Calor extraordinario en mayo: Andalucía adelanta el verano con máximas de 40 grados y mínimas de récord
De nuevo lo extraordinario se convierte en norma. Andalucía, al igual que el resto de la Península Ibérica, ha visto en muy pocas ocasiones superar la barrera de los 40 grados en el mes de mayo. Todas han sido en el siglo XXI. Hasta el 13 de mayo de 2006 ningún punto de la región había alcanzado los 40 grados en dicho mes. Entonces fue el observatorio meteorológico de Córdoba el primero en hacerlo de manera oficial. Nueve años después llegaría la siguiente y última. El 13 de mayo de 2015 Córdoba superaba su anterior récord situándolo en unos tremendos 41,2 grados, en un histórico episodio por calor que dejaba un nuevo invitado andaluz en el club de ciudades que alcanzaban la cuarentena en plena primavera. La misma jornada Sevilla llegaba hasta los 40,8 grados en la que hasta el momento ha sido su tarde más calurosa para el mes.
Esa lista podrá seguir ampliándose a lo largo del fin de semana. La entrada de una masa de aire anómalamente cálida desde la tarde del pasado miércoles alcanzará su apogeo entre las jornadas del viernes 20 y el sábado 21 de mayo. El descuelgue de una depresión aislada en altura hasta las cercanías de Madeira va a propiciar la inyección de aire muy cálido desde el norte del continente africano.
Para hacerse una idea de lo extraordinario del episodio hay que mirar los mapas de temperatura en altura. A unos 1.500 metros de altitud, la temperatura alcanzará una anomalía de entre 12 a 14 grados de manera generalizada. O lo que es lo mismo, aire muy cálido incluso para un mes de julio. El Índice de Predicción Extrema (EFI por sus siglas en inglés) alcanza el valor más alto en una escala que va del -1 al +1 para la mayor parte de la mitad sur peninsular, lo que sitúa a este evento meteorológico como uno de los más extremos y raros vividos en nuestro territorio desde que hay registros.
Ambiente veraniego
Junto a la masa, el polvo en suspensión que arrastrará el viento de componente sur-suroeste dejará además un ambiente especialmente veraniego en casi toda la región andaluza. Dicho elemento, además de empeorar sustancialmente la calidad del aire, podrá rebajar las temperaturas inicialmente previstas en superficie. Aún así se esperan registros que podrían ser históricos en buena parte del interior de la región, en especial a lo largo de toda la depresión del Guadalquivir. Aquí las máximas podrán alcanzar o superar los 40 grados durante las tardes de viernes y sábado, destacando algunos puntos de la campiña sevillana y la frontera entre las provincias de Córdoba y Jaén, donde puntualmente podrán superarse los 41 grados.
A pesar de que tanto el polvo en suspensión como la nubosidad de tipo alto que se espera podrán fijar las máximas entre uno y tres grados más bajas de lo previsto, estos elementos podrían dejar una auténtica ristra de récords por calor nocturno. La masa de aire también se dejará notar durante la noche, con mínimas que en circunstancias normales rondarán los 20 grados en la mayor parte del territorio.
Más elevadas serán incluso en cotas medias de la región, donde el calor en altura hará su mayor efecto durante la noche dejando noches de insomnio hasta la mañana del domingo 22 de mayo. Aquí el efecto del polvo y la nubosidad podría hacer el efecto contrario, dejando unas mínimas sustancialmente mayores a las previstas, sin descartar que localmente puedan darse registros próximos a los 25 grados durante la madrugada del sábado.
Aviso naranja en el Valle del Guadalquivir
Esta situación ha hecho a la Agencia Estatal de Meteorología activar el aviso naranja por máximas de 40 grados durante la tarde del viernes 20 en las campiñas de Sevilla y Córdoba y en Sierra Morena y Condado, el Valle del Guadalquivir, y en la capital y montes de Jaén. En el resto de la comunidad otras muchas áreas sufrirán los estragos del calor, con máximas que rondarán los 36 a 39 grados en las provincias de Huelva, Granada y Almería. Sólo la costa malagueña y el área del Estrecho quedarán levemente al margen del episodio, con máximas que rondarán los 25 a 30 grados durante todo el fin de semana.
Desde el domingo la misma baja en altura que nos traerá un adelanto del verano servirá para barrer al calor en superficie. La depresión cruzará durante la jornada el tercio noroccidental de la Península, sustituyendo el aire cálido en altura por otro mucho más fresco y húmedo. Las temperaturas caerán desde entonces entre cinco y siete grados, devolviendo las máximas a valores algo más normales para la época del año. Aún así éstas seguirán siendo elevadas, oscilando entre los 30 y los 35 grados en la mitad occidental andaluza y cayendo por debajo de los 30 grados en la mitad oriental.
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