La campaña de la aceituna de mesa ha comenzado con su peor previsión de la última década: 487.000 toneladas, que son 100.000 menos que la pasada, y que harán que Egipto, donde la estimación supera las 500.000 desbanque a España y se convierta en el primer productor del mundo. La bajada de las precipitaciones en un tercio y los golpes de calor de la primavera han influido en esta situación, especialmente en el caso de las variedades manzanilla y gordal. Esta caída en la previsión tendrá un impacto especial en Andalucía, que el año pasado representó el 82% de la producción total nacional de aceituna (480.000 toneladas en la campaña de verdeo de 2018).
Se une esto a un año negro para el sector por los aranceles impuestos por EEUU. En concreto, en el primer semestre de 2019 se ha exportado a dicho país la mitad de las aceitunas negras -víctimas de esta campaña proteccionista de Donald Trump- que en 2018. Desde la Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceituna de Mesa (Asemesa) subrayan que mientras esto ocurre, se ha disparado la venta en EEUU de la procedente por ejemplo de Egipto, que se ha duplicado, teniendo en cuenta que la penalización solo se ha impuesto a la procedente de España.
Son previsiones de la Organización Interprofesional de la Aceituna de Mesa, Interaceituna, constituida por las principales organizaciones del sector, desde donde han calculado que en el caso de la manzanilla y la gordal, la recolección caerá uno 50%. Las estimaciones “están muy por debajo de las necesidades habituales de la industria y los envasadores” en nuestro país, según explica José Vázquez, responsable técnico sectorial de la aceituna de mesa en Asaja. De hecho, cifra esa demanda en 600.000 toneladas por lo que habrá que tirar del stock de campañas previas para “responder a los compromisos comerciales”.
Que la producción en España sufra tan importante caída merma la cosecha europea, donde es líder. Y es que en los otros principales productores de la UE, a distancia de España eso sí, mantendrán o incrementarán sus niveles, según las previsiones elaboradas por Asaja, como es el caso de Grecia (que son 190.000 toneladas es el segundo productor en el continente), Italia (40.000) y Portugal (22.000).
Egipto por su parte pasará de 450.000 toneladas a 500.000, ocupando el lugar más alto del podio, y Turquía se mantendrá en la tercera plaza con 420.000. Curiosamente, el productor en el que más se incrementará la cosecha de aceituna de mesa este año es EEUU, en más de un 75%, superando las 73.000 toneladas, desbancando a Argentina al otro lado del Atlántico.
“Efectivamente, la producción es mucho menor de la esperada, porque pese a que estamos en un año de vecería, no pensábamos que fuera a caer tanto”, explica Juan Luis Oropesa, presidente del Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Aceituna Manzanilla y Gordal de Sevilla, que precisamente se estrena este año como sello de calidad. Destaca por ejemplo que en la comarca del Aljarafe, “hay fincas que ya han liquidado todo tras 10 días de verdeo y otras lo harán en pocos días”.
El año del estreno de un nuevo sello de calidad
No obstante apunta una cosa positiva: “Este año el tamaño es superior al de la pasada campaña, y esa calidad si bien no compensa el descenso tan importante en la producción, sí palía algo la situación”. Igualmente, celebra que la manzanilla y la gordal cuenten con ese plus de protección de la IGP que ya cuenta con más de 3.000 inscripciones de agricultores.
España cuenta con más de 2,5 millones de hectáreas de olivar, de las que el grueso son para aceite de oliva y poco más del 5% se dedican a la aceituna de mesa, concentradas sobre todo en Andalucía (con más del 80% de las 150.000 hectáreas para este producto) y Extremadura. Serán, pues, las que más sufran el impacto de esta importante bajada en la producción.