Los días 11 y 12 de junio la multinacional Deoleo ha convocado junta general de accionistas y va a abordar el traslado de su sede social a Córdoba. Es una decisión que responde a la “estrategia empresarial”, según fuentes de Deoleo, de instalarse en Andalucía, la mayor zona productora del mundo.
Una noticia que ha sido muy bien recibida en Andalucía. Pero sede social y fiscal no son lo mismo ¿Significa este traslado que Deoleo dejará de pagar impuestos en Madrid para hacerlo en Andalucía? ¿Regirán las normas fiscales de la comunidad andaluza para la compañía?
“Se hará lo que diga la ley”, responden desde la empresa, porque el cambio de domicilio fiscal “no es optativo”, explican. La agencia tributaria considera domicilio fiscal de cualquier empresa “el lugar en que radique la efectiva gestión administrativa y la dirección de sus negocios en España”.
Pues en la empresa aceitera, aunque no se mojan en la respuesta, también explican que “el 75% de la actividad de Deoleo es internacional”. Y que esas operaciones se “dirigen y gestionan” desde la sede de la empresa en Madrid, donde cuenta con oficinas propias y más de un centenar de trabajadores.
Todo apunta, pues, a que el cambio de sede social no tendrá grandes repercusiones económicas en Andalucía, más allá de las de la imagen y el marketing. De hecho, explican, lo que cobra mayor presencia en Córdoba con el cambio es la división de “operaciones”, la que se ocupa de aspectos como compras, logística y producción. Un departamento que ya existe en esta ciudad.
Precisamente en una visita a la ciudad de Córdoba, la presidenta de la Junta de Andalucía aprovechó para calificar la decisión de Deoleo como “estratégica” y “fundamental”, en la medida que unas 250.000 familias, en Andalucía, viven de este sector. Según Díaz, el cambio de sede social marca el “carácter andaluz” que la Junta ha reclamado para Deoleo, y por el que, ha dicho, han trabajado conjuntamente con el Gobierno de España.
El “proyecto renovado” de Dcoop
El “proyecto renovado” de Dcoop
La presidenta ha subrayado que la apuesta de Deoleo es “un impulso” en un camino “de confianza, de rigor, de solvencia” que está atrayendo nuevos inversores privados hacia la comunidad autónoma. En esa línea, también ha valorado que “el nuevo proyecto renovado de Dcoop, de Hojiblanca, sea también importante para nuestra tierra y para el sector olivarero”.
Dcoop es la mayor cooperativa andaluza y una de las mayores de España, Es parte, aún, del Grupo Deoleo, aunque ya ha anunciado su intención de vender sus acciones a CVC, el fondo de inversión británico que se hará con la compañía. El director general de Dcoop, Antonio Luque, admite que hay contactos con la Junta de Andalucía, a la que han comunicado su intención de “trabajar” para que el grupo que “ya es uno de los grandes actores del sector del aceite de oliva a nivel mundial como productor, lo sea también como comercializador”.
Eso sí, aún no han determinado cómo. Luque admite que están “viendo alternativas”, un “debate” en el que se contemplan desde la apuesta por marcas propias, a la adquisición de otras ya existentes o el desarrollo de una nueva que pueda abrirse camino en mercados internacionales y nacionales. Con su salida de Deoleo pierden la marca Hojiblanca y una planta de envasado en Antequera, pero tienen otras plantas industriales (en Antequera, Córdoba, Jaén y Granada) y marcas con las que están vendiendo en mercados locales, nacionales e internacionales.
Deoleo era la apuesta internacional de Dcoop, y aspiraban a ganar peso en la entidad. Al romperse sus aspiraciones están replanteando una nueva estrategia en la que no se descuelgan del todo del grupo aceitero, ya que Dcoop, que produce en torno al 20% de todo el aceite español (1,7 milllones de toneladas esta última campaña), seguirá operando como proveedor de Deoleo.
Los contactos con la administración autonómica aún no se han materializado. Para cuando lleguen, Dcoop habrá perfilado más su proyecto y podrá demandar los apoyos que correspondan por impulsar este nuevo proyecto que la presidenta ha saludado como una de las opciones de futuro para la generación de riqueza y empleo.
Pero todo esto depende de que culmine la operación financiera que significará el desembarco de CVC en Deoleo. Tanto Bankia como BMN y Dcoop están a la espera de la autorización del Ministerio de Hacienda para cerrar la venta de sus acciones a CVC. Un visto bueno que podrían obtener a lo largo del mes de junio. A eso le seguirá la OPA que CVC está obligada a presentar por el 100% de Deoleo, y la ampliación de capital a la que se ha comprometido, por lo que la llegada del nuevo inversor no estará definitivametne cerrada, como pronto, hasta comienzos del otoño.
La próxima junta general de accionistas de junio avanzará pasos en esa dirección. En su orden del día, incluye decisiones como la reducción de capital -para rebajar deuda-, la aprobación de futuras ampliaciones de capital y la rebaja del valor de las acciones para fijarlos en los 0,38 euros, el precio con el que, según se ha avanzado, se cerrará la compra por parte de CVC.