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La subida de precios, una amenaza para las explotaciones agrarias

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No corren buenos tiempos, agricultores y ganaderos denuncian que la subida de los precios les puede llevar al cierre de sus explotaciones. Manifiestan que, aunque se han incrementado los precios en los supermercados, ellos siguen trabajando casi a pérdidas. Los costes de la producción agrícola y ganadera han crecido un 40% en su tasa interanual, mientras que los precios en origen percibidos por los agricultores y ganaderos aumentaron un 23,42% respecto a 2021, según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).

La subida de energía eléctrica, carburantes, abonos, productos fitosanitarios, semillas, etcétera ha incrementado notablemente en los últimos meses los costes finales de la siembra de cereales. Esta situación está marcando la campaña de siembra, pues pese al aumento del precio de los cereales los denominados inputs son muy cuantiosos y hacen a los agricultores pensarse muy detalladamente la planificación agronómica de sus explotaciones.

Se puede cuantificar el incremento de estos costes, señalando que, de media, los costes de la siembra han aumentado un 125%. Este dato corresponde 0,12 euros/KW a la subida de la energía y 0,18 euros/KW al tope del precio del gas. El mayor incremento ha sido la electricidad, con 516%, seguido del glifosato (82%); gasóleo (67%); fertilizantes (41%); semillas de trigo (24%) y semillas de cebada (21%), correspondiendo los porcentajes a las diferencias de costes entre la campaña pasada y la actual. En precios, la semilla de cebada ha pasado de 520 euros/tonelada en 2021 a 630 en 2022 y la de trigo de 525 a 650 euros/tonelada.

La gran distribución marca los precios en origen presionando a la baja a los productores, quienes sostienen que los precios a los que se venden sus productos ya no son rentables. Por esta razón los productores orientan su negocio al volumen y a la subvención como única forma de hacer sostenible su actividad.

A muchos productores las cuentas hace tiempo que no les cuadran. Solo en energía el gasto ha aumentado un 114%. El de las materias primas ronda ya el 50%. Los ganaderos están sufriendo mucho todas estas subidas

El Banco de España calcula que un millón y medio de familias ya están altamente endeudadas. La inflación y la subida de los tipos de interés complica cada vez más la situación en los hogares. También muchas empresas lo están pasando mal. En el último año, sus costes se han disparado más de un 24%.

A muchos productores las cuentas hace tiempo que no les cuadran. Solo en energía el gasto ha aumentado un 114%. El de las materias primas ronda ya el 50%. Los ganaderos están sufriendo mucho todas estas subidas. Sobre todo, los que se dedican a la producción de leche. En lo que va de año, casi 800 explotaciones han echado el cierre. Eso significa que, cada día, al menos dos ganaderos tiran la toalla. El mayor incremento se está produciendo en el pienso que ha subido un 80% en el último año. Aunque se han incrementado los precios en los supermercados, los ganaderos siguen trabajando casi a pérdidas.

En este ejercicio económico, ya se han producido 30.000 toneladas menos de leche que en años anteriores. Esto podría provocar una escasez del producto y, por tanto, una subida en su precio que, de no mejorar la situación, lo convertiría en un lujo en los supermercados.

La sociedad y el propio sector han de buscar las alianzas necesarias que permitan desarrollar la actividad agropecuaria con la rentabilidad suficiente, para que la ganadería y la agricultura sigan ejerciendo su papel de producir alimentos únicos y extraordinarios, a la vez que mantienen nuestro medio natural como un jardín rico y diverso.

Si hacemos un breve repaso al proyecto de Presupuestos Generales del Estado 2023, se pueden considerar algunas de las acciones a llevar a cabo para el sector agrario.

El proyecto contempla para el sector agrario un montante total de 8.970 millones de euros que suponen un incremento de solo el 0,4% sobre el anterior. De ese volumen, solo los fondos comunitarios con ayudas directas (5.692 millones de euros) sumados a otros 1.596 millones procedentes de Desarrollo Rural, suponen más del 80% de los recursos, a los que se suman en esta ocasión los fondos contenidos en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, otros 455 millones de euros. En este aspecto no hay nada nuevo en tanto en cuanto hace ya décadas que en los presupuestos generales el peso dominante son los fondos comunitarios, aunque también el Estado y la comunidades autónomas hacen su aportación.

