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El Parlamento andaluz tumba la ley animalista de Podemos que buscaba ahogar las fiestas taurinas

El Parlamento de Andalucía ha frenado en seco la tramitación de la ley de Protección Animal propuesta por Podemos. El grupo morado sólo consiguió sumar los votos de IU, pero no ha logrado convencer al PSOE ni al Gobierno de Susana Díaz. Los socialistas respaldaron una norma similar en Baleares -más beligerante aún con las corridas de toros-, pero en Andalucía han rechazado el texto de Podemos porque consideran, entre otras cosas, que pone en riesgo la fiesta taurina. La formación morada llevaba meses trabajando esta iniciativa, en la que se ha empeñado personalmente el secretario político del partido, Jesús Rodríguez.

La propuesta viene avalada por una veintena de colectivos animalistas y ecologistas, pero también se han sumado los sindicatos UGT, CCOO, USO, CGT, Ustea y Autonomía Obrera. Los representantes del sector han intentado mediar para convencer al PSOE, al menos para permitir que se inicie la tramitación parlamentaria de la ley, pero el Gobierno de Díaz se ha opuesto de plano. La Cámara ha rechazado la toma en consideración de esta norma con los votos en contra de PSOE, PP y Ciudadanos. Sólo los 15 diputados de Podemos y los cinco de IU han votado a favor.

La proposición de ley de Protección Animal, que viene a reformar una norma de hace 15 años, es un texto que aborda situaciones muy distintas: prohibe que haya animales en los circos, las peleas de gallos y perros, el tiro al pichón, la venta de especies exóticas, los lanzamientos de pavos, conejos u otros animales, la suelta de palomas en fiestas, celebraciones o festejos, y el mantenimiento de cetáceos en cautividad, además de juegos o concursos de cerdos engrasados. La ley propone sanciones económicas por el abandono de mascotas, endurece la normativa actual contra el maltrato animal, y regula las colonias de gatos. Sin embargo, el centro del debate político en torno a esta ley lo acaparan los toros. La norma prohibe la participación de menores de edad en las escuelas taurinas de Andalucía, un atajo legislativo que Podemos ha ideado para asfixiar la tauromaquia “cortocircuitando el relevo generacional de los matadores de toros”. 

En Andalucía, la tauromaquia no está contemplada en la actual Ley de Protección Animal, en vigor desde 2003. Es un supuesto exento de la norma que protege a los animales de la acción violenta del hombre, y que aparece recogida como “traición y cultura popular” en la ley autonómica sobre Festejos Populares y Escuelas Taurinas. En los últimos 18 años, el número de espectadores en directo en plazas de toros andaluzas alcanzó los 1,67 millones, según datos del sector.

Actualmente hay 119 plazas de toros privadas en Andalucía, pero el punto débil está en las 26 escuelas taurinas que reciben financiación pública. Junto con Madrid, Comunidad Valenciana y Aragón, es de las pocas que contempla en sus Presupuestos una partida específica para los toros: 100.000 euros cada año para sufragar las escuelas donde se enseña el oficio de matador de toros, se organizan novilladas, becerradas y festejos similares en las ocho provincias. Las escuelas también adquieren reses en ganadería, imparten clases teóricas y prácticas a los jóvenes, y mantienen un convenio con Canal Sur Televisión para retransmitir las principales corridas de toros. Cada año medio centenar de chavales se inscriben como alumnos en estas escuelas y la gran mayoría son menores de edad. 

Cataluña y Baleares intentaron sin éxito prohibir por ley las corridas de toros. Podemos Andalucía ha optado por una vía indirecta. Su propuesta de ley prohibe expresamente la “participación” y la “asistencia” de “personas menores de 18 años en pruebas funcionales y entrenamientos a puerta cerrada con reses de lidia, espectáculos y festejos debidamente autorizados con este tipo de animales y clases prácticas con reses celebradas por escuelas taurinas autorizadas”, reza el artículo 4.f y 4.g del borrador de la ley.

El voto en contra del PSOE se conocía de antemano. El portavoz parlamentario, Mario Jiménez, había tildado la norma de “radical” en alusión al apartado que apuntaba a las escuelas taurinas. En el debate, en cambio, el parlamentario socialista Miguel Castellano, no se ha centrado en este punto. Ha denunciado que la norma es “un batiburrillo en el que mezclan todo, como animales de compañía, animales silvestres o ganadería”. Los portavoces de PP y Ciudadanos han defendido la necesidad de reformar la ley actual de Protección Animal, pero no están de acuerdo con la propuesta de Podemos.