Adelante Andalucía se rompe. Los partidos de izquierda que hace dos años se unieron para concurrir juntos y con más fuerza a las autonómicas de 2018 -Podemos e IU- se han enfrascado en una crisis interna que amenaza con despeñar el proyecto de “una gran confluencia andaluza”. IU ha dado un ultimátum a Teresa Rodríguez y los Anticapitalistas: o retiran la marca Adelante Andalucía del registro de partidos políticos del Ministerio de Interior, que la gaditana aspira a usar en las próximas elecciones generales, o librarán una batalla “jurídica y política” contra sus socios por el control de la confluencia, han confirmado a eldiario.es fuentes de la dirección regional de IU.
El coordinador regional Toni Valero va a solicitar una reunión urgente de todos los partidos que integran Adelante y espera la “rectificación” de Rodríguez como “última posibilidad de evitar la ruptura”. Valero ha trasladado a su equipo de confianza que los Anticapitalistas se han hecho con el control de Adelante para reconvertirlo en un partido pseudo nacionalista, y siente que para IU “es muy complicado seguir dentro”, porque “está siendo arrinconada dentro de un proyecto que ya no es el que creamos hace dos años”. La maniobra de Valero empuja a campo abierto una guerra soterrada cuya prórroga era insostenible: “Sin IU ni Podemos, Adelante Andalucía será una marca blanca de otra cosa”, avisaba hace unos días a la gaditana.
Tras leer la noticia en este periódico, la presidenta de Adelante, Teresa Rodríguez, ha respondido este viernes a sus socios que “no preparen el relato de su marcha de la confluencia”. “IU debería plantear ese debate en la mesa de la confluencia. Si es una excusa para salirse, nosotros no queremos que salgan. Le invitamos a recapacitar, a que se queden en el grupo parlamentario, a que no se vayan al Grupo Mixto, a que se queden en la confluencia y sigan construyendo Adelante”, ha asegurado en Sevilla.
IU está muy molesta con Rodríguez porque en mitad de la pandemia del coronavirus, y justo antes de abandonar la ejecutiva de Podemos Andalucía, la gaditana utilizó su voto dentro de Adelante para facilitar la entrada de su otro partido (Anticapitalistas). Luego, con el voto de Anticapitalistas aprobó un documento político que propone a Adelante como marca electoral en las próximas generales. “Los anticapis tienen secuestrado Adelante Andalucía. Ellos toman las decisiones políticas sin consenso y nosotros no podemos continuar dentro de un barco que va en una dirección contraria a nuestro proyecto político. Las bases de IU deben saber que nos han robado el partido”, explican desde la dirección.
IU lleva desde el pasado 19 de diciembre presionando sin éxito a sus socios para que den de baja a Adelante del registro de partidos políticos. Los Anticapitalistas se niegan y los comunistas han dejado de participar en las reuniones del grupo motor de la confluencia. Cuando llegue el momento de las generales, IU no quiere tener un pie dentro de Adelante y otro en Unidas Podemos, coalición de la que también forma parte y que comparte el Gobierno con el PSOE.
El órdago de IU va a librarse en dos escenarios: en los tribunales, a través de una denuncia por la “usurpación” y el “uso ilegítimo” de la marca Adelante para convertirla en un “partido instrumental” sin el consenso de IU; y dentro del grupo parlamentario Adelante Andalucía, que cuenta con 17 diputados: 11 del equipo de Rodríguez -que acaban de salirse en bloque de Podemos, pero conservan sus escaños- y los otros seis de IU.
La batalla en los tribunales
Adelante nació como una coalición electoral donde estaban Podemos, IU y dos agrupaciones andalucistas menores: Primavera Andaluza e Izquierda Andalucista. El año pasado, poco antes de las generales del 10 de noviembre, el equipo de Teresa Rodríguez inscribió la marca en el registro de partidos “para evitar que el entorno de Íñigo Errejón se hiciera con los derechos” [finalmente concurrió bajo el nombre de Más País - Andalucía]. La dirección de IU fue informada y se mostró favorable.
