Sucesos
Técnicos de la Junta de Andalucía trabajan para evitar más derrumbes en los accesos a Sierra Nevada
El desprendimiento este domingo de una ladera a la altura del kilómetro 16 de la carretera de Sierra Nevada (A-395) mantiene cerrado parcialmente el principal acceso por carretera a la estación de esquí granadina. Un hecho que se prolongará sin fecha, aunque los técnicos de la Junta de Andalucía trabajan con maquinaria pesada para retirar los escombros y asegurar la montaña para evitar episodios similares. La consigna en estos momentos pasa por afianzar la seguridad de las laderas adyacentes, al tiempo que se han habilitado accesos alternativos a Pradollano.
El derrumbe, que tuvo lugar al mediodía del domingo y que cayó sobre un restaurante situado en ese punto, provocó daños de diversas consideraciones a cinco personas que resultaron heridas y generó desperfectos en algunos vehículos. Inmediatamente se procedió a la clausura de la carretera ante la imposibilidad de que se pudiera circular por ella debido al gran tamaño de las rocas que cayeron sobre la carretera. Esto obligó a desviar el tráfico tanto por la carretera de El Purche con salida en Monachil como por el municipio de Güejar Sierra, provocando tráfico lento en algunos puntos, sobre todo en Monachil, aunque su alcalde, José Morales, afirma que “todo está controlado”.
Desde entonces, dispositivos de la Guardia Civil de Tráfico controlan los acceso a la montaña granadina, permitiendo solo aquellos vehículos autorizados y autobuses que han de acceder con escolta policial por precaución. Especialistas de la Junta de Andalucía trabajan con maquinaria pesada para limpiar la carretera y al mismo tiempo asegurar que ninguna de las laderas próximas a la del desprendimiento pueda colapsar también. Fuentes policiales confirman que se están haciendo “trabajos complejos” por la magnitud del desprendimiento.
Si bien el derrumbe se produjo a mediodía del domingo, en pleno fin de semana y cuando más actividad hay en la estación de esquí de Sierra Nevada, la intención es que la carretera pueda quedar liberada cuanto antes para que la afectación a la temporada invernal sea la mínima posible. Mientras eso sucede, la Consejería de Fomento junto con la dirección de Cetursa, la dirección general de Infraestructuras y servicios de emergencias, han puesto en marcha un plan alternativo para los accesos y salidas desde la montaña.
Un plan alternativo
Turismos, microbuses y furgonetas podrán subir hasta Pradollano utilizando la carretera de El Purche, a través de Monachil, y podrán bajar de la estación por la carretera de Güejar Sierra. Por otro lado, autobuses y camiones de suministros autorizados podrán acceder a Sierra Nevada en los horarios que se habilitado para ello, contando con escolta policial. Se podrá subir de 7 a 7 y media de la mañana, bajar de 2 a 2 y media de la tarde y se ha habilitado un tramo horario de 6 y media a 7 de la tarde tanto para subida como para bajada. Tramos que pueden variar en función de los trabajos de desescombro.
Pese a que el cierre de la carretera principal de acceso a la estación de esquí supone un contratiempo para la economía vinculada al turismo de nieve, Enrique de la Higuera, vicepresidente de la Asociación de Empresarios de Sierra Nevada, se muestra optimista: “Algunos clientes han cancelado o que se devolviese el dinero, pero son casos de fuerza mayor. Algunos lo que han hecho ha sido cambiar las fechas. A este momento los daños económicos no son significativos, pero vamos a ver qué pasa. Tenemos la fortuna de que los trabajos estén afectando sobre todo a los días de semana cuando hay menos visitantes”.
“Están trabajando 24 horas desmontando y asegurando la zona para que no haya más desprendimientos”. El empresario también avanza que desde la Junta de Andalucía les han comunicado que la voluntad es que la carretera pueda quedar despejada este mismo viernes, justo en el momento en el que se espera que vuelva a haber más afluencia de visitantes. “Dentro del problemón que se nos presentaba este domingo, es de agradecer que no haya habido daños personales, más allá de los cinco heridos. Las piedras que han caído son impresionantes”.
Un proceso natural que se podía prever
Sin embargo, este suceso plantea también otras cuestiones sobre si se puede reproducir en otro momento o en otro punto de la montaña. José Miguel Azañón, catedrático de Geodinámica de la Universidad de Granada (UGR), sostiene que “probablemente la ladera se ha venido abajo por procesos de congelación y descongelación que va generando el agua que entra en fisuras y grietas”. El líquido aumenta su volumen y “progresivamente va a haciendo que la fisura sea cada vez más grande hasta que falla”.
Azañón entiende que, en vista de que el talud que se ha desprendido está algo más alejado de la carretera que en otros puntos, “quizá se le ha puesto menos énfasis en vigilarlo”. No obstante, el catedrático deja claro que se trata de un “proceso natural” que se da sobre todo en zonas de alta montaña como lo es Sierra Nevada. “Lo que ocurre es que, en este caso, parece ser que ya se habían dado algunos desprendimientos con algunos bloques. Eso es importante porque estos pequeños derrumbes son los que pueden hacer pensar con carácter premonitorio de que puede haber una inestabilidad mayor”.
Por otro lado, el especialista estima que la caída del talud “ha dejado en una situación de estabilidad bastante precaria a la que no ha caído y, por lo tanto, habría que hacer un análisis de este punto para ver qué tipo de medidas de contención se pueden adoptar”. Un extremo en el que, según fuentes de la Junta de Andalucía y la Guardia Civil, se está trabajando desde que quedase cortado el acceso por el derrumbe de la ladera.
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