El nuevo Centro de Arte Contemporáneo de Málaga será algo muy distinto a lo que ha sido hasta ahora. Para empezar, será parte esencial de un museo (Museo y Centro de Arte Contemporáneo de Málaga -MuCAC), estará gestionado desde el ámbito público (y no mediante concesión, como hasta ahora) y será más permeable a los creadores locales, latinoamericanos, mediterráneos y africanos.
Así lo han desvelado esta mañana el alcalde, Francisco de la Torre, y la concejala de Cultura, Mariana Pineda, en una rueda de prensa convocada de urgencia ante la presión creciente de los trabajadores del antiguo CAC, que tenían previsto iniciar movilizaciones este viernes ante la incertidumbre laboral en la que estaban.
Hasta ahora, la concejala y el alcalde les habían trasladado que no era posible subrogarlos, pero en las últimas horas han cambiado radicalmente de postura. Minutos antes de la rueda de prensa, la concejala les ha informado de que los subrogará temporalmente en la Agencia pública Casa Natal Picasso. Más adelante, abrirá un concurso público para cubrir las necesidades del nuevo MuCAC cuando abra, algo previsto para principios de 2026. Hasta entonces, se ejecutarán unas obras por valor de 1,1 millones de euros en la sede del CAC.
La concejala ha admitido que el proceso se ha acelerado en los últimos días. El frente con los trabajadores comenzaba a agrandarse a medida que iban sumando apoyos en el sector cultural malagueño y preparaban las movilizaciones. Por eso, lo que hasta ayer no se podía o no se sabía (la subrogación) ahora sí se puede.
El consistorio dice disponer de informes de expertos laboralistas que avalan su solución: subrogar en una agencia pública como personal laboral indefinido no fijo a los 27 trabajadores, y más adelante abrir una convocatoria pública, marcada por los principios de igualdad, mérito y capacidad, para transformar esas plazas en fijas. Algunos llevan desde que se abrió, 21 años, trabajando en el CAC, que hasta ahora siempre ha estado gestionado por una entidad privada.
“Lo hemos estudiado con la asesoría jurídica y es acorde a la ley. El procedimiento se sigue estudiando, pero el 19 mantendrán su trabajo”, ha asegurado la concejala, ante la inminencia de la fecha en que la actual contratista, Gestión Cultural y Comunicación, revierta la concesión el 18 de septiembre.
“Estamos muy contentos y agradecidos”, dice Mihail Plesanu, representante de los trabajadores, que han desconvocado las movilizaciones que iban a comenzar este viernes. “El Estatuto de los Trabajadores es taxativo y no hay dudas. Es positivo que, gracias a la acción sindical y la presión social, el ayuntamiento haya rectificado”, celebra Miguel Montenegro, secretario general de CGT Andalucía, quien sin embargo espera aún ver el anuncio municipal reflejado por escrito.
La cuestión laboral ha acelerado la presentación de un proyecto del que hasta ahora poco se sabía. De lo expuesto este viernes por el alcalde y la concejala, se deduce que el nuevo museo será algo muy distinto en su esencia al antiguo CAC, hasta ahora marcado por una concepción espectacular y comercial del arte contemporáneo, y por la personalidad y los intereses de su principal cabeza visible, Fernando Francés.
El CAC ha pivotado estos años sobre el poderoso atractivo de un puñado de figuras internacionales del arte contemporáneo. Por el antiguo Mercado de Abastos han pasado muestras temporales de Marina Abramovic, Anish Kapoor, Maurizio Cattelan o Ron Mueck, y también de artistas ligados al arte urbano con línea propia en marcas de zapatillas, como Obey. Algunos estaban vinculados comercialmente al propio Francés.
El éxito “clarísimo” de la propuesta del CAC que ahora se acaba, especialmente en los primeros años, ha sido reconocido por el propio alcalde, quien ha admitido también que la gestión de Francés también ha generado algunas “opiniones” negativas. Hasta hace un año, la idea era mantener la gestión privada, pero las dudas del último concurso, los escándalos y la progresiva desafección entre los actuales responsables de cultura y los de la empresa concesionaria acabaron provocando que se paralizaran los nuevos pliegos y, finalmente, su reversión a la gestión pública.
Ahora, el plan será otro: la idea es tender puentes con la escena local, hasta ahora muy secundaria en la propuesta del CAC, que se integrará en una nueva entidad, llamada MuCAC, con dos sedes: el Mercado de Mayoristas (en el antiguo CAC, que será objeto de una reforma profunda) y La Coracha. Aquí se integrará también el Museo de Patrimonio Municipal (Mupam). El presupuesto global no cambia: los 3,2 millones de euros que se abonaban cada año a Gestión Cultural por las sedes de La Coracha y el CAC se suma a los 600.000 euros del Mupam.
A falta de un plan museológico, que está en elaboración, las líneas estratégicas pasan por apoyarse más en los fondos del Mupam y la colección permanente del CAC (632 obras), con un menor peso para las temporales que dieron identidad al proyecto de Francés. La quincena de exposiciones temporales anuales estarán orientadas “a todos los públicos” y “pensadas” para el público malagueño. Sin embargo, la gratuidad (como hasta ahora) no está garantizada una vez que todo eche a rodar, a comienzos de 2026. Más bien al contrario. “Cuando la obra esté completada haremos valoración de costes. Será moderado”, ha dicho el alcalde. Antes deberán seleccionar un director artístico, en un proceso que se abrirá en los próximos meses.
El nuevo ente se abrirá más a artistas locales y al arte latinoamericano, mediterráneo y africano, y contará con talleres, laboratorios y residencias artísticas que lo relacionen con el entorno local y con otras instituciones. El ayuntamiento pretende ahora abrir una ronda de consultas con el tejido cultural malagueño para escuchar su vez antes de perfilar definitivamente el proyecto.
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