Varias generaciones de periodistas de El Correo de Andalucía ocupan la redacción para defender a su última plantilla
El Correo de Andalucía, periódico decano de la prensa de Sevilla, ha publicado este lunes su última edición, que se encuentra desde esta mañana en los quioscos de la capital andaluza. Sus trabajadores no saben si volverá a haber un próximo número. A medianoche del domingo la plantilla inició una huelga indefinida en protesta contra el propietario del periódico, el empresario Antonio Morera y Vallejo, que ha presentado un ERE extintivo para despedir a 28 de los 29 empleados que quedan en el medio.
Poco antes de las doce de la noche del domingo, el redactor de Deportes Luis Lastra llegó a la redacción de El Correo de Andalucía desde el Estadio Benito Villamarín, con la crónica casi rematada del partido Real Betis-Athletic de Bilbao. Los periodistas en el turno de fin de semana estaban terminando de editar sus páginas, las depositaban corregidas en la mesa de edición para que la redactora jefa, Inmaculada Rivera, las tachara del planillo y enviara el periódico del lunes a la rotativa.
Ese momento que se repite a última hora de cada día en un periódico suele ocurrir cuando la redacción está ya prácticamente vacía. El domingo no fue así. En la planta cuarta del bloque Morera y Vallejos II -el propietario bautiza los edificios de sus empresas con su nombre- se congregó más de un centenar de periodistas de todas las edades, ex trabajadores de El Correo de Andalucía de distintas generaciones. Desde el más veterano al más joven que ha pasado por esta redacción, unos 70 años de periodismo ininterrumpido de la ciudad de Sevilla. En algún momento de sus vidas todos salieron a la calle a contar lo que le pasaba a la gente.
El Correo tiene 120 años de vida, es uno de los más longevos del país, y en su mejor momento llegó a contar con una plantilla de más de un centenar de trabajadores. Antonio Morera lo compró en 2013 cuando tenía 53 empleados. Ahora quedan 29, los que se enfrentan a una huelga desde este lunes y a la amenaza de otro Expediente de Regulación de Empleo (ERE), el sexto desde el año 2000. Ellos son quienes hicieron un llamamiento a sus antiguos compañeros de redacción para que acudieran a apoyarles en una especie de vigilia de resistencia, “la última noche del último cierre de El Correo”. La mayoría de los que acudieron a la llamada continúa ejerciendo el periodismo en otros medios de comunicación o en gabinetes de prensa, en Sevilla y en otras ciudades, como Madrid o Córdoba.
Fueron convocados a partir de las 23.00 horas, al borde del cierre de la última edición, y se les pidió que acudieran vestidos de negro para encarar junto a sus compañeros la incertidumbre que amenaza sus puestos de trabajo. Cerca de la medianoche, todos subieron a la cuarta planta y grabaron un vídeo donde aparecen ocupando la redacción de El Correo y brindando un sonoro “aplauso solidario” (un gesto simbólico que sus periodistas han repetido diariamente cada vez que el empresario y dueño de turno ha planteado un ERE).
En la edición impresa del domingo, El Correo de Andalucía recoge un editorial titulado “Una transformación necesaria”, que plantea “una propuesta de continuidad” que “pasa por sustituir la edición en papel por un semanario que estará presente en los quioscos de sábado a lunes para ofrecer periodismo de investigación y artículos de fondo en los que se tratarán distintos asuntos de interés general”. Desde que Morera y Vallejo presentó un ERE para despedir a 28 de los 29 trabajadores, el comité de empresa no ha recibido ninguna “propuesta” semejante a la que describe este editorial, según fuentes consultadas. “Todo lo que sabemos son sus declaraciones en eldiario.es/andalucia, con nosotros no ha negociado. Lo único que sabemos seguro de la empresa es que quiere despedirnos a todos menos a uno”, explican desde el comité de empresa.