El Parlamento de Andalucía ha dejado este miércoles otro hecho inédito grabado en el diario de sesiones, algo que no había ocurrido jamás en los últimos 36 años. El examen de idoneidad de los futuros senadores designados por la comunidad autónoma pasó de ser un acto protocolario, en el que todos los grupos, “por lealtad institucional”, apoyan por unanimidad a todos los candidatos elegidos por sus rivales, para convertirse en un tenso debate en el que se sometió a los aspirantes a duras preguntas de corte político.
El resultado fue un indicio de lo que depara esta undécima legislatura: Vox y la coalición Adelante Andalucía (Podemos-IU) polarizaron el debate y protagonizaron una bronca en el que terminaron anulándose mutuamente, es decir, votando uno en contra del candidato propuesto por el otro. “¿Va usted al Senado a defender una república federal? Porque en ese caso no la apoyaremos”, le espetó el portavoz de la formación ultraderechista, Alejandro Hernández, a la candidata a senadora por Adelante Andalucía, la ex diputada de Podemos, Esperanza Gómez. “¿Va usted a defender el Estatuto de Autonomía que califica Andalucía como nacionalidad histórica? ¿Qué sentido tiene designar para este órgano a un miembro de una formación que quiere liquidar el Estado de las Autonomías, el autogobierno de las comunidades, la descentralización administrativa y el propio Senado”, preguntó la parlamentaria de Adelante y ex senadora, Maribel Mora, al candidato a senador de Vox, Francisco José Alcaraz.
El cruce de acusaciones entre ambos derivó en una votación que nunca antes ha tenido lugar en el seno de la Comisión Consultiva de Nombramientos, Relaciones con el Defensor del Pueblo y Peticiones del Parlamento. De los nueve candidatos a senadores andaluces, los tres del PSOE, los dos del PP y los dos de Ciudadanos recibieron el voto unánime de idoneidad. No ocurrió así con la senadora de la coalición de izquierdas y con el representante del partido ultraconservador, que se intercambiaron votos en contra. El PSOE, además, se abstuvo en la votación de idoneidad del aspirante de Vox.
Esta comisión en la se presentan los candidatos a la Cámara Alta suele pasar desapercibida, pero esta vez se han roto las costuras institucionales. Por ejemplo, cuando el veterano ex presidente del PP andaluz, Javier Arenas, ha presentado sus credenciales para repetir como senador haciendo una defensa entusiasta del Estatuto andaluz -cuya reforma negoció personalmente en 2007- y de su andalucismo. “Mi nombre es Javier Arenas y ante todo me considero un andaluz de los pies a la cabeza. Soy andaluz y ejerzo de andaluz”, dijo. Que esta frase iba a despertar recelos en Vox, el partido que sostiene al Gobierno del popular Juan Manuel Moreno Bonilla, lo demuestra la reacción inmediata del portavoz de este grupo en la comisión. “Señor Arenas, no se le olvide que el interés de Andalucía está supeditado al interés superior de España”, le replicó Hernández. El veterano líder del PP andaluz, que abogó por una “reforma autocrítica de la Constitución” pensando para “los ciudadanos, no los territorios”, respondió contundente al representante de Vox: “No es incompatible sentirse andaluz y español. Jamás disociaré Andalucía y España. Sentirme andaluz es la mejor manera que tengo de ser español”, dijo.
La ex senadora de Podemos y hoy diputada de Adelante Andalucía, Maribel Mora, ha preguntado a todos los candidatos por su visión sobre la Cámara Alta. El momento más incisivo ha sido su cara a cara con el candidato de Vox, Francisco José Alcaraz, el que fuera presidente y portavoz de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) entre 2004 y 2008. “Mi grupo está a favor de eliminar las autonomías y el Senado”, había dicho el aspirante de la formación de Santiago Abascal. “¿Qué sentido tiene que vaya usted al Senado”, le inquirió Mora.
El cara a cara fue seguido con cierto disgusto por la diputada y vicepresidenta de la Mesa del Parlamento, Esperanza Oña, molesta porque se estaban “saltando” los márgenes de un “acto institucional”. “Vox es un grupo constitucionalista y nos atenemos a las reglas del juego. Hay otros partidos en el Congreso que abogan también por acabar con el Senado, con la Casa Real e incluso con destruir España, y nosotros defendemos a los ciudadanos españoles que están en contra de las autonomías y defienden la recentralización. Es necesario que Vox tenga voz en el Senado”, le respondió Alcaraz a la diputada morada.
En su turno, el portavoz del partido ultraconservador se dirigió a su candidato al Senado con tono más cordial, pero deslizando una ráfaga de insultos al Senado. “Le deseo mucha suerte en estos tiempos en los que ves como delincuentes, criminales, convictos e incluso condenados copan las instituciones”, le dijo Hernández a Alcaraz, que compartirá grupo parlamentario mixto en la Cámara Alta con Ciudadanos, Bildu, Coalició Compromís, Foro, Nueva Canaria, Agrupación Socialista Gomera y Unión del Pueblo Navarro.
Hernández fue muy duro con la candidata de Adelante Andalucía, la profesora de Derecho Constitucional, Esperanza Gómez. La ex parlamentaria de Podemos, una de las más activas en la pasada legislatura, recordó su colaboración con la Fundación Alfonso Perales en un libro que desarrolló el modelo federal del país. Esto sirvió al portavoz de Vox para preguntarle si pretende defender en el Senado una “república federal”.
La discordia en la comisión previa se trasladó luego a la votación posterior en el pleno del Parlamento. No hubo unanimidad en la votación de los senadores, como suele ocurrir, y cada candidato obtuvo un apoyo distinto según el partido al que perteneciera. El menos votado de la historia autonómica fue Alcaraz, el senador de Vox, elegido con 59 votos, frente a los cien de los senadores del PSOE, los 90 del PP y Ciudadanos y los 70 de la senadora de Adelante Andalucía.