Pero en el momento de acudir al notario, se personaron tres miembros de Anticapitalistas y uno de IU, que intentó aplazar el registro para no estar en desigualdad numérica respecto a sus compañeros. No lo logró. Como representante legal única de Adelante aparece Olga Negrón Rojas, militante de Anticapitalistas y próxima a Teresa Rodríguez. En nombre de IU firmó su responsable de finanzas, Salvador Fuentes, pero sólo en calidad de testigo. “Nos la jugaron. El partido instrumental Adelante Andalucía lo registraron ellos y son los que tienen plenos poderes”, dicen, conscientes de la dificultad de librar un pulso en los tribunales.
La batalla en el Parlamento
La segunda batalla, la que se librará dentro del grupo parlamentario, es mucho más compleja: si permanecen juntos bajo el paraguas de Adelante, puede desaparecer la disciplina de voto y visibilizarse dos estrategias enfrentadas dentro de la coalición. Otra posibilidad es que los seis diputados de IU abandonen Adelante y traten de formar el Grupo Mixto, como barajan los de Valero. Sin embargo, los letrados del Parlamento advierten de que el reglamento de la Cámara no permite que se constituya el Grupo Mixto a partir de la escisión de un partido, y menos con la legislatura ya empezada.
En los años noventa se introdujo una reforma del reglamento para evitar expresamente esta posibilidad: fue una manera de evitar los casos de transfuguismo que se habían producido en el pasado. La dirección de IU ha consultado con abogados y cree que sí puede formar Grupo Mixto y trabajar de forma autónoma, manteniendo su parte de las subvenciones de Adelante -el 35% de 1,6 millones de euros al año-; y un turno de intervención propio en los plenos y las sesiones de control al Gobierno. Eso sí, pasarían a llamarse Grupo Mixto.
Para que esta fórmula prospere, fuentes del Parlamento aclaran que tendría que darse un “acuerdo político” o una reforma del reglamento, avalada por la Mesa, órgano rector de la Cámara. En IU admiten que es un escenario “complejo”, porque la composición de la Mesa es de mayoría conservadora -PP, Ciudadanos y Vox-, y Adelante ni siquiera tiene un representante dentro. Es decir, la posibilidad de que los comunistas se escindan de los anticapitalistas para formar grupo propio en el Parlamento depende en última instancia de que la derecha y la extrema derecha lo apruebe.
Con el PSOE y contra el PSOE
Dar de baja a Adelante Andalucía del registro de partidos es la condición más tajante de IU en su “ultimo intento” por salvar la confluencia, pero hay dos exigencias más: el rechazo a cogobernar con el PSOE no podrá formar parte del programa político de Adelante, como defienden los Anticapitalistas, en todo caso esa decisión se someterá a consulta de los inscritos en la coalición. A cambio, y este es el tercer punto, IU se compromete a mediar con Pablo Iglesias para que los diputados andaluces en el Congreso tengan un subgrupo propio dentro de Unidas Podemos, un espacio específico como el que tienen los gallegos (En Marea). Pero nunca con la autonomía política de la que disfruta En Comú Podem, que es un partido distinto, ligado políticamente a Podemos, en el que Teresa Rodríguez proyecta sus aspiraciones para llevar Adelante al Congreso de los Diputados.
Los anticapitalistas abandonaron Podemos por su rechazo visceral al Gobierno de coalición con el PSOE, que fue refrendado por el 96% de los inscritos del partido morado en Andalucía. La sustituta de Teresa Rodríguez en la dirección regional de Podemos es la diputada en el Congreso Martina Velarde, próxima a las tesis de Iglesias, que acaba de aterrizar con intención de cambiar el rumbo del partido. Velarde y Toni Valero van a empezar a cruzar estrategias para fortalecer la coalición Unidas Podemos, reivindicando la acción del Gobierno central en Andalucía, y eso pasa también por reconsiderar su relación con el PSOE andaluz. Un acercamiento a los socialistas con el objetivo de desbancar del poder “a las tres derechas” es una hoja de ruta que previsiblemente terminará enfrentando a IU y a la nueva dirección andaluza Podemos con los Anticapitalistas, y alejándoles de Adelante Andalucía.