Renfe da, a partir de este viernes, un tijeretazo indefinido a la frecuencia de los trenes del Cercanías de Málaga, uno de los más rentables de España. Así lo confirmó el jueves por la tarde el gerente del servicio público de Renfe en Andalucía, que compareció de forma extraordinaria para explicar lo que desde por la mañana ya se reflejaba en los horarios colgados en las estaciones: habían quedado los huecos en blanco donde antes había horarios de tren. Renfe suprime 32 trayectos en la línea Málaga – Fuengirola (C1) y dos en la línea Málaga – Álora (C2). En total, 34 servicios menos.
La cifra supone una cuarta parte de los 136 servicios que se prestaban hasta ahora. Renfe lo ha llamado “reprogramación”, dice que es “excepcional y transitoria” y asegura que afectará a los tramos menos demandados, pero no concretó cuándo se recuperarán lo que ahora se suprime. “Nuestro objetivo es recuperarlo más pronto que tarde”, resumió José Ángel Ferrero, gerente del servicio público de Renfe en Andalucía, que ha añadido que durará hasta que llegue “el personal necesario”, cuando esté formado. Se trata, ha insistido, de un “reajuste temporal”.
40 cancelaciones diarias, una tercera parte de las programadas
El recorte pretende dar carpetazo a un problema de falta de personal suprimiendo el servicio. Este medio informó hace un mes de la suspensión reiterada y sistemática de servicios en el Cercanías, agravada durante el verano. El motivo de las cancelaciones era que en Málaga no hay suficientes maquinistas para garantizar que salen todos los trenes programados.
Por eso, cada día se suprimían varios servicios, últimamente en torno a una decena. En la última semana se han superado todos los registros. El miércoles se cancelaron 40, 36 de ellos en la línea C1 y 4 en la C2. Este jueves se cancelaron 38. El pasado viernes se suprimieron 24, el sábado 12, el domingo 18, el lunes 28 y el martes 22. En total, 182 supresiones en siete días.
Ferrero, que ha dicho que el recorte busca acabar con la “incertidumbre” generada por las suspensiones continuas y sorpresivas, ha pedido “disculpas” a los usuarios. “Comprendemos que no podíamos tener unos horarios que incumplíamos tres veces al día”. Según ha explicado, hay un embudo en la incorporación de nuevos maquinistas, motivado por la ralentización de los procesos de convocatoria de empleo público debido a la pandemia: “Maquinistas no entraban, pero las jubilaciones sí se producen”.
Quejas de los usuarios: “Me veo en la obligación de venir en coche”
Hasta ahora, las supresiones se venían conociendo a diario, provocando un enfado creciente entre los usuarios. Durante meses, Renfe ni siquiera informaba con antelación de las cancelaciones. Los viajeros llegaban a la estación y se encontraban con que no podían subir al tren hasta 40 minutos más tarde de lo que habían previsto. En las últimas fechas, Renfe había empezado a informar en su app de las supresiones por “motivos técnicos”.
Aunque Renfe insiste en que seguirá prestando el 75% de los servicios con una demanda que ronda la mitad de los niveles prepandemia, las supresiones ya impactan sobre muchos usuarios. A las 17.30 de la tarde del jueves, Conchi Forca entregó una hoja de reclamaciones. Va a dejar de usar el tren para acudir a su trabajo desde Fuengirola. El miércoles le cancelaron el tren con el que regresa por la tarde y este jueves el de las 6.49 de la mañana en dirección Málaga.
Los nuevos horarios suprimen el de las 17.10, así que lo tiene claro, a su pesar: “Me veo en la obligación de venir en coche”. Renovó el lunes el bono y acaba de solicitar la devolución. El bono cuesta 48 euros, y ahora calcula que deberá rellenar dos veces el depósito de gasolina. Y además, levantarse muy pronto para buscar aparcamiento fuera de la zona azul. Forca dice que ha visto escenas dantescas en el interior de los convoyes, viajeros quitándose las mascarillas para respirar y turistas haciendo fotos a los andenes. “Es una imagen muy mala para el turista”. Este jueves, era la responsable de la taquilla la que informaba a viva voz de la cancelación de un servicio y del nuevo horario. “El siguiente tren es a las 18.10. Si quiere dar una vuelta antes…”, le ha dicho a una joven con maleta.
