El PP ignora el pacto antitránsfugas para recuperar la alcaldía de Granada
El Partido Popular quiere recuperar la alcaldía de Granada a toda costa. Al menos, esa es la intención que tiene la dirección local, que ha recibido el respaldo de la nacional. Una situación que abre abre dos vías distintas entre los populares granadinos y los andaluces. Los primeros quieren aprovechar el golpe de timón dado por su expresidente, Sebastián Pérez, que se ha marchado del partido y amenaza con participar en una moción de censura con el PSOE que derroque al alcalde de Ciudadanos, Luis Salvador, impuesto en 2019 por Madrid. Por el contrario, el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, prefiere que nada se mueva apelando al pacto antitransfuguismo firmado con los naranjas, mientras Vox le retira el apoyo en el Parlamento de Andalucía para tramitar la ley del suelo y agita, de nuevo, el fantasma de un adelanto electoral.
La película tiene varias escenas y las más importantes se produjeron este miércoles. Por un lado, Sebastián Pérez, que había sido hasta el año pasado presidente del PP de Granada durante 15 años, anunció en rueda de prensa que abandonaba el partido y que, si los populares no forzaban la salida del actual alcalde de Ciudadanos, Luis Salvador, lo haría él mismo apoyando una moción de censura para que gobernase el PSOE. Una opa hostil, de alguien que es considerado tránsfuga en el PP-A, que ha sido vista desde la dirección nacional como una oportunidad de oro para acabar con los restos de Cs.
Por otra parte, el Parlamento de Andalucía debatía también este miércoles sobre la ley del suelo, considerado uno de los proyectos “claves” del mandato de Moreno Bonilla al frente de la Junta, pero el Gobierno andaluz se encontró con la negativa de Vox para apoyarla. Un gesto de ruptura que siembra dudas al bipartito entre PP y Ciudadanos en el Gobierno andaluz y que, unida a la amenaza de moción de censura granadina, eleva la presión sobre el PP-A para que trate de hacerse con lo que queda del espacio de los naranjas de cara a los próximos meses.
Dos visiones opuestas
Lo que está claro es que las direcciones regional y nacional tienen dos visiones distintas sobre lo que está ocupando la agenda política estos días. Mientras que Madrid dejan en manos de los populares granadinos que el alcalde deje de serlo, en Sevilla defienden que eso no va a ocurrir porque existe un pacto antitransfuguismo sellado tres veces entre PP y Cs, aunque solo parece tener vigencia a nivel andaluz. En Granada nadie lo menciona y fuentes próximas a Génova establecen el relato de que el primero que faltó a su palabra fue Luis Salvador cuando acordó en 2019 un supuesto 2+2 que supondría que el PP se alternaría con Ciudadanos en la alcaldía este mismo año.
Ese acuerdo de alternancia fallido es al que se agarra Sebastián Pérez para decir que ha sido “humillado” por sus excompañeros al ver que no se le ha exigido a Salvador que lo cumpla. Mientras tanto, el PP de Granada, que habla en nombre de Madrid y así lo dejan claro desde la cúpula nacional, usa ese descontento de Pérez para asegurar que él fue el principal escollo que separó al Partido Popular de liderar el Ayuntamiento de Granada. Por eso, dicen, ahora que ha dado un paso a un lado, Luis Salvador, al que Madrid puso como alcalde, debe hacer lo propio y marcharse, pero el alcalde se niega, de momento, y dice ser un “espartano” que tiene “buen encaje”.
Midiendo mucho sus pasos, el Gobierno andaluz de Moreno Bonilla está intentando apagar el fuego que ha encendido Vox al retirarse de la tramitación de la ley del suelo, a la vez que asegura públicamente que la alcaldía de Granada no se va a mover. El presidente de la Junta de Andalucía lleva tiempo vendiendo que ellos gestionan en una balsa de aceite en la que PP y Ciudadanos se entienden. Insistiendo en su gestión, Moreno Bonilla se esfuerza en alejar cualquier fantasma de adelanto electoral, aunque las tensiones empiecen a ser insoportables. “Al que mejor le vendría un adelanto electoral ahora mismo es a Juanma Moreno, sólo de él depende adelantar las andaluzas, y él no quiere, porque está pensando en el interés general”, ha llegado a decir el portavoz parlamentario del PP-A, José Antonio Nieto.
La amenaza de perder Granada
Fuentes nacionales de los populares consultadas por eldiario.es Andalucía sostienen que el interés del Partido Popular andaluz, por si hubiese elecciones anticipadas, debería estar en que Granada no se quede como está. “Si el PP-A decide dejar todo igual, el votante y los afiliados no lo entenderían”. Y para cambiar el escenario, Elías Bendodo, consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, tendría la llave. Su relación con Luis Salvador es buena, hasta el punto de que negoció su llegada a la alcaldía con Madrid y lleva meses viéndose con el alcalde granadino para pactar una salida digna para Salvador, según explican fuentes próximas a las negociaciones.
La situación es tortuosa para el PP de Andalucía y para Luis Salvador. En Granada se da por hecho que dejará de ser alcalde en las próximas semanas y los populares andaluces se han quedado prácticamente solos en su intento de que eso no ocurra. El Partido Popular local, de la mano de la dirección nacional, ya ha puesto en marcha la maquinaria para forzar la marcha de Salvador y que el partido pueda volver a gobernar en la ciudad de la Alhambra, pero eso solo podría ocurrir en dos supuestos: que el alcalde dimitiera por voluntad propia o que hicieran lo propio los concejales populares y forzaran su renuncia para votar a un nuevo candidato.
En esta terna de posibles alcaldes destaca la figura de Francisco Fuentes, concejal de Personal, único hombre de confianza que le queda a Sebastián Pérez y al que daría su apoyo por encima del resto para sumar los 14 votos que necesitaría para ser alcalde los dos años que quedan de mandato. Sin embargo, el secretario provincial del PP de Granada, Jorge Saavedra, que adelanta que se van a reunir con todos los grupos políticos del Ayuntamiento de Granada para tratar la salida de Luis Salvador, anuncia que el candidato que ellos proponen para un pleno de investidura es el número dos de los populares municipales y edil de Economía, Luis González: “Es el candidato natural. No vamos a hacer nada raro”.
Ante las dudas de que Pérez pueda apoyarlo, el que fuera presidente de los populares granadinos tiene en su mano dinamitar por completo a su expartido. Ya lo dijo en su comparecencia de prensa: “O el PP encuentra los votos, o los encontraré yo”. Lo que significa, como también dijo, que apoyaría una moción de censura a favor del PSOE para que Francisco Cuenca volviera a ser alcalde dos años después. De Cuenca dice que le tiene “respeto personal” porque nunca le ha mentido o traicionado, al revés que Luis Salvador, y que le daría su voto, aunque no comparta su ideología política. Un extremo al que no quiere llegar nadie en el PP, ni siquiera Sebastián Pérez y mucho menos la dirección andaluza.
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