El charrán bus

Espero, por el bien de Rajoy que tiene que ir a testificar ante el juez por la ‘trama Gürtel’, que en el PP no se les ocurra activar su eficacísimo protocolo anticorrupción, que consiste en pasar por el martillo todo aquello que ponga en entredicho su honorabilidad. Porque España no puede permitirse el lujo de incapacitar a tan espléndido orador. Al que sí le han dado unos martillazos es al ex presidente de la Comunidad de Madrid, ex don Ignacio González, detenido este miércoles junto a otros once distinguidos miembros del PP por pescar sin licencia en las aguas revueltas del Canal de Isabel II.

En tono solemne, el portacoz popular, el inefable Rafael Hernando, aseguró que el tal González “ha traicionado lo que es el Partido Popular con un comportamiento que vulnera nuestro compromiso con la honradez” como si fuera un individuo que pasaba por allí o hubiera sido contratado por medio de una ETT y no un insigne líder del partido, hasta ahora perseguido injustamente por el asunto de su ático en Estepona. Como diría Esperanza Aguirre, nos ha salido otra rana, aunque con esta ya podríamos empezar a hablar de plaga bíblica. Plaga de charranes, concretamente. (Charrán: pájaro que representa al PP y que según la RAE significa pillo o tunante).

El ‘Tramabús’

Quien, como siempre, ha puesto su granito de arena para solucionar el problema del choriceo nacional es el Muy Amado Líder (MAL) de Podemos, Pablo Iglesias, que tras conocer las detenciones, se ha dirigido a esos miembros de la trama llamados PSOE y Ciudadanos, acólitos de Rajoy y mamporreros del Ibex-35, para organizar una moción de censura y quitar al PP de la Comunidad madrileña. Haciendo amigos para mejor conseguir sus fines. Lo que no sé es si, llegado el momento, los podemitas hubieran votado a favor del candidato socialista, eximio representante de la casta. Les ruego que recuerden que en la mano del MAL estuvo evitar que Rajoy fuera presidente de Gobierno y que ahora nos abochornara al ser citado por  el ‘caso Gürtel’.

Dicho lo cual, don Pablo Manuel se subió de nuevo a su flamante juguete para seguir con su particular estrategia política, inspirada en una de las jugadas de un noble juego de naipes: si no tienes más que pequeña, corta el mus y vocifera. Que conste que no me parece mal la campaña del ‘Tramabús’, que los niños llevaban ya mucho rato en el Congreso, con lo aburrido que tiene que ser eso, con sus mociones y sus leyes, y necesitaban un rato de recreo. Así es como se supera el déficit de atención: unos pocos de deberes y luego ‘Barrio Sésamo’.

El bono-furgón

Y hablando de autobuses, tampoco es mala idea que el PP vaya comprándose uno, mejor docena y media, para facilitar el transporte entre sus sedes y los juzgados de sus más de 800 militantes imputados. Tampoco es urgente, ya que los últimos doce detenidos van a disfrutar de transporte gratuito en furgones celulares de la Guardia Civil, aunque si en Génova son previsores deberían contratar un bono-furgón, que con el trajín que les espera siempre les saldrá a cuenta.

Es una situación preocupante, aunque tras oír a los insignes líderes populares me parece que la cosa no tiene remedio, ya que, o bien los pillos pillados tienen derecho a la presunción de inocencia, como Pedro Sánchez, ese señor de Murcia; o bien son ranas infectas, como Ignacio González. Creo que 800 imputados por toda España, desde militantes de base a altos líderes del partido, dan para pensar que la gusanera es estructural y se ha producido porque se ha permitido y promocionado. Lo que no se puede pretender es que esas presuntas criaturitas abyectas vean pasar por sus manos los fajos de billetes de 500 y no se pongan también un poco morados.

Para solucionar el grave problema no basta con condenar a martillo a uno o dos pardillos. Hace falta un líder honrado que además no sea tonto de baba y vea lo que está pasando. Luego hace falta que la banda corrupta, aunque muy española y mucho española, anuncie una tregua en esto de robarnos a patria armada, para a continuación entregar las armas: martillos, libretas negras, discos duros, sobres vacíos y bolsos de Loewe. Deberían también facilitar a las Fuerzas de Seguridad la localización de los zulos, en este caso de los altillos. Y pedir perdón sincero a las víctimas de sus tropelías, que somos todos nosotros. No exigiría yo la disolución, una medida extrema, sobre todo porque algunos de ellos ya son bastante disolutos, recuerden la trama ‘Púnica’ y su “volquete de putas”. Me consuela pensar que todo esto tendrá consecuencias en las urnas. El PP tendrá un millón de votos más.