Sierra Nevada no tendrá bomberos esta temporada de esquí pese a las promesas políticas
Finalmente, tampoco habrá bomberos en Sierra Nevada esta temporada. A pesar de que en noviembre la Diputación de Granada se comprometió a poner en marcha un retén que la montaña granadina espera desde hace décadas, el plan se ha vuelto a quedar en un cajón, según ha podido comprobar elDiario.es Andalucía por fuentes los organismos públicos implicados. No es la primera vez que sucede, pero sí es una de las más llamativas ya que en este caso el ente provincial se comprometió a sufragar el 50% del coste por campaña y a iniciar una ronda de negociaciones con la Junta de Andalucía, estas no han llegado a buen puerto y no lo harán al menos hasta el próximo invierno porque la temporada de esquí termina el 24 de abril.
Sierra Nevada, que tiene un parque de bomberos desde 1994, también tiene un serio problema con la falta de estos profesionales de manera estable durante la época en la que está repleta de turistas y amantes de los deportes de invierno. Como se encuentra a 50 kilómetros por carretera de montaña del retén más próximo que se sitúa en Granada capital, los bomberos tardan en poder acceder a la estación para trabajar en una emergencia casi 40 minutos si por fortuna no hay tráfico y las condiciones climáticas no son adversas. Por eso, desde hace tiempo se reclama la presencia de un retén fijo en la estación de esquí que pueda resolver esta carencia.
El problema es que ha habido muchos intentos en los últimos años, con cambios de cromos en Diputación de Granada y Junta de Andalucía entre los diferentes partidos políticos, pero nunca se ha llegado a un acuerdo que haga posible lo que es una reclamación histórica. Ambos organismos son esenciales para entender el bloqueo que sufre la montaña granadina porque los dos tienen competencias en ella. Diputación es la encargada de dotar de bomberos a aquellos municipios que cuenten con menos de 20.000 habitantes, como es el caso de Monachil, la localidad a la que pertenece Sierra Nevada y la Junta de Andalucía es la que gestiona la estación a través de una empresa pública llamada Cetursa. Las dos administraciones se acusan mutuamente de tener su responsabilidad en que no haya aún bomberos, pero lo cierto es que no han logrado nunca un acuerdo, ni siquiera cuando el PSOE gobernaba en los dos organismos.
Este año tampoco
Esta temporada tampoco va a ser. Tal y como confirman las fuentes consultadas por elDiario.es Andalucía tanto en la Diputación como en la Junta de Andalucía, el entendimiento está lejos de alcanzarse y el tiempo ya se ha echado encima como para que fuese posible. Las prisas del pasado invierno por retomar este proyecto se debieron a un aparatoso incendio en un bloque de pisos en el que tuvieron que intervenir los propios vecinos para evitar una desgracia porque los bomberos no pudieron llegar hasta casi una hora después. Aquello volvió a poner de manifiesto la necesidad de que hubiese profesionales contra estas emergencias de forma fija en Sierra Nevada y la Diputación de Granada se comprometió, previa petición del grupo provincial del PP, a sufragar la mitad del gasto necesario y a llegar a acuerdos con la Junta de Andalucía.
Sin embargo, semana tras semana ha quedado patente que no ha habido gran interés por entenderse. Por una parte, el Ejecutivo regional insiste en que las competencias en esta materia son del ente provincial y este se defiende afirmando que no puede comprometerse a un gasto por temporada que puede resultar elevado. Según fuentes de los sindicatos de bomberos consultadas por este medio, Sierra Nevada necesitaría una inversión por campaña de unos 500.000 euros. Sin la Junta de Andalucía participando de ese desembolso, la otra opción son los empresarios de la estación que ya han expresado por un lado su malestar por que se les incluya en esta tesitura y por otro por pedirles que pongan dinero cuando recuerdan que para ello ya pagan impuestos. “Estamos dispuestos a ayudar a los bomberos con lo que sea necesario, pero ya pagamos suficiente”, asegura Enrique de la Higuera, portavoz de la patronal de Sierra Nevada.
Meses de desencuentro
En estas, la cronología del no acuerdo tiene dos momentos esenciales. El primero tuvo lugar en las semanas posteriores al anuncio de la Diputación de Granada de negociar con la Junta de Andalucía. No hubo tales negocios, sino simples contactos formales que dieron lugar a que no hubiese una reunión seria hasta principios de febrero, cuando ya suele quedar la mitad de la temporada de esquí. En esas fechas, tuvo lugar el segundo momento clave: la redacción de un informe que ha servido a unos y a otros para no ponerse de acuerdo. La Diputación remitió a la Junta un documento sobre la necesidad de que hubiese bomberos en la estación de esquí. En el mismo se asegura que “el servicio de Extinción de Incendios y Salvamento está garantizado” lo que para el Ejecutivo regional es un motivo de peso para no tener nada sobre lo que negociar.
Así, la Junta de Andalucía no ha respondido a dicho informe ni se han entablado más reuniones sobre el tema en los dos últimos meses. Mientras, la Diputación de Granada afirma que sigue esperando a que el Gobierno andaluz responda a un documento al que no tienen intención de responder por no ver razones para ello, según explican fuentes regionales a este medio. De esta forma, desde el ente provincial se dan de margen hasta después de Semana Santa para que la Junta quiera entablar una nueva reunión y si no es así, se volverá a solicitar dicho encuentro. Mientras, crecen los rumores entre los sindicatos de bomberos de que el Ejecutivo andaluz estaría esperando a que se acercasen las elecciones para ofrecer su apoyo a la llegada del retén.
En todo caso, el malestar es más que evidente entre los profesionales. Benjamín Capilla, uno de los representantes sectoriales del cuerpo provincial que depende de la Diputación, se muestra muy pesimista. “No tenemos personal ni para dar un servicio con las mínimas garantías en los parques que ya están abiertos. Estamos pidiendo aumento de mínimos y más personal todos los servicios de la provincia. Podría forzarse el tema un par de años, pero a largo plazo es insostenible sin una oferta de empleo público potente”. Duda que haya un retén ni siquiera para la próxima temporada. “Un camión o una infraestructura la presentas y no pide pan. Un trabajador pide derechos y dar un servicio en condiciones y eso es una china en sus zapatos y es lo que más le cuesta a los políticos”.
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