La sanidad privada gana terreno en Jaén: de cero a 2,3 millones de dinero público en un año para derivar pacientes

El “peso creciente de la privatización” de la sanidad en Andalucía que este lunes denunciaba un informe basado en datos oficiales presentado por los sindicatos y la Marea Blanca tiene un claro ejemplo en Jaén. Hasta hace muy poco, Jaén era una de las pocas provincias andaluzas sin hospitales privados. Hoy ya hay uno funcionando y otro en obras. Mientras esto sucede, el Hospital Universitario de Jaén acumula esperas de hasta un año para operaciones traumatológicas, falta de personal especialmente en áreas como quirófano y tiene camas cerradas incluso en temporada alta, según denuncian los profesionales. Esta nueva realidad, con los sanitarios de la pública y la ciudadanía en pie de guerra y con la privada abriendo nuevos centros, se dibuja en los 2,3 millones de euros que la Junta de Andalucía ha invertido en apenas un año para derivar a miles de pacientes, según datos oficiales del Servicio Andaluz de Salud (SAS) a los que ha accedido elDiario.es Andalucía.
La estrategia, según denuncian fuentes sindicales, es clara: “Dejar caer lo público para justificar las derivaciones. Primero recortas, luego saturas y después vendes como solución lo que antes era innecesario”. Las cifras y los movimientos urbanísticos acompañan esa lectura: la Ciudad Sanitaria sigue parada pese a las promesas, sin avances significativos salvo la licitación de la futura lavandería, mientras la sanidad privada consolida su presencia con la construcción de un nuevo hospital privado a las afueras de la capital y la puesta en funcionamiento del Hospital Metropolitano, al que van a parar muchos de los pacientes a los que el Hospital Universitario no puede atender.
Según las cifras del SAS, hasta el pasado 2 de diciembre de 2024 la sanidad pública había derivado a la privada de Jaén a 1.270 pacientes por valor de 2.295.337,79 euros. Teniendo en cuenta que el Hospital Metropolitano abrió sus puertas en 2023, pero no empezó a realizar derivaciones hasta finales de ese mismo año, según fuentes sanitarias, esta cifra se ha producido en apenas doce meses. Algo que para los profesionales y los sindicatos demuestra una acción política destinada a mermar los recursos públicos para que la ciudadanía acabe optando por la privada.
Mientras tanto, el hospital público resiste con dificultades. Desde el propio SAS reconocen que el Hospital Universitario ha tenido que aumentar su “actividad extraordinaria” en un 40% en lo que va de año, y su actividad ordinaria en un 25%. Aun así, la respuesta del Gobierno andaluz insiste en que “no hay saturación” y que hay 235 camas libres. Sin embargo, fuentes internas del centro lo desmienten: “Esa cifra es una trampa. Son camas cerradas por falta de personal. No se pueden usar porque no hay quien atienda a los pacientes”.
Los sindicatos no se creen tampoco al SAS. Son datos “maquillados” que esconden, por ejemplo, que “se están derivando cirugías complejas (como caderas, rodillas y columna) a clínicas privadas como el Hospital Metropolitano, en detrimento de la sanidad pública”. La premisa, según denuncian, es alegar que las listas de esperas están saturadas para justificar que se derive a los pacientes, pero la realidad, aseguran, pasa porque “no se está invirtiendo en la mejora del hospital público ni en la del personal”.
Cansancio entre el personal
Precisamente en traumatología, una de las especialidades más demandadas, las esperas superan los 10 ó 12 meses en muchos casos. “Están derivando operaciones de prótesis de cadera y rodilla a Córdoba o incluso a centros privados. La gente no sabe a qué hospital la van a mandar cuando la llaman”, denuncian desde el centro. Algunas operaciones están yendo al hospital privado Metropolitano, inaugurado recientemente en la capital, con quejas por la atención recibida por parte de los usuarios.
Ana -nombre ficticio por temor a represalias- es una de las trabajadoras que vive en primera mano el “desmantelamiento” del hospital público de Jaén mientras la sanidad privada sigue sumando recursos: “El volumen de trabajo es el doble o el triple que hace 25 años”. Enfermera en Urgencias, padece la falta de médicos especialistas para derivar a los pacientes a los que hacen triaje. “Los especialistas nunca están disponibles de 8 a 3 de la tarde. Llegan a la hora que se les antoje y a las 2 ya han cerrado. El 80% de los especialistas están trabajando en la privada”, asegura.
Este medio ha intentado hablar directamente con médicos del hospital público pero, por temor también a represalias, han declinado participar en este reportaje. Quien sí lo ha hecho es Manuel, otro de los profesionales que lleva casi 20 años en el centro hospitalario y que, por ese motivo, conoce la evolución que ha experimentado la sanidad pública de Jaén. “Cada año va a peor”, lamenta. Él, que trabaja como fisio, denuncia que hay plazas sin cubrir y que están extenuados. “Notamos un abandono poco a poco de lo público”. Un argumento que defienden y respaldan desde los sindicatos.
De hecho, fuentes sindicales alegan que, entre los pacientes, hay preocupación cuando se les deriva a la sanidad privada. “Se hacen intervenciones rápidas que a veces salen mal y cuyo seguimiento y recuperación, sin embargo, debe costearlos la sanidad pública”. Además, “aunque se deriven operaciones a la privada, la atención primaria sigue saturada, porque es la puerta de entrada del sistema”.
Un plan “sin recursos”
La Junta justifica estas derivaciones como parte del Plan de Garantía Sanitaria, que, según sus datos, ha permitido reducir en un 47,59% la lista de espera quirúrgica en procedimientos garantizados fuera de plazo. El plan incluye “seguimiento de quirófanos, continuidades asistenciales y conciertos”. Pero la letra pequeña está en esos conciertos, según denuncian los implicados: la colaboración público-privada se refuerza, mientras los centros públicos afrontan una sobrecarga estructural sin refuerzos suficientes.
Y así, en atención primaria, el panorama tampoco es halagüeño. El SAS ha puesto en marcha planes de mejora de la accesibilidad, como el sistema backoffice o las llamadas consultas de acogida, desarrolladas por Enfermería. Según la Junta, este sistema resuelve el 52% de los casos que acuden sin cita, pero los sindicatos rechazan el triunfalismo: “Lo que falla es que no hay suficientes médicos ni profesionales de enfermería. No hay recursos. Se están sustituyendo servicios estructurales por soluciones-parches. Lo que antes era atención directa ahora es burocracia con apariencia digital”.
Mientras todo esto ocurre, la Ciudad Sanitaria de Jaén, anunciada desde hace años como el proyecto que resolvería los problemas históricos de la provincia en materia sanitaria, sigue atascada. A pesar de que ya existe un solar, las obras no han comenzado, y no hay cronograma claro. Solo se habla de la lavandería, que empieza a resonar casi como una broma de mal gusto entre los profeisonales, que además se quejan de que las actuales instalaciones del hospital público de Jaén se han quedado “obsoletas”.
Un panorama que contrasta con el hecho de que la privada va camino de abrir su segundo cetro hospitalario a menos de diez minutos del viejo hospital, cuyas obras avanzan a mayor ritmo que las de cualquier infraestructura pública sanitaria en la provincia. “Están dejando morir el hospital por inanición”, resumen las voces sindicales consultadas del Hospital Universitario de Jaén. “Cada día que pasa sin reforzar personal ni infraestructura pública, se refuerza el negocio de unos pocos”.
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