Mujer y memoria: del “sumisa y devota” franquista a la ruptura con el patriarcado

“Pero si yo no tengo nada que contar”. Con esa frase, casi un mantra, comienzan las entrevistas del proyecto Madres e Hijas de la Transición Española, primer trabajo del espacio digital Mujer y Memoria. Luego, según los 39 diálogos que alberga su archivo audiovisual, hay mucho que narrar. Tanto como los cambios sociales, culturales y políticos de las últimas décadas, la memoria histórica de las mujeres españolas del siglo XX.

“A mi generación no le resulta fácil ponerse en los zapatos de nuestras madres”, confiesa la directora de la iniciativa, Aránzazu Borrachero Mendívil. Para facilitar el proceso empático aparecen estas historias orales, conversaciones familiares donde son las hijas quienes entrevistan a sus madres para legar relatos de vida que tratan aspectos clave como educación, trabajo, derechos reproductivos, sexualidad, matrimonio… Mujer y Memoria subraya su página web con una cita de Gerda Lerner (feminista e historiadora, autora de La creación del patriarcado): “A pesar de los cientos de años de discriminación y olvido, las mujeres han insistido en que tienen una historia”.

“Que tu marido jamás te vea desnuda”

“Que tu marido jamás te vea desnuda”Pregunta: “Oye ama, ¿y en aquellos tiempos se hacían abortos?”. Respuesta: “¡Jesús! A punta pala, había una enfrente de mi casa que cuando veíamos que subía una un poco rara –se arruga la falda– decíamos, ya va a casa de fulana a hacer un aborto, hasta que la cazó la policía”. ¿Otros tiempos? Otro testimonio: “Días antes de la boda le pregunto a mi madre qué tengo que hacer. Me dio un guantazo y me dijo: eso se aprende sobre la marcha y te voy a decir sólo una cosa, que tu marido jamás te vea desnuda”. Una época de prohibiciones.

Varias generaciones de mujeres españolas fueron educadas bajo el corsé del “sumisa, entregada y devota” de la moral nacional católica del franquismo. Las siguientes, sus hijas, pasaron a pelear la igualdad de género y la ruptura con el patriarcado. Son conceptos vitales antagónicos sin ultimar, con la punta del iceberg en la reforma propuesta para la ley del aborto y la base en el machismo cotidiano. La transformación, aún inconclusa, del papel de la mujer.

El registro audiovisual de Madres e Hijas de la Transición Española –acumula casi 60 horas de grabación y 31 entrevistas subidas a la web– es ahí una fuente abierta y un muestrario de similitudes y diferencias. Participan mujeres nacidas antes de 1955 y sus hijas, entre 1950 y 1980, de Andalucía, Aragón, Asturias, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid, Murcia, Navarra, País Vasco y Valencia. La idea es incorporar testimonios de otras provincias y percibe como vías por explorar el desarrollo de documentales temáticos y volúmenes de ensayos.

“El formato permite la exploración del cambio generacional en un contexto en que entrevistada y entrevistadora están unidas por un vínculo afectivo”. Aránzazu Borrachero contesta a eldiario.es/andalucia desde Nueva York (EEUU), donde es profesora del departamento de Lenguas y Literaturas Extranjeras del Queensborough Community College, (City University of New York, CUNY), que, junto con el Professional Staff Congress (Sindicato de Profesores de CUNY), ayudó con fondos para iniciar el proyecto. El equipo Render de gestión digital del patrimonio intangible se ocupa de la asesoría y aspectos técnicos del trabajo. Además, aportaron imágenes el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid y el Archivo Histórico de la Fundación Francisco Largo Caballero. Asociaciones como el Club de Amigos de la Unesco de Madrid (CAUM) y la Asociación de Memoria Social y Democrática (AMESDE) ayudaron a difundir la iniciativa.

La génesis de Mujer y Memoria, cuenta, es una respuesta al asalto, desde los derechos adquiridos, de preguntas cómo “cuán determinante habrá sido para nuestras madres crecer y hacerse adultas en la atmósfera envolvente y con pocas fisuras que representaba el discurso del nacional catolicismo sobre la mujer”. Si eran conscientes de las limitaciones impuestas, del grado de libertad personal restante. “¿Qué sienten ahora al mirar atrás?”.

El tránsito inconcluso a una mujer “mucho más libre”

El tránsito inconcluso a una mujer “mucho más libre”Madres que navegaron desde un contexto desfavorable “las aguas del cambio, con inteligencia y sorprendente flexibilidad”, a una sociedad “mucho más libre”. E hijas que, al entrevistarlas, cruzan la brecha generacional sobre la empatía y el reconocimiento. Esa paradigmática “magnitud y celeridad” transformadora responde a un contexto político e histórico específico: “el franquismo, que con su ideal de mujer sumisa, entregada y devota penetró profundamente en la sociedad, respaldado por un importante aparato legislativo, propagandístico y religioso”.

La “transición democrática” trajo la “generalización de un concepto de mujer radicalmente diferente”. Igualdad de género frente a la atadura sistémica del régimen dictatorial. Mujer y Memoria aporta “una comprensión más profunda acerca del funcionamiento de los roles de género dentro de los procesos de transición política”. En las entrevistas, señala su directora, es generalizada una respuesta inicial: “pero si yo no tengo nada que contar”, que da paso al flujo informativo que constata, desde las mejores “oportunidades” actuales, “que el cambio no se ha completado”.

En estos diálogos, la política se asocia al “silencio producido por el miedo y el trauma” que contrasta con la “satisfacción” posterior de sentirse con “voz y voto”. El deseo de “más y mejor acceso a la educación” es otro espacio recurrente. ¿Y el sexo? “Abordan el tema con naturalidad”. Y resulta “inesperado”, apunta Aránzazu Borrachero, pues suponía “un tabú inquebrantable que las condenaba a la ignorancia total, aún de adultas”. Ya en 1971 comenzaba así una canción de Mari Trini versionada por Rita Souling Band para el proyecto: “yo no soy esa que tú te imaginas, una señorita tranquila y sencilla” (Yo no soy esa, del álbum Escúchame).