación particular, estos hechos han causado un “grave daño para la formación, salud y estado psicológico y emocional de los menores”, que en algunos casos se ha traducido en su rendimiento escolar, relaciones familiares, cambio de círculo de amigos y abandono de la práctica del fútbol.
El fiscal, Javier Rojo, ha explicado a los periodistas tras la vista oral que su modificación de penas más altas pedidas en principio, ha quedado en veintidós en total al haber englobado todos los delitos que se le imputaban dentro de delitos continuados de agresión sexual.
Al mismo tiempo, ha dicho haber valorado, “no como atenuante”, el hecho de haber tenido un “comportamiento postdelictual positivo”, en el sentido de que no ha puesto “peros” a todos los actos que competió y que M.A.S.P.E. ha reconocido haber cometido.
Por otra parte, el ministerio público ve al Real Ávila, el club para el que trabajaba el acusado, como responsable civil subsidiario, al igual que la compañía Generali Seguros, en caso de que el exentrenador no pueda asumir las indemnizaciones.
Desde su punto de vista, resulta “indiscutible” dicha responsabilidad, teniendo en cuenta que los hechos tuvieron lugar dentro de su “función de entrenador”, algo compartido por la acusación particular.
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