Desdeelsur es un espacio de expresión de opinión sobre y desde Andalucía. Un depósito de ideas para compartir y de reflexiones en las que participar
Son els diners, ¡ximple!
Ya sé que es muy cansino, pero vamos con el raca raca, capítulo 666, y lo que te rondaré moreneta. En el episodio de hoy, a pesar de lo que pueda parecerles viendo los no-dos que dan en la tele, quiero tranquilizarles, ya que no está pasando nada que no haya pasado ya; y lo que acontezca en días próximos ya está en el guión que han escrito los nacionalistas catalanes, a los que hay que reconocerles que lo han clavado, con la imprescindible ayuda del Gobierno, que otra cosa no, pero Rajoy es más previsible que un tesorero del PP.
Así, aunque don Mariano Tancredo aplique el artículo 155, ya sea sólo la puntita o hasta hacer tope, Puigdemont le responderá que él va a seguir a lo suyo, tocándole los estatutos. Según la profundidad de la acometida bien podría declarar la independencia un poquito más o convocar elecciones constituyentes.
A mi modesto entender (no soy politólogo ni podemita) hay otras soluciones menos dolorosas, como la convocatoria de elecciones autonómicas adelantadas o una resolución en el Congreso comprometiendo a todos los partidos a acelerar la reforma federal de la Constitución. Pero son soluciones sensatas, por lo que quedan fuera del alcance de mentes tan preclaras como las ya citadas, animadas, una por la templanza de Ciudadanos, que quiere el cestillo lleno de cabezas, y otra por sus señorías serenísimas de la CUP y de Podemos, que “cuanto peor, mejor para todos. Y cuanto peor para todos, mejor. Mejor para mí el suyo. Beneficio político”, que diría Rajoy.
Una frase que bien podrían aplicarse los gobernantes implicados, ya que todo este bochinche se origina, entre otras cosas, en el intento de ambos partidos gobernantes de tapar sus vergüenzas y sus vergonyas, muy expuestas con la corrupción, que sólo podía ocultarse con este ardor guerrero, que las banderas eclipsan muy bien a los chorizos y disimulan los verdaderos problemas que tenemos los pobres.
Sin ir más lejos, tenemos la imputación de Carmen Navarro, actual tesorera del PP, acusada por otro nuevo caso financiación ilegal y malversación, esta vez en Valencia. Y otrosí, la investigación a otra senadora popular, Pilar Barreiro, que presuntamente se lucró con la trama Púnica. Por el otro lado están otros dos ex altos cargos de Catalunya, los muy patriotas Josep María Matas y Xabier Solá, que han confesado que cuando dirigían la Asociación Catalana de Municipios afanaron un millón de euros, menos el tres por ciento (presunto) para el partido de Mas y Puigdemont, tan honorables ellos.
Pueblos ricos, pueblos pobres
Todo ello sólo es la cara (mucha) de la moneda. La cruz, para nosotros, es que esta semana hemos sabido que de los 10 pueblos más ricos de España, seis se encuentran en el cinturón pijo de Madrid, allá donde moran muchos dirigentes del PP y sus amigos, y cuatro en el cinturón pijo de Barcelona, allá donde habitan, sin mezclarse con los obreros, muchos dirigentes del PdCAT y sus amigos. Por el contrario, entre los 10 pueblos más pobres de España encontramos siete en Extremadura, aunque Andalucía y Galicia también colocamos algunos menesterosos. Queda demostrado que Madrid oprime a Cataluña.
Menos mal que en todo este aquelarre nacionalista ya se empiezan a ver posturas sensatas de quienes saben que la única verdad absoluta no son las patrias, ni chicas ni grandes, sino que España (y en un futuro no muy lejano Europa) es una unidad de destino en lo económico y que si la mitad de los catalanes se nos van, perdemos todos, sobre todo las grandes empresas, que ¡oh cielos!, muchas de ellas están ubicadas en Cataluña.
Aunque más vale tarde que nunca, por fin los empresarios han dado su opinión y un aviso, con la huida hacia España de sus sedes sociales, un total de ochocientas hasta ahora. Dinerito al que el PdCAT ya no podrá trincarle el tres por ciento. El siguiente paso será desubicar algunos centros de producción, que eso sí que haría pupa en el bolsillo, concretamente en el de los obreros despedidos o desplazados.
Así que tranquilos todos, que la cosa va como cabría esperar, sobre todo cuando pones al mando a necios de moral distraída. La pena es que esto todavía durará un buen rato, hasta que los implicados se den cuenta de quién manda en realidad en este país. Como dice la canción preferida de podemitas y cuperos, hasta que llegue el comandante y mande a parar. Como digo yo, hasta que llegue La Caixa y mande a parar. Es la economía, ¡estúpido!, como apuntó un asesor de Bill Clinton. Son els diners, ¡ximple!, que diríamos en catalán.
0