Escuela, sanidad, industria y campo en pie, en torno al Día de Andalucía

Con las cosas de comer no se juega. Pero desde la mal llamada crisis de 2008, que fue estafa financiera, cada vez menos familias pueden comer de trabajar. Que se lo digan a los agricultores, hartos de que les paguen menos del coste de producir y luego los supermercados cobren precios exagerados. Protestan por toda España. Este lunes en Jaén, el martes, en Sevilla. El olivar, motor y símbolo de Andalucía. Una comunidad que, por población es, con Cataluña, clave para gobernar España, pero vive este 40 aniversario del Estatuto de Autonomía, el 28F, problemas de calado en el campo, la industria, la sanidad y la escuela públicas. Y con un riesgo de irrelevancia política parejo al que causó las movilizaciones andaluzas del 4 de diciembre de 1977 y 28 de febrero de 1980.

Frente al postureo andalucista que habrá en los actos del Día de Andalucía, la defensa real de las necesidades ciudadanas se ve mermada hoy por el centralismo histórico de la derecha (desde el PP que impone en Madrid su lista al País Vasco al Vox anti-autonomista), por la necesidad del Gobierno PSOE-UP de acordar con nacionalistas catalanes y vascos y por el nacimiento de localismos: del Teruel Existe que ya tiene un diputado en el Congreso, al León que reivindica ser autonomía.

Con un paro andaluz del 20,8% frente al 14,2% de España -el desempleo juvenil aquí es del 39,5% frente al 32,2% nacional- dos sectores que se decía que eran claves eran el tradicional del turismo y el innovador aeronáutico. Que Airbus anuncie el despido de 630 trabajadores, la mitad en Andalucía, cae como un mazazo. Fiar todo al sol y playa ha sido siempre temerario. Pero ahora la opción se revela suicida cuando destinos como Venecia en Carnaval son fantasmagóricos por el coronavirus.

Pese a los muchos y graves retos abiertos, la reunión que pide la Consejería andaluza al Ministerio de Hacienda es para que baje al Consejo de Cofradías el IVA por el alquiler de sillas de Semana Santa del 21% al 10%. Con el apoyo de Juan Espadas, alcalde socialista de Sevilla. Por este camino no saldremos del estereotipo.

Echo de menos que se denuncie qué injusto es el IVA pues, como impuesto indirecto, se cobra igual a retas altas y bajas. De esto ni pío. El argumento de Juan Bravo, consejero de Hacienda, ¡Industria y Energía!, sobre el valor religioso, cultural y social de las hermandades no viene al caso, pues el IVA no lo pagarán las cofradías, sino los particulares que, en vez de disfrutar las procesiones como la mayoría, brujuleando por calles, plazas y parques, quiere sentarse. Y por ahora las sillas se están alquilando tanto como cada año. ¿Por qué no se promueven sillas rebajadas o gratis para personas sin recursos, ancianas, con movilidad reducida o niños?

Elitismo social, educativo y fiscal de las derechas

El elitismo es clave en los gobiernos de derechas, sea en Andalucía o España. Mientras se ataca el nacionalismo e independentismo vasco y catalán por insolidario, la Comunidad de Madrid, por décadas del PP y hoy también de Cs con apoyo de Vox, lleva años de competencia fiscal desleal para que los ricos de cada autonomía paguen allí sus impuestos, descapitalizándonos al resto.

Ahora, después de las protestas sanitarias, la enseñanza pública andaluza convoca huelga el 4 de marzo, contra un decreto de escolarización que prima la concertada. Tras el mantra de “respetar la demanda de las familias”, el gobierno del PP y Cs sostenido por Vox empieza el camino para pasar del actual 77% de plazas escolares públicas y 23% privadas-concertadas a la situación de Madrid con 55% privada-concertada y el 45% pública. Una ruta que, por el camino, recorta líneas y empleos de maestros en los colegios públicos.

En sus dos semanas en España, el relator de la ONU sobre pobreza y derechos humanos, Philip Alston, ha denunciado entre los mayores problemas del país que “hay segregación de alumnos en las escuelas”, que “la educación ha dejado de ser ascensor social” y “si naces pobre lo serás siempre”. Eso a la vez que “el sistema fiscal brinda muchos más beneficios a ricos que a pobres”. España recauda 35% de impuestos frente a los 40% de media UE, con lo que falta dinero para dar servicios públicos.

Las derechas mientras quitan impuestos de sucesiones, donaciones y patrimonio a potentados siguen empeñadas en que paguemos a escote, entre todos, los colegios y clínicas concertadas, cuyo personal se elige a dedo y cuyos dueños y usuarios pertenecen a capas privilegiadas. ¿Es lo que la mayoría queremos?