DÍA DE ANDALUCÍA
Miles de personas festejan en la calle “el sentimiento andaluz” del 28-F y reclaman mejoras en los servicios públicos
Los colores de la paz y la esperanza han teñido la capital andaluza al paso de una marcha reivindicativa que ha clamado por unos “servicios públicos de calidad”. Tal ha sido la principal proclama que ha enarbolado la “Andalucía real” por las calles de Sevilla, en paralelo al tradicional acto oficial del 28 de febrero, celebrado en el Teatro de la Maestranza “obviando la existencia de una Andalucía subyugada en lo económico, subalterna en lo político y expropiada en lo cultural”, como han denunciado las organizaciones sociales y políticas convocantes al término de una manifestación que ha concluido en el Palacio de San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta.
Pero antes de la lectura del manifiesto, miles de andaluces de las ocho provincias (5.000 en el momento de mayor participación, según la organización) han marchado por las calles de Sevilla para festejar “el sentimiento andaluz” y, sobre todo, reivindicar mejoras en los servicios públicos. Entre ellos, se encuentran Antonio y Mercedes, un matrimonio de Camas que, antes de iniciar la marcha que ha arrancado en la Puerta de la Carne, se han sacado una fotografía junto a la pancarta que abría camino con el lema “Andalucía por lo público y la paz”.
Querían inmortalizar una manifestación más de las muchas a las que han asistido a lo largo de los años, siempre desde el compromiso de apoyar “cualquier bien social”. Y es que se declaran “muy reivindicativos” de las causas sociales (confiesan que incluso militaron en partidos clandestinos cuando movilizarse se consideraba un delito y no un derecho) y defienden que por mucho que se avance, hay que seguir manifestándose por “una cuestión de conciencia”. O como dice Mercedes, “de no olvidar de dónde venimos”.
“Para que no se pierda” la identidad
Aunque él no lo vivió, Francisco, un joven onubense que ha venido expresamente a Sevilla para participar en la movilización, aboga por recordar el espíritu que levantó a los andaluces hace más de cuatro décadas en busca de autonomía. Hoy Francisco se ha sumado a la convocatoria movido por “la necesidad de promover y fomentar la soberanía de Andalucía como nacionalidad histórica que se nos quiso negar desde Madrid”. Con la blanca y verde apoyada en el hombro, defiende que celebrar hoy el 28F vuelve a pasar por reivindicar que “Andalucía necesita un poder propio, una voz propia, para decidir su futuro”.
En este sentido, percibe que los andaluces “estamos adormecidos” al dejar en manos “de otros” (en alusión a la centralización que ejercen los partidos políticos) la capacidad de decidir sobre el propio destino de la tierra andaluza. De ahí que defienda la necesidad de “insuflar de nuevo esperanza y vitalidad al andalucismo que hizo que en el 77 y en el 80 la gente saliera a la calle exigiendo protagonismo”. “O nos levantamos y decimos aquí estamos y somos capaces de pensar y decidir qué futuro queremos para nosotros o lo harán otros y no pensando en Andalucía, sino en sus propios intereses”, zanja lanzando - sin haberlo planeado - un reto a sus contemporáneos.
En similar sentido, Carmen, vecina de Sevilla que también se declara veterana de las manifestaciones, dice “echar en falta” una mayor participación por parte de la juventud. “Si no nos echamos a la calle, nos invisibilizamos”, advierte esta vecina que comparte con sus amigos la tradición de celebrar el 28F marchando para “mejorar” el destino de la región. De igual modo, los ojos de Anna, una joven italiana de Erasmus en Sevilla que ha querido acompañar a sus amigos en la celebración del Día de Andalucía, también han reparado en que “hay pocos jóvenes”.
