¿Cuántos animales mueren atropellados? SAFE intenta responder

Todo el mundo ha visto algún animal atropellado y buena parte de la población sabe que algunas especies emblemáticas y muy amenazadas, como el lince ibérico, se ven seriamente perjudicadas por la mortalidad en las carreteras. Sabemos además que tener un accidente con animales grandes, ya sean salvajes o domésticos, entraña un grave peligro para los ocupantes de los vehículos. En definitiva, la gente tiende a tener una buena ración de información sobre atropellos de fauna y está ampliamente extendida la conciencia de que los atropellos son una amenaza para muchas especies. En este contexto no deja de resultar sorprendente lo poco que en realidad sabemos sobre la magnitud del problema de los atropellos de fauna. De hecho, a día de hoy, no contamos con una base de información suficientemente sólida como para responder, con una estima razonable, a la simple pregunta que introduce esta columna. El proyecto SAFE (Stop Atropellos de Fauna en España) nace con la vocación rellenar ese vacío de conocimiento, estimando cuántos individuos de cada especie de vertebrado fallecen atropellados cada año en España e identificando las épocas y circunstancias (tipos de carretera o de hábitats que éstas atraviesan) en las que se atropellan más o menos animales.

SAFE está impulsado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) y espera acumular información recogida en muchos itinerarios, visitados en repetidas ocasiones y repartidos por todo el territorio español. En cada una de las visitas a un itinerario se anotarán todos los individuos atropellados de todas las especies de vertebrados o la ausencia de atropellos. Debido al calibre de esta empresa, SAFE ha tomado la forma de iniciativa de ciencia ciudadana, apoyándose en la implicación de voluntarios. Para movilizar la participación, SAFE integra a tres de las principales sociedades científicas del país, la Asociación Herpetológica Española (AHE), la Sociedad Española para la Conservación y el Estudio de los Mamíferos (SECEM) y la Sociedad Española de Ornitología (SEO). Para afrontar los numerosos retos metodológicos que entraña el proyecto SAFE cuenta con la dirección científica del CSIC, desde la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC).

Las personas que participen como voluntarias en SAFE elegirán un itinerario por carreteras, que recorrerán, siempre de la misma manera, al menos una vez al mes durante un año, preferentemente en bicicleta, aunque también existe la opción de hacerlo a pie o en automóvil. El registro de las visitas y de los atropellos que en éstas se detecten se hará a través de la plataforma observation.org, una iniciativa sin ánimo de lucro para el almacenamiento y la distribución de observaciones de biodiversidad. Observation.org opera en todo el planeta, da apoyo a numerosos proyectos de ciencia ciudadana, como SAFE, y ha desarrollado aplicaciones para dispositivos móviles que facilitan la toma de datos a lo largo de itinerarios, que serán de uso recomendado en SAFE. El proyecto ha confeccionado una serie de documentos y materiales audiovisuales para guiar y aconsejar a los voluntarios en la elección de los itinerarios, la ejecución de las visitas y el uso de la plataforma observation.org. Además, las diferentes sociedades científicas darán apoyo directo a las personas que participen como voluntarias, cuando éstas lo requieran.

Los objetivos de SAFE necesitan la información generada por los voluntarios sobre observaciones de animales atropellados. Pero esta información no es suficiente para calcular el número de animales atropellados. Si tuviésemos entre manos una encuesta electoral, las observaciones de los atropellos serían el equivalente a las respuestas que los encuestados diesen a la pregunta de a quién van a votar. Pero la estima de votos y escaños requiere de una “cocina”, que tenga en cuenta desviaciones que se sabe que existen entre lo que la gente dice votar y lo que luego vota. Las observaciones de atropellos deben también cocinarse para estimar el número de atropellos que realmente se han producido, introduciendo factores que limitan la probabilidad de que los voluntarios los detecten. Entre estos factores está el hecho de que un animal atropellado puede quedar en la carretera (y ser detectable) o lejos de ella (y no serlo), que los que sí quedan en la carretera son detectables por un tiempo limitado (por ser consumidos por carroñeros, por el efecto del tráfico, por degradación de los cadáveres o por combinaciones de todas estas posibilidades) o que los que sí sean detectables serán observados con mayor probabilidad andando o en bicicleta que en automóvil. SAFE tendrá en cuenta todos estos factores a la hora de generar una estima del número de vertebrados atropellados en España cada año.

Los participantes en SAFE han empezado a realizar sus recorridos esta primavera, pero el proyecto está permanentemente abierto a la incorporación de nuevos colaboradores y nuevos itinerarios. Analizar los atropellos de todas las especies de vertebrados, en todos los tipos de vías, durante todas las estaciones y en toda España es un ambicioso objetivo que se abordará en mejores condiciones mientras mayor sea el número de personas implicadas. Los resultados de SAFE no sólo permitirán poner cifras globales al problema de los atropellos de fauna, un hito ya importante por sí mismo. También facilitará a las administraciones la toma de decisiones efectivas para mitigarlo y mejorar la seguridad vial y sentará las bases para un seguimiento a largo plazo de la mortalidad de vertebrados en carreteras de España. Pero sobre todo SAFE fomentará y facilitará la implicación de mucha gente en la descripción del problema de los atropellos, avivando en la sociedad la conciencia ambiental crítica y el sentimiento de participación.