Hart@s de vivir malamente

Paro, precariedad laboral, falta de oportunidades, viviendas inaccesibles… Si la juventud andaluza se hiciese un selfie, eso es lo que saldría reflejado. Y así es lógico que nuestros y nuestras jóvenes estén hartos y hartas de vivir malamente.

Y mientras nuestra juventud está harta, el Gobierno andaluz lleva más de cuatro años sin hacer una política seria y rigurosa para darle una salida. En su agenda hay mucha cosmética y muchos filtros. Pero los filtros son para instagram y no para un Gobierno que se autoproclama “el gobierno de todas y todos los andaluces”. Sus medidas para atajar los problemas reales de las personas jóvenes son escasas y, cuando llegan, lo hacen financiadas por Europa, a través de los fondos Next Generation; o por el Gobierno central.

El empresariado tampoco pone de su parte y, prueba de ello, es que los bajos salarios son el factor más relevante, no llegando a los 7.000 euros de salario medio anual en el tramo de 18 a 26 años; y presentando una brecha del 19,3% entre las y los jóvenes andaluces de entre 26 y 35 años en 2021 respecto al salario medio total.

Con una propuesta visual rompedora y colorida, la campaña ‘Hart@s de vivir malamente’, ya está en marcha y extendiéndose a través de todas las redes con el hastag #vidaschungas para llegar a nuestros y nuestras jóvenes

Asimismo, el empleo entre la juventud se caracteriza por la temporalidad, con un 39,2% entre 25 y 29 años; y un 67,2% en la franja de 16 a 24 años. En ambos casos, por encima de la media nacional (4,8 y 7,1 puntos respectivamente).

Frente a lo que argumentan los gobiernos, la proporción del salario que debe destinar un joven andaluz de media entre las edades de 26 y 35 años al alquiler de una vivienda de 2 dormitorios alcanzó el 72,5% en 2020. Esta imposibilidad de pagar un alquiler se muestra en la tasa de emancipación entre personas de 16 a 29 años, la cual ha sido del 14,3% en el segundo trimestre de 2022, tasa 9,7 puntos porcentuales inferior al primer trimestre de 2008.

Ante esa radiografía que podría calificarse de dramática, en CCOO hemos puesto en marcha una campaña con la juventud andaluza como protagonista. El objetivo, darles voz, ser una plataforma en la que puedan expresar sus problemas, asesorarles y dejarles claro que si están hartos y hartas de vivir malamente, en CCOO estamos para defenderles.

Con una propuesta visual rompedora y colorida, la campaña ‘Hart@s de vivir malamente’, ya está en marcha y extendiéndose a través de todas las redes con el hastag #vidaschungas para llegar a nuestros y nuestras jóvenes.  

Aunque la parte visual y comunicativa tiene un peso importante en esta campaña, porque el entorno en el que socializan las personas jóvenes en primera instancia son las redes sociales, la acción sindical también está muy presente en las empresas, a través de las y los más de 14.000 representantes que tiene CCOO. Mediante campañas de acercamiento y atención a la juventud que se encuentra en prácticas y primeros empleos, nuestros delegados y delegadas, ya están recogiendo sus necesidades e inquietudes.

También pueden plantearnos sus dudas, consultas y denuncias en el correo electrónico infojoven@and.ccoo.es, que se ha habilitado expresamente para ello.

Además, como material de apoyo y asesoramiento, la juventud andaluza podrá encontrar en esta campaña, desde una guía sobre prácticas en empresas, hasta material de diversa temática en instagram, como acciones para reivindicar la reedición del bono de alquiler joven. Completan la campaña: folletos informativos sobre igualdad; cómo identificar el acoso en el trabajo o en sus prácticas y cómo actuar; cómo identificar la violencia machista; la edición de una ‘Guía Joven’ sobre becas, ayudas al alquiler, gastos de desplazamiento, conciliación, salud mental; o materiales para redes sociales sobre salud mental,

Las personas jóvenes no pueden plantearse un futuro porque su situación en el mundo laboral casi no les da ni para vivir el presente y, ante esta situación, es imprescindible estar organizados y organizadas para que cambien las cosas; y que gobiernos y empresarios dejen de tratar a la juventud como ciudadanos de segunda, que ya están hart@s de vivir malamente.