El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, ha visitado este jueves Linares, la segunda población más habitada de la provincia de Jaén y la ciudad con más paro de España, donde ha sido recibido por los abucheos y pitos de alrededor de un millar de personas. Allí ha presentado un plan con el que espera que se solucionen los principales problemas económicos de la ciudad, que hace justo una década, cuando se cerró la automovilística Santana Motor, puso todas sus esperanzas en el llamado Plan Linares Futuro, que no ha llegado a materializarse.
El objetivo oficial de la visita era reinaugurar el edificio del Ayuntamiento que ha estado más de una década en obras, pero la realidad es que su intervención ante los medios de comunicación se ha centrado en el verdadero propósito, el anuncio de ese nuevo plan llamado ‘Plan de Reacción Inmediata’.
Una entrada sin buen pie
La entrada en el edificio no ha sido con buen pie, no solo por los gritos de las personas que lo esperaban desde una hora antes para recriminarle la falta de inversión y los incumplimientos de promesas electorales, sino porque al bajarse del coche lo ha hecho sin mascarilla, y aunque al entrar en el Ayuntamiento se la ha puesto, le han llovido las críticas, especialmente en redes sociales.
De hecho, durante su intervención ante los medios de comunicación, ha dicho que se ha discutido en su gabinete sobre si debía venir o no a la ciudad, pero que él da la cara, toma decisiones y asume la crítica.
“Era el momento de venir a demostrar que el Gobierno de Andalucía y su presidente van a estar siempre con Linares. Ojalá vengan más dirigentes para poner entre todos el foco en Linares, en su proceso de desarrollo y de reindustrialización. Mis dos antecesores no vinieron nunca, decisión que respeto. En los últimos seis años, he venido 18 veces y no tengo problema en volver para aportar mi granito de arena en la solución de los problemas sociales y económicos de Linares”, ha asegurado.
Reivindicaciones históricas
Porque los linarenses, con amplio historial de movilizaciones, han vuelto estos días a “levantarse y salir a la calle”, tras conocerse el lunes, día 18, que el Corte Inglés abandonaba de forma “temporal” la ciudad tras casi veinte años. No es solo una empresa más que les abandona, algo que se ha sucedido en los últimos años, sino la “gota que colma el vaso” en un ciudad vapuleada por distintas crisis.
Desde el día 18 las protestas han sido continúas, dentro de las limitaciones de la crisis sanitaria. El mismo lunes centenares de linarenses hacían sonar sus cacerolas desde sus balcones el miércoles y varias decenas de personas se concentraban ante las puertas del centro comercial con gritos de “Linares no se cierra”.
Y para el jueves por redes sociales se convocó a las 10.00 un recibimiento para el presidente de la Junta “como se merece”, según decía el mensaje: “Cacerolada, coches pitando por la ciudad, y concentración respetando la distancia de seguridad, que hay que tener respeto y miedo por el Covid-19”.
Además se prepararon esquelas donde se anuncia la defunción de Linares y carteles amarillos con frases como #YoCreoEnLinares ¿y tú? Muchas de las personas concentradas para recibir a Juan Manuel Moreno llevaban en sus manos llaves mientras gritaban Linares no se cierra.
Un nuevo Plan Linares
Este nuevo plan, ya que no es el primero que se anuncia para la ciudad, se centra en inversiones para el envejecido parque empresarial donde se ubicaba la desaparecida Santana Motor, inversiones para nuevas empresas, para mejoras ferroviarias y para el Complejo arqueológico de la ciudad ibero romana de Cástulo, situado a unos cinco kilómetros de la ciudad.
“El parque empresarial Santana será de los linarenses y para los linarenses. Una cuestión que es prioritaria y que constituye una demanda histórica del conjunto de la sociedad de Linares”, ha asegurado Moreno.