Paco Moya, otro usuario habitual de Torremolinos, ha visto trenes cargados con pasajeros correspondientes a dos o tres servicios. Resume los últimos meses como un “calvario”. “Una lotería, porque no sabías exactamente qué trenes te iban a anular cada día”. La web mantenía los trenes suprimidos, y solo recientemente la app comenzó a informar de las cancelaciones. Así que Moya tomó la costumbre de fotografiar los horarios para compartirlos con un grupo de usuarios por Whatsapp. El nuevo horario no le viene mal, aunque si sale cinco minutos tarde del trabajo, llegará a casa “para merendar”. “Mi preocupación es que siga habiendo supresiones y no informen, porque no te da tiempo a buscar transporte alternativo”.
Maquinistas a la alta velocidad
La falta de maquinistas es un problema endémico del Cercanías de Málaga. Este mismo jueves, a las puertas de la taquilla de la estación María Zambrano, un maquinista comentó que se había negado a reducir su tiempo de descanso reconocido por ley y decidió ir a tomarse un café. El problema ya existía en 2017, como contó elDiario.es Andalucía, y se ha parcheado hasta que Renfe ha terminado por darle carta de naturaleza: suprimida una parte sustancial del servicio, dejarán de faltar maquinistas para prestarlo.
Ferrero ha garantizado que a partir de ahora no habrá supresiones adicionales, pero Jesús Luque, maquinista y portavoz de CGT Ferroviarios en Andalucía Oriental, lo duda. Entre los 48 maquinistas hay dos liberados y cuatro bajas de larga duración. De los activos, suelen estar de vacaciones cuatro simultáneamente. Además, el 30 de noviembre se jubilarán otros seis. Por si fuera poco, dos maquinistas acaban de ser reasignados al servicio de alta velocidad, cada uno de los cuales realizaba 12 servicios al día. Según Ferrero, este tipo de reasignaciones son habituales, pero esta ha llegado en el peor momento. “Prefieren salvar tres trenes de alta velocidad, que no son un servicio público, a doce de cercanías”, protesta el sindicalista.
Renfe, por su parte, se remite a la futura incorporación de 924 nuevos maquinistas, actualmente en formación. Pero esto ocurrirá en un plazo indeterminado, que podría rondar el año.
“Desmantelamiento del servicio público”
La red de Cercanías de Málaga es una de las más rentables de España, si no la que más. Renfe asegura que no dispone de la cifra de ingresos por kilómetro de vía desglosada por cada núcleo de Cercanías, pero siendo la segunda red más pequeña de las doce existentes (70 kilómetros y 26 estaciones), es la cuarta más usada. En 2019 (último año con datos disponibles) utilizaron el Cercanías de Málaga 11.848.000 viajeros. Además, en un contexto generalizado de pérdida de usuarios ha aumentado su demanda: un 29,2% más desde 2009, por el 9,7% de Madrid y el 12,6% de Barcelona. El resto de Cercanías ha perdido viajeros.
Según Renfe, las cancelaciones hasta el 31 de octubre han sido 576. Pero CGT, que ha convocado varias jornadas de huelga desde el verano para protestar por este asunto, eleva la cifra: este viernes troceará una simbólica tarta para conmemorar que el Cercanías de Málaga cumple este viernes 3000 servicios suprimidos en 2021.
A diferencia de Renfe, en esta cifra el sindicato incluye también los cerca de dos mil que dejaron de operarse por el cierre de la línea C2 hasta el 13 de septiembre de este mismo año, más de un año después del restablecimiento de los Cercanías en el resto de Andalucía.
El servicio de Cercanías es una obligación de servicio público blindada en un contrato suscrito por la Administración General del Estado y Renfe. Según ese contrato, en vigor hasta 2027, Renfe se compromete a prestar 136 servicios en el Cercanías de Málaga: 108 en la línea C1 y 28 en la C2. Ese compromiso no se cumplirá.
La situación del Cercanías malagueño ha generado también una bronca política. Javier Salas, subdelegado del Gobierno, responsabilizó el miércoles a los “recortes del PP”. El PP, por su parte, acusa al PSOE de “desmantelar” el Cercanías. José Ramón Carmona, coordinador general del PP malagueño acusó al Gobierno de “reírse de los malagueños”, porque el Gobierno respondió a una pregunta parlamentaria que los servicios se habían restablecido el 13 de septiembre.
“Es un desmantelamiento del servicio público ferroviario en nuestra provincia”, alerta Miguel Montenegro, secretario general de CGT, que desde hace meses está denunciando las supresiones. “Están echando a la gente a usar el vehículo privado. ¿Eso es luchar contra el cambio climático? Es un atraco a la ciudadanía y un atentado contra la movilidad”.