Diez años de la 'ley trans' andaluza, el espejismo del consenso entre el PP y las izquierdas por los derechos LGTBI+
Los pasillos del antiguo hospital de las Cinco Llagas, sede del Parlamento andaluz, se han inundado de rosa, azul y blanco en un acto para celebrar los diez años de la entrada en vigor de la ley trans en esta comunidad. Representantes de los colectivos y organismos responsables de la lucha por los derechos LGTBI+ se han dado cita este lunes a propósito de esta efeméride que conmemora un paso fundamental en los derechos de los transexuales en Andalucía.
Las camisetas de ATA, la Asociación de Transexuales Andaluces, copaban los primeros asientos del salón Alberto Jiménez Becerril en el Parlamento. Su presidenta, Mar Cambrollé, ha sido una de las voces cantantes en el acto como ya lo fue en la redacción de esta ley pionera en 2014.
En su intervención, la activista ha querido poner en valor el papel pionero de la legislación andaluza, “faro y guía de leyes posteriores”, incluida la de rango estatal. En 2014, sólo dos comunidades habían adelantado una legislación específica para este colectivo, exprimiendo sus competencias autonómicas: una fue Andalucía y la otra Navarra.
Hace una década, antes del movimiento 15M, antes de que irrumpiesen en el Parlamento otras formaciones que fragmentaron para siempre el bipartidismo -Podemos, Ciudadanos, Vox- hubo un espejismo político: un consenso inédito entre el PP, que venía de ganar las elecciones andaluzas por primera vez en la historia (2012), y la coalición PSOE-IU, que formó el primer gobierno de coalición de izquierdas frente a los 50 diputados de Javier Arenas.
“Las chicas que antes acababan irremediablemente en la esquina ahora están en las universidades” ha dicho orgullosa Cambrollé, que trabajó codo con codo con PSOE, IU y el Partido Popular (las tres fuerzas con representación por aquel entonces) para promulgar la primera ley en España “que pasó a considerar a los transexuales sujetos de derecho y no objetos de la medicina”.
La comparecencia de Mar Cambrollé le ha servido también para reivindicar la lucha del colectivo desde mucho antes de promulgarse aquella ley, en 2014, y ha querido señalar la fecha del 25 de junio de 1978, la primera vez que el colectivo transexual salió a la calle (como aparece retratado en la película Te estoy amando locamente) y que 36 años más tarde, coincidió con la aprobación por unanimidad de la citada Ley 2/2014, de 8 de julio.
Una ley que, gracias en parte a la unanimidad que tuvo en su día, ha permanecido “blindada” a través de las subsiguientes legislaturas. El contenido de la norma andaluza ya anticipaba los aspectos que años después traerían más dificultades en la ley Trans estatal, como el caso de los menores transgénero y su tratamiento.
A día de hoy, y sin desmerecer lo conseguido con la actual, la Asociación de Transexuales Andaluces propone una serie de enmiendas al texto, como la atención a la diversidad en la atención sanitaria, al contrario del protocolo estándar que se sigue y que, en palabras de su presidenta, “supone un problema silencioso” para las personas trans en Andalucía.
Una ley aprobada por unanimidad
Al acto también han acudido representantes de los principales grupos parlamentarios tanto actuales como los que firmaron el texto hace diez años, además de miembros del actual gobierno de Juan Manuel Moreno y el Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu.
Por aquel entonces, los grupos en el gobierno, PSOE e Izquierda Unida, contaron con el apoyo del PP, en la oposición. La veterana diputada popular Esperanza Oña, hoy presente en el evento como figura destacada, jugó un papel fundamental entonces para lograr que su formación no se descolgara del acuerdo. Eso incluyó alguna llamada al Gobierno de Mariano Rajoy para evitar que presentarse un recurso de inconstitucionalidad contra la ley andaluza.
Antonio Maíllo, coordinador federal de IU, que entonces formaba parte del Gobierno de coalición con el PSOE que impulsó la ley trans, ha subrayado la importancia “del consenso frente a la política hiperventilada de la capital”, recordando la unanimidad que se logró hace diez años superando las barreras ideológicas. El exdiputado autonómico ha señalado las diferencias entre aquel Partido Popular que se unió a la votación y el actual, “asociado con Vox”, exhortándoles a “decidir qué PP quieren ser”.
Maíllo ha puesto la ley trans de Andalucía como ejemplo de “una norma de rango autonómico que saltó desde la periferia para impregnar al resto del país y despatologizar la transexualidad”.
Raquel Martínez, secretaria de organización de Podemos Andalucía, ha querido recordar “la ola de odio que sufre el colectivo”, señalando el dato de que uno de cada cuatro delitos de odio se cometen contra la comunidad LGTBI+, en especial contra las personas trans. Un retroceso de los derechos cuyos responsables ha querido señalar, y ha parafraseado a la eurodiputada Irene Montero diciendo que “a la derecha se le para con más derechos”.
Un acto con apoyo institucional
La consejera de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad también se ha personado en el evento para manifestar el apoyo del actual Gobierno de Juan Manuel Moreno a la ley. “Esta consejería ha aprendido que es necesario trabajar con los colectivos” ha afirmado Dolores López, que sostiene que “el objetivo de la política debe ser poner a las personas en el centro” y ha recalcado la labor de personas como Mar Cambrollé “en el avance de la sociedad civil.
“Es de esas personas que abrieron camino cuando no había caminos, cuando pertenecer al colectivo Lgtbi era poco menos que un delito”, ha dicho la consejera en referencia a Cambrollé.
La diputada del PSOE andaluz María Márquez también ha sacado pecho de una ley de la que el PSOE “se siente plenamente orgulloso”, puesto que “fuimos los gobiernos socialistas lo que liderábamos y conquistábamos los derechos de los andaluces”, lamentando que aquel espíritu de consenso que unió a todas las fuerzas haya desaparecido diez años después.
Por su parte, la portavoz de Por Andalucía, Inmaculada Nieto, ha celebrado esta efeméride “fruto del consenso, el diálogo y el empuje imparable de la sociedad civil, y especialmente la Asociación Trans de Andalucía”. “Fuimos capaces de alumbrar una ley de despatologización de la transexualidad que marcó un hito en nuestro país”, ha subrayado.
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