Bomberos
Sierra Nevada estrena su retén de bomberos tras más de dos décadas de espera: “Lo necesitábamos”
Sierra Nevada ya tiene bomberos. Después de dos décadas y media de promesas incumplidas, la estación de esquí granadina ya cuenta con un retén permanente durante la campaña invernal. Un hito que la sitúa como la primera instalación de España de este tipo que cuenta con bomberos fijos. Atrás quedan ya las disputas políticas entre la Diputación de Granada y la Junta de Andalucía, que gestiona la estación a través de Cetursa, para ver quién se hacía cargo de este servicio. Finalmente ha sido el ente provincial el que ha financiado el retén y en elDiario.es Andalucía lo hemos visitado.
Con una inversión de 525.000 euros en gastos de personal para los cuatro meses que está previsto que estén disponibles estos profesionales, Sierra Nevada se dota así de una medida frente a las emergencias que se reclamaba desde hacía muchos años. En principio, el retén estará funcionando durante los meses que dure la temporada de esquí, aunque no se descarta que se amplíe la periodicidad a partir del próximo curso. Aunque no es la primera vez que hay bomberos en la propia estación de esquí, ya que hubo en 1996 durante la celebración de los Mundiales de Esquí, sí será la primera vez que trabajen por y para el día a día de las instalaciones y no por un evento.
Precisamente la celebración de aquella competición deportiva hace 26 años permitió la construcción de las mismas instalaciones que hoy se han convertido en el retén y que han estado dedicadas a otros usos en los últimos tiempos. Propiedad del Ayuntamiento de Monachil, localidad a la que pertenece la estación, el edificio que alberga a los bomberos ha recibido una inversión de 150.000 euros entre adecuación y equipamiento para que esté a pleno rendimiento desde ya.
Dispositivos de cuatro bomberos
Lo primero que llama la atención del retén de bomberos de Sierra Nevada es su ubicación. Es ideal para atender cualquier emergencia porque se sitúa en la zona central de la estación, a medio camino entre la parte baja y la alta, sectorizando así los lugares de posibles intervenciones. En total, son cuatro los bomberos que forman parte del servicio durante jornadas de 24 horas a las que les dan relevo el resto de profesionales de Granada capital que formarán parte también del dispositivo.
Gustavo Molino, jefe de bomberos de Granada, explica que “el proyecto que hay es que los bomberos hagan una guardia al mes y que se constituyan los mismos equipos de intervención que ya trabajan juntos en la ciudad”. Su jornada laboral empieza a las ocho de la mañana y termina a la misma hora del día siguiente. Se ha estructurado de tal forma que todos los bomberos pasarán por el retén y no todos estarán más de una vez.
No obstante, que la Diputación haya optado por hacer uso de los bomberos de Granada capital y no por los que tiene en su propio consorcio ha generado cierto malestar entre estos profesionales. Entienden que era la oportunidad ideal para crear dichos puestos de trabajo y que las labores de emergencias les fuesen asignadas, sobre todo porque Monachil tiene menos de 20.000 habitantes, por lo que la gestión de los incendios tendría que estar encomendada al servicio provincial, según la propia normativa de la Diputación. Algo que no ha ocurrido en este caso, pero que tampoco venía sucediendo.
“Desde hace más de dos décadas, el mismo consorcio que opera en Granada capital y el área metropolitana hace lo propio con Sierra Nevada. Por eso, la gestión del retén tenía que correspondernos a nosotros. Damos cobertura a Sierra Nevada porque las isocronas de llegada –tiempo de respuesta– son más aceptables desde los parques de Granada capital”, argumenta Molino. “Para nosotros no es incompatible que haya bomberos de Diputación, pero ya cubrimos una serie de municipios que están dentro de nuestro ámbito de actuación y Monachil es uno de ellos”.
