El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) cuenta con 24 institutos o centros de investigación -propios o mixtos con otras instituciones- tres centros nacionales adscritos al organismo (IEO, INIA e IGME) y un centro de divulgación, el Museo Casa de la Ciencia de Sevilla. En este espacio divulgativo, las opiniones de los/as autores/as son de exclusiva responsabilidad suya.
Abierto por COVID (y celebrando 300 entradas en este blog)
La redacción de estas líneas coincide en el tiempo con la celebración de la Noche de los Investigadores; quizás el evento más internacional en el que el personal que nos dedicamos a la investigación queremos dar a conocer nuestro trabajo y lo que somos. La situación sanitaria de pandemia en la que estamos inmersos en este año 2020 nos ha hecho reinventarnos, y ello nos ha dado la oportunidad de colarnos en las casas de la gente a través de internet. Hace apenas unos días celebrábamos también la Semana de la Ciencia, otro momento “grande” de la cultura científica, días en los que quizás algunos nos atrevimos a meter a algunas personas, muy tímidamente y a cuentagotas, en nuestros laboratorios, por no perder del todo ese contacto físico, con la gente y con los materiales de laboratorio, con las explicaciones, con las observaciones, y con la mirada de las personas que se enfrentan, igual por primera vez en su vida, con una observación científica, un experimento, o un razonamiento; especialmente los más jóvenes. Y ya estamos pensando en el siguiente evento…
Nos hemos tenido que reinventar, sí, pero no hemos “cerrado por COVID”.
La ciencia nunca descansa, no se rinde; y si hay un momento en el que tenemos que estar más activos que nunca, ese momento es ahora; cuando el mundo ha parecido pararse. Nosotros no nos paramos.
Nunca tantos ojos han mirado hacia la Ciencia buscando respuestas, soluciones; buscando un rayo de esperanza. Los científicos siempre estamos ahí, aunque no se nos vea. En un mundo necesitado de esperanza, debemos aprender a transmitir que el conocimiento generado en nuestros laboratorios mejora la vida de todos. Hoy o mañana. Pero tenemos que hacernos visibles, porque sólo así se entenderá nuestro papel en la sociedad. Nuestro trabajo cobra plenamente sentido cuando llega a los demás, y los demás se apropian de él. Lo hacen suyo. Lo aprehenden.
Con esta entrada cumplimos 300 posts en nuestro blog del CSIC Andalucía y Extremadura, La Cuadratura del Círculo. Cuando se propuso la creación del mismo, hace ya algunos años, quizás nunca pensamos que pudiese durar tanto. Pero si lo dudamos fue seguro porque no tuvimos en cuenta la implicación que nuestro personal investigador ha demostrado tener con la divulgación. 23 Centros de investigación, 1.800 personas, entre personal investigador y técnico, que atesoran tanto conocimiento y, sobre todo, tanta pasión por su trabajo, que no dudan en regalar cada semana una pequeña píldora de su saber, con el objetivo de hacer asequible, a todos, la ciencia que nos rodea, que nos envuelve. La ciencia de las pequeñas cosas, de los pequeños acontecimientos, y la ciencia de los grandes retos y las grandes proezas. Hemos podido mirar hacia lo más alto del universo, donde descubrimos la autoría de los instrumentos que miden el tiempo en Marte, o aprendemos cosas del magnetismo solar; pero también hemos descendido a la profundidad de las cuevas para entender el cambio climático, o para encontrar cristales gigantes que nos transmiten la belleza del orden. Hemos paseado por nuestros océanos, descubriendo qué misterios entrañan y qué información nos aportan, y luego hemos navegado con tortugas por el Mediterráneo. Nos hemos relamido con productos de cercanía que antes eran muy lejanos, como el cacao, o los aguacates, y hemos podido descubrir que las plantas leguminosas tienen en común con algunos microorganismos el poder contribuir a mitigar el cambio climático. Nos hemos preocupado por nuestros bosques, aprendido sobre especies invasoras, vigilado las plantas del corredor verde del Guadiamar, y diseñado formas más eficientes de riego. Hemos aprendido formas de convivencia, la relevancia de las tomas de decisiones, cómo entender las elecciones; hemos discutido sobre bienestar, sobre privacidad, y hasta hemos descubierto con asombro que, ya en la Edad Media, ¡había equivalentes al programa Erasmus! Nos hemos sumergido en nanomundos, codeado con microbios, y hemos visto pasar productos directamente del laboratorio al mercado. Hemos aprendido nuevas cosas sobre el cáncer, sobre el lupus, sobre el sida, y a distinguir la desertización de la desertificación. Ahora entendemos por qué nos atraen algunos alimentos más que otros, y qué tienen que ver los radicales libres con los pimientos dulces…
Han sido cerca de siete años sin faltar a esta cita semanal. De la mano de todo el personal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Andalucía y Extremadura, confiamos en seguir, durante muchos más años, acompañando a todos los que deseen seguir compartiendo con nosotros la maravillosa aventura de aprender cosas nuevas.
La redacción de estas líneas coincide en el tiempo con la celebración de la Noche de los Investigadores; quizás el evento más internacional en el que el personal que nos dedicamos a la investigación queremos dar a conocer nuestro trabajo y lo que somos. La situación sanitaria de pandemia en la que estamos inmersos en este año 2020 nos ha hecho reinventarnos, y ello nos ha dado la oportunidad de colarnos en las casas de la gente a través de internet. Hace apenas unos días celebrábamos también la Semana de la Ciencia, otro momento “grande” de la cultura científica, días en los que quizás algunos nos atrevimos a meter a algunas personas, muy tímidamente y a cuentagotas, en nuestros laboratorios, por no perder del todo ese contacto físico, con la gente y con los materiales de laboratorio, con las explicaciones, con las observaciones, y con la mirada de las personas que se enfrentan, igual por primera vez en su vida, con una observación científica, un experimento, o un razonamiento; especialmente los más jóvenes. Y ya estamos pensando en el siguiente evento…
Nos hemos tenido que reinventar, sí, pero no hemos “cerrado por COVID”.