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Oferta de empleo como Papa
El Papa Benedicto ya ha comenzado su año jubileo. Año de jubileo o más bien de jubilación. Seguramente estará ahora mismo mirando obras, apoyado en la valla amarilla de turno, aconsejando a los albañiles sobre como poner los ladrillos o hacer el hormigón.
No sé si lo sabéis, pero en cuanto Benedicto anunció su salida laboral, el departamento de Recursos Humanos del Vaticano publicó en Infojobs la correspondiente oferta de empleo para el puesto vacante de Papa. Por lo visto, en cuestión de minutos, fueron millones y millones los ciudadanos de todo el mundo que, estando en situación de búsqueda de empleo, se interesaron por los requisitos necesarios para optar a dicha plaza, que yo la calificaría como un trabajo en el que se tiene que sentir uno en la gloria.
Como todo hijo de vecino, ni que decir tiene que me leí todas las condiciones y requisitos para estudiar si presentaba o no mi curriculum a dicha oferta de empleo que se anunciaba así: “Importante oportunidad. Organización internacional líder en su sector, marca muy reconocida, con muchos años, muy consolidada, con muchísima experiencia y con miles de oficinas en todo el mundo ofrece puesto laboral como director de la compañía en su Delegación de la Tierra”. Tiene la pinta de ser un trabajo divino en todos los sentidos.
“Se exigen los siguientes requisitos. Estado civil, soltero y sin niños”. Lo de soltero está muy bien. Lo de los niños, depende cada uno, no sé. No debe ser fácil acostumbrarse a que mucha gente que no conoces te llamen “padre”, máxime cuando lo hacen personas que son mucho más mayores que tú.
“El trabajo es en Roma”. Esto confirma las sospechas que yo tenía. Trabajo hay, pero el que hay está fuera de España.
“Se requiere total disponibilidad para viajar por todo el mundo”. Lo sabía. “Coche de compañía”. Interesante. Conozco el modelo, se llama Papamóvil. Desde luego no es la mejor opción para ir de incógnito, ni tampoco para ir a comprar a una gran superficie. No tiene maletero.
“La manutención, la vivienda y el vestuario laboral corren a cargo de la propia empresa”. No está nada mal, aunque yo no sé si en mi caso el hábito hace al monje.
“Horario laboral particular”. Sí, esto me echa un poco para atrás. El puesto requiere que se trabaje en días tan señalados como los domingos por la mañana, en Nochebuena y en Semana Santa. Pero tampoco te puedes quejar porque el jefe trabaja a todas horas y está en todos los sitios. Si trabaja a todas horas, la frase “vivir como Dios” pierde todo su sentido.
“Imprescinble idiomas”. Y saludos con la mano, claro. El sueldo no aparecia por ningún sitio, pero espero que sea el consabido “...que Dios te lo pague”
Sé que tengo muy pocas posibilidades. Yo diría que más bien ninguna. Aun así, he decidido enviarles mi curriculum, como siempre previamente retocado e hinchado como es tradicional. Como la imagen es muy importante, me he hecho una foto nueva para incluirla. Pelo corto, fijador y cara de muñidor de la urna del Santo Entierro. He acompañado el documento con una presentación multimedia de mí mismo con un fondo musical basado en ese temazo tan conocido por las redes sociales como “Il puccino Pio”, en homenaje a Pío XII claro.
También les he puesto que tengo mucha experiencia en algo que es imprescindible para ser Papa. Importantísimo. Cuando aterrizo, siempre me pongo de rodillas y beso el suelo. Porque vuelo con Ryanair.
El Papa Benedicto ya ha comenzado su año jubileo. Año de jubileo o más bien de jubilación. Seguramente estará ahora mismo mirando obras, apoyado en la valla amarilla de turno, aconsejando a los albañiles sobre como poner los ladrillos o hacer el hormigón.
No sé si lo sabéis, pero en cuanto Benedicto anunció su salida laboral, el departamento de Recursos Humanos del Vaticano publicó en Infojobs la correspondiente oferta de empleo para el puesto vacante de Papa. Por lo visto, en cuestión de minutos, fueron millones y millones los ciudadanos de todo el mundo que, estando en situación de búsqueda de empleo, se interesaron por los requisitos necesarios para optar a dicha plaza, que yo la calificaría como un trabajo en el que se tiene que sentir uno en la gloria.