Esta medida histórica fue una de las grandes luchas del anterior alcalde Juan Fernández, que le llevó a numerosos enfrentamientos con el PSOE, el que fue su partido durante décadas. Hay que tener en cuenta que la Junta de Andalucía es la dueña de los terrenos y que las principales quejas se centraban en la burocracia, los precios y lo difícil que era acceder a la compra o alquiler de las naves por parte de las empresas que se interesaban en instalarse en él.
Para hacer más atractivo el parque empresarial, que cuenta con instalaciones muy antiguas, ha anunciado la inversión de seis millones de euros que también incluirán la limpieza y obras de demolición.
Además de un fondo de inversión exclusivo para Linares, dotado con cinco millones para impulsar startup e iniciativas empresariales, que será financiado por la Junta, el Ayuntamiento de Linares, la Universidad de Jaén y la Cámara de Comercio. Igualmente, se pondrán en marcha programas de emprendimiento y startups a través de la Aceleradora Emprende en Linares y se mejorará la transferencia del conocimiento y el desarrollo empresarial con la Universidad de Jaén, a través de la Escuela Politécnica superior de Linares.
En el ámbito de la cultura, el plan se centra en el Conjunto Arqueológico de Cástulo, referencia de la cultura ibera, con actuaciones de mejoras en el abastecimiento de agua, con una inversión de 630.000 euros, y obras en el museo arqueológico monográfico, por 78.000 euros. Con lo que se espera fomentar el turismo en la zona cuando acabe la pandemia.
Mejora de las comunicaciones ferroviarias
Otra de las líneas fundamentales del plan anunciado este jueves son las inversiones ferroviarias. La finalización del ramal ferroviario Linares-Vadollano, unas obras que comenzaron en 2009 y que han sido paralizadas en varias ocasiones; así como la obra de conexión de este ramal con la línea Madrid-Cádiz, dentro de la estación de Vadollano.
Ha dicho también el presidente que se está estudiando la conexión de este ramal con el propio Parque Empresarial de Linares, aunque la realidad es que en agosto de 2016 la Consejería de Fomento y Vivienda recibía la autorización del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) para conectar la red ferroviaria con el nuevo ramal que se ejecutaba entre las antiguas instalaciones de Santana, y la estación de trenes de Vadollano.
Estas medidas han sido reclamadas en muchas ocasiones durante décadas, de hecho se recogen también en el pacto firmado ayer por los agentes políticos, sociales y económicos de la ciudad, que han elaborado un manifiesto sobre reivindicaciones históricas de la ciudad.
Así se lo ha manifestado al presidente de la Junta el alcalde de la ciudad, Raúl Caro-Accino, que le ha prometido lealtad institucional siempre y cuando la respuesta de la Junta y de otras administraciones sean “efectivas y reales” y ha insistido en que la ciudad “no aguanta más”.
“No podemos soportar más contratiempos. La situación de emergencia en la que se encuentra la ciudad nos obliga a todos a tomar medidas contundentes”, ha dicho.
Lo mismo opinan muchas de las personas que se encontraban este jueves protestando a las puertas del Ayuntamiento, algunas de ellas eran niños cuando en 2011, ante un abarrotado salón de plenos, los entonces consejeros andaluces de Economía, Innovación y Ciencia, Antonio Ávila; de Empleo, Manuel Recio, y de Hacienda y Administración Pública, Carmen Martínez Aguayo, junto a los secretarios generales de UGT-A, Manuel Pastrana, y CCOO-A, Francisco Carbonero, hablan del Plan Linares Futuro como lo mejor que le puede pasar a Linares.
Objetivos ambiciosos, como reconocía en el documento, “pero posibles”, decían y que tenía previsto generar entre febrero y julio de ese año más de cien puestos de trabajo y permitir el mantenimiento de otros doscientos. Incluso el propio José Antonio Griñán, como presidente de la Junta de Andalucía, anunció en una visita la implantación de manera progresiva de siete empresas relacionadas con los sectores de la comunicación, las tecnologías de seguridad, la creación de “software factory”, la fibra óptica, la maquinaria agrícola y los servicios de consultoría. Ninguna de ellas se encuentra en la actualidad en las instalaciones.