El plazo para presentar candidaturas para el congreso que el PP-A celebrará los días 1 y 2 de marzo para elegir a su nuevo líder concluye este miércoles a media tarde y todo indica que este martes el vicesecretario general de la formación, José Luis Sanz, dará el paso. El congreso contará de esta forma con un único aspirante que, además de ser el primer nombre que se puso sobre la mesa, es el favorito del todavía presidente Juan Ignacio Zoido y tiene el beneplácito de la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal. El presidente del PP, Mariano Rajoy, que estará de viaje por Turquía, no se ha pronunciado las últimas horas sobre este asunto, pero en la dirección regional del PP-A saben que no se mueve un dedo en esto sin su visto bueno.
Terminará con ello el culebrón que desde el fin de semana había hecho que las fisuras del PP-A se exhibieran abiertamente en las redes sociales, especialmente en Twitter, con campañas para apoyar a unos y otros: a José Luis Sanz, y también a la alcaldesa de Fuengirola y parlamentaria Esperanza Oña, quien se ha descartado, e incluso a la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, más ambigua en el tema.
Pero sobre todo, hay nerviosismo, y ya hay quien no lo quiere ocultar más. La propia Esperanza Oña, que este lunes por la mañana había recibido el respaldo del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, para ser la candidata, criticaba en una entrevista a Onda Cero por la tarde que “no se acabe de decidir sobre quién”, e instaba a José Luis Sanz y a Carmen Crespo, que “siempre han dicho que están a disposición del partido y que no se descartaban en absoluto, a que terminen con esta incertidumbre”, puesto que ella no quería hacerlo. En su opinión, el PP-A está “perdiendo el tiempo” y ha considerado que no es bueno para su “imagen”, pero ha insistido en que no quiere ser la líder del partido, pese a que horas antes se había dejado querer por Twitter:
Otros firmaban entretanto su aval por José Luis Sanz, quien finalmente puede convertirse en el hombre que intente enderezar un partido descabezado y desorientado por el ciclón Susana Díaz, pero también por su propia división interna:
“Desconcierto” era la palabra con la que un dirigente del PP-A describía la tarde del lunes las sensaciones que se respiran en el seno de una federación habituada a que la maquinaria funcionara con más precisión. No hay que olvidar que hace más de un año que Juan Ignacio Zoido dijo que quería dejar la presidencia de la federación y que no sería el candidato. Desde entonces se han sucedido las quinielas, con nombres como el del secretario de Estado de Asuntos Sociales, Juan Manuel Moreno Bonilla, el ministro Miguel Arias Cañete, el portavoz parlamentario Carlos Rojas... E incluso la ministra Fátima Báñez, que para Mariano Rajoy hubiera sido la salida neutra entre los dos nombres que básicamente han copado las apuestas, con el pulso de fondo entre Javier Arenas y Dolores de Cospedal: José Luis Sanz y el alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto. Finalmente, el primero parece imponerse, pero nada es seguro todavía.