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El nuevo gerente del SAS se compromete a mantener a los 12.000 sanitarios temporales de Andalucía más allá de diciembre

Diego Vargas (en el centro de la imagen) junto a representantes de CCOO de la mesa sectorial de sanidad

Álvaro López

6 de septiembre de 2022 06:00 h

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El nuevo gerente del Servicio Andaluz de Salud (SAS), Diego Vargas, se ha reunido por primera vez con los sindicatos presentes en la mesa sectorial para avanzar en lo que será el mandato en materia sanitaria que empieza ahora tras las elecciones de Andalucía del pasado mes de junio. Entre los puntos que se han tratado, aunque la cita se enmarca sobre todo en un encuentro de toma de contacto entre el dirigente y los representantes sindicales, destaca sobre todo el compromiso de Vargas de mantener más allá de diciembre los contratos de los 12.000 sanitarios que están vinculados a la sanidad pública andaluza desde hace ya varios años y que en el pasado otoño fueron noticia porque de los 20.000 que eran, 8.000 fueron despedidos por haber sido incorporados como refuerzos frente a la pandemia de la Covid-19.

La nueva Consejería de Salud de la Junta de Andalucía tiene ante sí la tarea de contentar a unos sindicatos que en esta ocasión saben que afrontarán los próximos cuatro años sin la posibilidad de que las políticas que se adopten puedan tener consecuencias en la gobernabilidad de la comunidad. Al haber alcanzado Juan Manuel Moreno Bonilla la mayoría absoluta en el Parlamento, suceda lo que suceda en materia sanitaria, no afectará a la supervivencia de su gobierno, puesto que no depende de ninguna otra formación para seguir adelante, como sí ocurría hasta ahora con Ciudadanos en el bipartito y con Vox como partido bisagra para sacar adelante la mayoría necesaria. Pese a ello, la primera toma de contacto entre los sindicatos y Salud parece tener un nuevo carácter más dialogante, al menos en principio, según reconocen fuentes de la mesa sectorial a este medio.

Si ya en agosto hubo una primera reunión de la nueva consejera, Catalina García, el nuevo gerente del SAS, Diego Vargas, ha hecho lo propio con los representantes sindicales a los que ha escuchado en un encuentro “institucional”, pero que no puede calificarse como mesa sectorial ya que no se han abordado puntos en común, puesto que ha saludado individualmente a cada sindicato. En lo que sí han coincidido todos es en pedir que los 12.000 contratos temporales que aún quedan de los últimos años en la sanidad andaluza, se mantengan más allá del mes de diciembre, cuando está previsto que finalicen su vinculación. Al respecto, según fuentes sindicalistas y tal y como reconoce el SAS, Diego Vargas se ha comprometido a mantener a estos profesionales más allá de 2022, aunque ha hipotecado esa decisión a la “coyuntura económica” que exista cuando deba abordarse la ampliación contractual.

Con buenas palabras, explican fuentes sectoriales, Vargas les ha trasmitido su voluntad de trabajar para mejorar las “condiciones del personal”, poniendo de relieve que el equipo saliente de Salud hizo una “notable inversión” en cuanto a masa salarial. La implantación de la carrera profesional para todas las categorías, una reivindicación histórica que supone un extra mensual en el sueldo de los trabajadores del SAS, fue el gran éxito de la Consejería de Salud cuando Jesús Aguirre estaba al mando y esa ha sido la primera bandera que ha enarbolado Vargas como base sobre la que construir el futuro de sus relaciones con la mesa sectorial. Un acuerdo que costó desbloquear, pero que finalmente situó a CCOO, UGT, Sindicato Médico, CSIF y SATSE en sintonía con los dirigentes sanitarios de la Junta de Andalucía.

Pero más allá de los logros pasados, de los que también recalcó la puesta en marcha de la continuidad asistencial en la atención primaria, por la que los sanitarios pueden trabajar horas extra percibiendo su complemento correspondiente, y el polémico complemento específico de productividad que elimina la diferencia entre los médicos que trabajan solo en la pública y aquellos que simultanean también con la privada, la renovación de los 12.000 contratos temporales se puso encima de la mesa. Y el titular obtenido por la mesa sectorial invita al optimismo puesto que el gerente del SAS pretende que estos trabajadores dejen de ser eventuales cuando finalice su vinculación en diciembre.

Contratos que “deben ser estructurales”

Cabe recordar que estos 12.000 profesionales son temporales desde hace tiempo y que se situaron en el foco de la actualidad el pasado otoño cuando se salvaron del despido masivo de profesionales que hizo la Consejería de Salud. Entonces, de los 20.000 trabajadores eventuales que llevaban meses encadenando contratos, 8.000 no fueron renovados con el argumento de que eran refuerzos por la pandemia de la Covid-19 que ya entonces se daba por controlada, aunque semanas después, durante el invierno, Salud tuvo que hacer frente a nuevas contrataciones al asumir que faltaba personal. Los 12.000 que entonces renovaron siguen ligados al SAS, pero su contrato acaba este mismo año, lo que para los sindicatos es una línea roja que debe abordarse manteniéndolos más allá en el tiempo.

Vargas parece estar por la labor, aunque reconoce que la última palabra la tendrá la Consejería de Hacienda cuando se valoren las circunstancias económicas. Los representantes sindicales creen que es un compromiso ineludible que no puede perderse porque la sanidad andaluza les necesita. José-Galindo Pelayo, portavoz de CCOO, recuerda que estos 12.000 contratos iban a convertirse en “interinidades”, tal y como dijo la Junta de Andalucía hace ahora casi un año, sin que nada haya ocurrido desde entonces. “Ahora no les pueden mantener como eventuales y va a ser muy difícil que reduzcan los 12.000 porque faltaría mucho personal ya. La pregunta que hay que hacer es por qué no se han trasformado ya en vacantes. Nuestra opinión es que deben renovarlos sí o sí para no provocar un déficit en la plantilla”. Pelayo confía en las buenas intenciones de Vargas al calificarlo de persona “dialogante” y con la que quieren huir del ambiente de crispación que se vivía durante la anterior gerencia.

Antonio Macías de UGT deja claro que no van a permitir que se elimine “ni uno solo de los 12.000 contratos” y pretenden que pasen a ser “interinidades vacantes, que sean plazas de estructura”. Le resulta una “barbaridad” que haya tantos trabajadores en el SAS que estén con contratos temporales. Una opinión muy similar a la de CSIF. El sindicato de funcionarios considera que “debieran de consolidarse como plantilla”. Dado que el personal del SAS, a su juicio, “no está correctamente dimensionado para las necesidades que la población andaluza requiere, estos profesionales siguen siendo necesarios para paliar listas de espera o refuerzo de primaria”. Mientras que uno de los sindicatos de gremio, SATSE, avanza un detalle que Vargas les ha comunicado y es la intención de alargar estas vinculaciones un año más.

José Sánchez, portavoz de los enfermeros de SATSE, afirma que ese compromiso no es “suficiente”. Considera que “lo que tienen que hacer es transformar esos eventuales en plantilla ya que está demostrado que hacen falta y si lo dejan marchar se irán a otras comunidades que están deseando que los dejen libres”. No obstante, confía en poder avanzar más en este tema conforme se convoquen las mesas sectoriales de las próximas semanas. Por último, Rafael Carrasco, representante del Sindicato Médico, pide que, de los 12.000 contratos, un amplio porcentaje se destine a médicos. “Actualmente ni 400 son para médicos”. Carrasco entiende que si no se aumenta el número de galenos se irá a una sanidad “atendida por otras profesiones”. Estima que eso no es “lo que la población quiere”.

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