FAECTA aboga por un nuevo modelo de cuidados para priorizar una atención “centrada en la persona”

En el marco de la jornada ‘Las cooperativas ante el nuevo modelo de cuidados’, representantes de la Federación Andaluza de Empresas Cooperativas de Trabajo (FAECTA) se ha reunido en la mañana de este jueves con el viceconsejero de Inclusión Social, José Repiso Torres, para poner en valor el papel de las cooperativas ante un nuevo modelo de cuidados que priorice la atención “centrada en la persona” y en los empleados sobre el propio capital.

Ponentes de diversas cooperativas como Patricio Fuentes, director Centro Residencial El Buen Samaritano, y Abel Catela, director General cooperativa El Roble, han compartido con otras cooperativas y trabajadores algunos tips y recomendaciones basados en su experiencia adaptándose a su sector.

Así pues, el presidente de FAECTA, Luis Miguel Jurado, ha destacado que la implantación de este modelo va a suponer un “cambio paradigmático” en la concepción de los cuidados en nuestro sector sociosanitario, destacando ante el viceconsejero la importancia de reforzar la alianza público-privada, que se realizará “en aras de fomentar la economía social” recogida en la Estrategia Española de Economía Social (2023-2027) y en el Plan Estratégico para el Impulso y la Modernización de la Economía Social en Andalucía.

Asimismo, ha recalcado la necesidad de abrir más concursos públicos, dirigidos a empresas de economía social, donde las cláusulas sociales adquieran un papel fundamental. “Tan solo en Andalucía hay un total de 4683 empresas cooperativas que generan, 80000 empleos directos y una producción de 16.000.0000 euros, lo que representa más de un 10% del PIB”, ha detallado.

Seguidamente, su compañera María del Mar García, presidenta de FAECTA-sociosanitario, ha destacado el número de cooperativas pertenecientes a dicho sector (40), las cuales gestionan 30 centros residenciales, 29 centros de día y una gran cantidad de centros de ayuda a domicilio. Paralelamente, ha planteado al viceconsejero la principal problemática a la que se enfrenta el sector cooperativista: “las tarifas”: “Hay tantos centros de día que, con los fondos que recibimos, no alcanza a compensar la subida de salarios y suministros, más aún en un contexto en el que las contrataciones se realizan cada 4 años, ha comentado.

Ante esa cuestión, Repiso ha planteado dos problemáticas. La primera de ellas es la falta de fondos: “Hemos subido un 4,5% que, aunque parece poco, en números globales es una barbaridad de millones de euros. Es una pena que el contexto no ayude en eso, porque con esa cantidad no haces nada”. Por otro lado ha recalcado la necesidad de un Pacto de Estado que regule el sector de la dependencia.

Profesionales del sector debaten sobre la implantación del nuevo modelo

Sandra Pinzón, profesora de la Escuela Andaluza de Salud Pública, ha dicho que la atención centrada en la persona no es meramente un modelo sino una forma de actuar y ejecutar. De este modo, ha dirigido una crítica hacia el modelo tradicional por “su rigidez y falta de personalización”, argumentando que “no permite a las personas mantener el control sobre sus vidas”. En consonancia con esa afirmación, ha destacado la importancia de un cambio profundo en la cultura de la atención, que reconozca a las personas como individuos únicos, con necesidades y deseos propios.

En el plano más práctico, Patricio Fuentes, director del Centro Residencial El Buen Samaritano de Cáritas Diocesana en Málaga, ha compartido su experiencia en la creación de un entorno más hogareño en su institución. Fuentes ha hablado sobre la importancia de la formación básica inicial y el análisis participativo guiado en la implementación de la Atención Centrada en la Persona (ACP), destacando cómo estas prácticas transforman las residencias en verdaderos hogares y mejoran tanto la vida de los residentes como la de los cuidadores.

Seguidamente, Abel Castela, director de la Residencia Vicente Ferrer, ha destacado el papel crucial de las auxiliares en la implantación de la ACP, subrayando la importancia de la formación continua y la asignación de personal para generar vínculos naturales con los residentes. Castela ha explicado que sin este vínculo personal y conocimiento profundo de cada residente, es difícil ofrecer una atención verdaderamente personalizada y efectiva.