Las instalaciones del retén, que cuentan con un garaje, varios despachos y una zona común de descanso para los bomberos, han sido adecentadas recientemente y ya están a pleno rendimiento, preparadas para atender cualquier emergencia. Gracias a ello, el dispositivo, que se considera de primera intervención, ya es una realidad de Sierra Nevada. No obstante, Gustavo Molino considera que “no es correcto decir que hasta ahora no había bomberos en Sierra Nevada porque los profesionales del parque sur sí operaban ya en la estación cuando se les requería”.
Intervenciones más rápidas
Lo que cambia ahora es que no tendrán que viajar los bomberos desde Granada capital, llegando a tardar hasta una hora si las condiciones climáticas y de tráfico empeoraban. Con el retén, la respuesta ante las emergencias será prácticamente inmediata. “Por la previsión que tenemos y el número de servicios que venimos atendiendo, pensamos que un porcentaje amplio de emergencias podremos solventarlas con este equipo de primera intervención. También nos da margen para que, en caso de necesidad, los bomberos de Granada puedan venir a reforzar el operativo”.
“Nuestro trabajo es muy similar tanto en la estación como en la ciudad, con la diferencia de que nos movemos en altitud y con nieve que nos dificultará el movimiento. Sabemos que hay una serie de actuaciones que serán diferentes aquí. Estamos preparándonos en ese sentido”. Cuentan con dos vehículos cuatro por cuatro: uno pesado y otro ligero. El primero destinado a incendios y el segundo para atender sobre todo accidentes de tráfico, aunque este tipo de sucesos son muy poco habituales en Sierra Nevada. “Todo está coordinado. Trabajamos tanto con la Policía Local de Monachil, la Guardia Civil y emergencias sanitarias. No hemos necesitado hacer ningún simulacro ya que tenemos el mismo sistema que el que usamos en Granada capital”.
La cercanía que ofrece el retén recorta los tiempos de intervención y mejora las posibilidades de actuar con éxito. Según el jefe de bomberos, aunque depende del incendio, lo ideal es intervenir frente a las llamas en los diez primeros minutos. “Por fortuna, nuestro retén está ubicado muy bien, a media altura entre la zona más alta y la más baja de la estación. Como no tenemos que estar evacuando a la gente porque los edificios están diseñados para ser diferentes sectores de incendio, si somos capaces de contener los efectos del fuego dentro de ese sector, no hará falta evacuar. Algo que aquí nos aporta una garantía de seguridad al poder intervenir rápidamente”.
Por contra, Sierra Nevada también ofrece desventajas a los bomberos que trabajarán en la estación: “Las bajas temperaturas son un problema porque nos obliga a estar continuamente pendientes de nuestros vehículos y del mantenimiento del material. Además, como hay nieve, vamos a contar con una máquina quitanieves que nos ayudará al paso de nuestros camiones”. Lo que no cambia es la dedicación de estos profesionales. “El día a día del bombero en las instalaciones pasa por controlar las necesidades del entorno. Tenemos claro que un aspecto fundamental es conocer la estación, aunque afortunadamente casi todos los profesionales son granadinos”.
“Que estemos aquí no requiere una especialización específica, ya que si necesitamos a profesionales concretos los tenemos”. La existencia del retén acaba al fin con un problema que se había estancado desde hacía dos décadas y media y que en todo este tiempo había sido motivo de disputa política, especialmente después de cada desastre. De hecho, hace un año se produjo el último intento de acercar posturas entre la Diputación de Granada y la Junta de Andalucía, pero sin éxito hasta que el ente provincial ha decidido solventar esta demanda contando con el respaldo de los ayuntamientos de Granada y Monachil.
“Como bomberos, saber que está este retén nos genera tranquilidad. Sabemos que habrá compañeros luchando contra la emergencia que se presente y tendremos tiempo para poder intervenir si necesitamos refuerzos. Saben lo que tienen que hacer y eso es una buena noticia. Lo necesitábamos”, zanja Gustavo Molino. Lo hace mientras uno de sus compañeros interrumpe la conversación para informarle de que una persona les ha pedido ayuda porque ha olido a gas en su casa. La mejor prueba de que el retén de Sierra Nevada ya funciona.
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