Lo cierto, es que los hay, aunque no sean mayoría. De hecho, Jara (de Córdoba), Ana y Nicolás (ambos de Dos Hermanas), tres estudiantes de política y Sociología, reconocen que “falta muchísima concienciación” entre los jóvenes cuando se trata de defender Andalucía. Ellos sí se consideran “muy comprometidos” con la defensa de “nuestra tierra” y entienden que es necesario protestar contra “la desigualdad social, la precariedad y la privatización de los sectores públicos”. Cerca de ellos, otro grupo formado por Dani, Ana (al cuadrado) y Elena, cuenta que comparten la misma costumbre que Carmen de conmemorar el 28F reivindicando en la calle. Una de las Ana reconoce que “este es un día importante para mí” y lamenta que no haya “más banderas colgadas de los balcones”. Para esta joven sevillana, lo primordial es “poner en valor la identidad andaluza”, pues está convencida de que “tenemos que sentirnos orgullosos y defender nuestro acento, nuestra cultura y quienes somos para que no se pierda”, apunta, aludiendo a “la media de edad” de la manifestación.
“Andalucía se construye con lo público”
Por su parte, su amigo Dani entiende que es importante salir a protestar “por la sanidad pública” y para que “Andalucía tenga unas mejores infraestructuras”. En la misma línea, Carmen, otra de las jóvenes que marcha entre banderas andaluzas y cánticos por “la libertad de los pueblos” y “la paz entre clases”, entiende este día como una oportunidad de que todos los andaluces “seamos de la corriente política que seamos” nos unamos para reivindicar que “lo público es el eje central de la democracia y de un Estado del bienestar que están destrozando”. En este punto, condena las políticas que está llevando a cabo el Gobierno de Juan Manuel Moreno, señalando “la privatización” de la sanidad pública y el rechazo de la propuesta de bajar la ratio en las aulas.
Precisamente “para defender la ecuación pública” se han desplazado desde la Sierra de Cádiz Manuel Moreno, su mujer y sus dos hijos pequeños. El padre cuenta que tanto su pareja como él son profesores y “viviendo la docencia desde dentro es cuando te das cuenta de las necesidades y dificultades” a las que se enfrentan en el día a día los docentes de la pública andaluza. Por eso han querido asistir a la jornada reivindicativa convocada en la capital hispalense, llevando la familia al completo. “Es bueno que sepan también lo que nos cuesta y lo que nos ha costado llegar hasta aquí aunque seamos conscientes de que se pueden mejorar muchas cosas”, explica el gaditano de la mano de uno de sus hijos.
Asimismo, Victoria también comparte la idea de que se puede “crear pedagogía desde la infancia” haciendo partícipes a los más pequeños en este tipo de reivindicaciones. Mientras empuja el carrito de su hija siguiendo el recorrido de la marcha que enfila ya la calle San Fernando camino del Palacio de San Telmo, comenta con sus compañeras la necesidad de reivindicar también “un 28F más feminista”. “El andalucismo tiene que ser feminista y reivindicar el papel de las mujeres en nuestra Andalucía que sufre muchas brechas de género, precisamente porque en cuestión de empleo y crecimiento económico está mucho más alejada que otras comunidades y eso se refleja y repercute directamente en la igualdad”, sostiene. Y confía en que su pequeña aprenda después de este día “la necesidad de reivindicar lo nuestro y la igualdad, porque lo nuestro es lo de todas”.
Al llegar a la sede de la Presidencia de la Junta, la quincena de colectivos sindicales, sociales, culturales y políticos (SAT, Verdes Equo, Iniciativa del Pueblo Andaluz, Partido Comunista de Andalucia, Marea Blanca, Ucar, Alternativa Republicana, Alianza Verde, intersindical, Cut, Jca, Andalucia Republicana, IU, Podemos y Adelante Andalucía) que han participado en la marcha, respaldados por los andaluces que la han seguido portando sus banderas y pancartas, han leído un manifiesto en el que han denunciado “el desempleo crónico y la precariedad” que atraviesa actualmente a la comunidad, mientras su juventud “abandona sus ciudades y pueblos para buscarse la vida en otros lugares” (como hicieron otros tantos andaluces antes que ellos) y continúa “soportando” un modelo económico que “condena a la clase trabajadora a la pobreza y la marginación”.
A modo de cierre, la marea blanca y verde ha coreado el himno de Andalucía, pidiendo “tierra y libertad” y “volver a ser lo que fuimos”, como dejó escrito para la eternidad Blas Infante. Mensajes que los mayores como Mercedes y Antonio esperan sigan calando entre las generaciones más jóvenes, pues lo importante, como dice este sevillano, es “no perder nunca el sur”.
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