Es innegable que los fondos para los seguros agrarios han recibido un fuerte impulso en la actual legislatura al pasar de una cifra ya estabilizada durante años de 216 millones de euros hasta 257 millones del ejercicio pasado

De cara al próximo ejercicio, en el conjunto de las partidas y actuaciones contempladas en las cuentas, en primer lugar cabe destacar los recursos disponibles para subvencionar la política de seguros agrarios desde la Administración central, cuyo montante se elevará en 2023 a 317,7 millones de euros. Objetivamente, es innegable que los fondos para los seguros agrarios han recibido un fuerte impulso en la actual legislatura al pasar de una cifra ya estabilizada durante años de 216 millones de euros hasta 257 millones del ejercicio pasado.

Este aumento para el seguro agrario nace con motivo de la invasión de Ucrania y sus efectos negativos sobre el sector, motivo por el que el Gobierno ya daba luz verde el pasado 22 de junio a un aumento de los fondos en 60 millones de euros (un 23% más) para apoyar la suscripción de pólizas entre septiembre de este año y el 31 de agosto de 2023. Esta cantidad representa un 10% más en las subvenciones de las primas.

La competitividad y la sostenibilidad de las explotaciones cuenta con una partida de unos 430 millones procedentes del Plan de Recuperación, que sumados a los 591 millones contenidos en el presupuesto llegan a una cifra superior a los mil millones de euros. En esta misma línea se van a utilizar 140 millones: se destinarán a impulsar la agricultura de precisión; lograr una mayor eficiencia energética y aumentar el uso de energías renovables, aumentar los fondos para la mejora de los laboratorios de Agricultura en materia de sanidad animal y vegetal o para mejorar la calidad de los alimentos.

Debería incrementarse la dotación presupuestaria para que se contemplen ayudas directas a los sectores agrícolas y ganaderos más afectados por la crisis, al igual que una partida mayor para medidas fiscales

Teniendo en cuenta las graves dificultades por las que pasa el sector agrario español, aquejado por una durísima sequía que ha mermado las producciones; unos inasumibles incrementos de costes de producción en energía, combustibles, semillas, fertilizantes, abonos, piensos… las consecuencias de la guerra de Ucrania que han quedado patentes en el sector y unos precios en origen que no compensan los costes de producción, resulta insuficiente el presupuesto propuesto, debería incrementarse la dotación presupuestaria para que se contemplen ayudas directas a los sectores agrícolas y ganaderos más afectados por la crisis, al igual que una partida mayor para medidas fiscales, que fueron incluidas en la Ley de la Cadena Alimentaria.

El sector agrario representa el 10% del PIB español y es estratégico para la economía de este país. 

Es hora de sentarse, todas las partes implicadas y arbitrar medidas, porque hay que seguir manteniendo la estructura productiva de la agricultura española que nos da de comer a nosotros y a los europeos.

Con esta radiografía, lograr el relevo generacional resulta complicado. A los jóvenes no les atrae el campo porque ven que es un trabajo muy sacrificado. Pero es que además, con los precios actuales, se trabaja en muchos casos a pérdidas, endeudándose, con muchos esfuerzos… Lo rural vende mucho, lo bucólico, la vida sencilla en el campo… Todo eso. Pero luego te encuentras malas carreteras, despoblación, pésimas conexiones a internet… Esta situación pone en duda la viabilidad del campo en unos años y se debería promocionar más también desde el campo educativo y la Formación Profesional.

No corren buenos tiempos, agricultores y ganaderos denuncian que la subida de los precios les puede llevar al cierre de sus explotaciones. Manifiestan que, aunque se han incrementado los precios en los supermercados, ellos siguen trabajando casi a pérdidas. Los costes de la producción agrícola y ganadera han crecido un 40% en su tasa interanual, mientras que los precios en origen percibidos por los agricultores y ganaderos aumentaron un 23,42% respecto a 2021, según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).

La subida de energía eléctrica, carburantes, abonos, productos fitosanitarios, semillas, etcétera ha incrementado notablemente en los últimos meses los costes finales de la siembra de cereales. Esta situación está marcando la campaña de siembra, pues pese al aumento del precio de los cereales los denominados inputs son muy cuantiosos y hacen a los agricultores pensarse muy detalladamente la planificación agronómica de sus explotaciones.