“Hola compañeros, soy una chica en silla de ruedas eléctrica y leyendo vuestros comentarios, cierto ciertísimo, dicen que los hoteles están adaptados y dejan mucho que desear, me encantaría se hiciera una página y que contéis conmigo, asegurándonos que lo que se ponga en la página este adaptado 100% para personas de movilidad reducida”. Este es uno de los comentarios recientes, emitido desde Córdoba, de un hilo de la web de viajes Tripadvisor titulado “Hoteles REALMENTE adaptados para minusválidos”.
El hilo de Tripadvisor comenzó en 2007 y llega hasta hace apenas un mes. En este tiempo ha cambiado hasta la nomenclatura (hoy no se habla de “minusválidos” y sí de personas con una discapacidad o diversidades funcionales) pero no las situaciones que se describen. La conclusión es clara: aún queda mucho para que el turismo sea accesible para todos. Coincidiendo con el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, eldiario.es/Andalucia ha preguntado a usuarios, técnicos y asociaciones: falta información, falta normativa y falta que esta normativa se aplique.
El primer obstáculo: información poco fiable
El primer obstáculo: información poco fiableExisten decenas de páginas con información sobre accesibilidad pero ninguna con la capacidad de ofrecer una valoración completa y fiable de los hoteles. A esto se suma el hecho de que los buscadores generalistas ofrecen información poco precisa o errónea. “Si yo ahora quiero irme a cualquier punto de la costa, la información de los hoteles es muy vaga. Todavía hoy no confío en la página del hotel, porque igual el baño adaptado para ellos es tener una puerta grande. Por eso sólo voy al sitio que conozco o me han dado referencia”, explica Luis León, aparejador y técnico de Fepamic (Federación Provincial de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de Córdoba).
Marcos Vázquez, de Codisa-PREDIF Andalucía, está de acuerdo: “No tenemos datos ni hay diagnóstico. El problema es recopilar la información técnica”. Sigue faltando conocimiento: “No es falta de interés, sino que muchos detalles se conocen cuando los vives de cerca”. Por ejemplo: pocos se paran a pensar que la altura a la que se coloca un urinario o un secador pueda ser un problema. Y muchas veces lo es. Por eso destinos que en buscadores generales tienen decenas de ofertas con habitaciones adaptadas se quedan en un par de ellas en las páginas especializadas. “Tú no tiras piedras contra tu tejado. Decir que no tienes facilidades para personas con discapacidad te hace perder puntos”, señala León. “El hotelero pone cruces en todo. Y luego llamas y te dicen que lo han puesto porque la puerta del hotel es ancha. Es falta de información”, concuerda Pablo Ramón.
Recomendaciones, adaptaciones y sanciones inexistentes
Recomendaciones, adaptaciones y sanciones inexistentesPablo Ramón dirige Native, una red con el objetivo de promover la igualdad de acceso a los hoteles. En su web relaciona un listado de establecimientos que cumplen ciertos requisitos y que abonan una cuota anual. Cree que la situación de los hoteles “está de pena” y cuenta esta anécdota: “El día que le dieron a Frigiliana el Premio Reina Sofía de accesibilidad llamamos al hotel, el único que hay en el pueblo, y preguntamos si podía alojarse una persona en silla de ruedas. Me dijeron que no, y les dije que no cumplían con la normativa. El gerente me respondió que el alcalde había inaugurado el hotel tres días antes y que estaba en regla. Premian a Frigiliana y el cliente con discapacidad que llega al único hotel del pueblo tiene que ir al baño al pueblo de al lado”.
Por debajo de cuatro estrellas es difícil encontrar hoteles adaptados, lo cual encarece los viajes para las personas con discapacidad. En temporada baja es fácil reservar la habitación adaptada, pero no ocurre igual en los picos de turismo. Y esto plantea la duda: “Nos tenemos que fiar de que le han dado la habitación a alguien con diversidad funcional”, comenta Marcos Vázquez.
Y si no se cumple la normativa, ¿qué pasa? No se conocen casos de sanción por el incumplimiento de las normas de accesibilidad en hoteles. “Todo son recomendaciones”, lamenta Pablo Ramón. Luis León explica que la exigibilidad en Andalucía depende de si los hoteles se hicieron después de la entrada en vigor del Decreto 293/2009 y, a su vez, del número de habitaciones que estos tienen. Si un hotel anterior a 2009 ha realizado alguna reforma en este tiempo, también habrá tenido que adaptarse. ¿Se cumple esta normativa? “Sí y no. Muchas veces los hoteles adaptan la habitación que nadie va a querer, en el último rincón del último piso. ¿Cumplen con la norma? Sí. ¿Cumplen bien con la norma? No”.
Y pone otro ejemplo, esta vez de la hostelería: “ Un bar debe tener un baño adaptado, pero sacan su licencia de apertura y una vez que están operando el baño se convierte en el almacén del bar. Si el baño no está operativo, ¿qué haces? Lo denuncias pero ya lo sufriste”. El decreto no tipifica sanciones, sino que se remite a otras normas y a lo que dispongan los ayuntamientos. El resultado es que la exigencia depende de los municipios.
“¿Cómo despertamos a alguien que no oye si hay un incendio?”
“¿Cómo despertamos a alguien que no oye si hay un incendio?”Por último, está el problema de considerar como un todo un rango infinito de situaciones. Lo que para persona en silla de ruedas puede ser una herramienta necesaria, como una barra de soporte, para un ciego puede ser una trampa. “Por eso no me interesa que me digan que está adaptado, sino que tiene tales características. Mis necesidades no son exactamente iguales a las de otra persona en silla de ruedas”, razona Luis León. En una eventual clasificación, la accesibilidad para sordos está a la cola: rara vez un hotel cuenta con intérpretes de lengua de signos y rara vez disponen de despertadores con vibración o luminosos. “¿Cómo despertamos a alguien que no oye si hay un incendio?”, se pregunta Pablo Ramón.
“Todo esto cuesta porque son infraestructuras, obras, sensibilización… Son proyectos que se extienden en el tiempo”, comenta Marcos Vázquez, quien sin embargo cree, como el resto de entrevistados, que ha habido notables mejoras a partir del asociacionismo y de iniciativas más particulares que institucionales. PREDIF elabora guías y manuales con consejos para hoteleros e Ilunion, del Grupo ONCE, se presenta como la primera cadena cuyos hoteles tienen certificada la accesibilidad universal. Sin embargo, también pueden encontrarse quejas de particulares sobre la cadena. Queda mucho para alcanzar los niveles suecos, donde la principal cadena hotelera certifica la accesibilidad evaluando hasta 135 puntos.
Pese a las dificultades, hay actividades que con preparación y ganas son accesibles para casi todos. Un ejemplo es el buceo adaptado, que hasta personas con discapacidades severas pueden practicar con el acompañamiento suficiente y adaptando el código de comunicación. Franjo Sánchez dirige El Cortijo Subacuático, una academia de buceo en Las Hortichuelas (Cabo de Gata) que realiza inmersiones con personas con todo tipo de discapacidades físicas, y explica que una persona ciega, que no puede saber la profundidad a la que está ni el gas que le queda mirando sus indicadores, recibe la información en la mano. Si el monitor le toca la palma, le dará información sobre la profundidad. Si luego le tira cinco veces de un dedo, significa que está a cinco metros.
La actividad es accesible a personas con movilidad reducida. Las personas con paraplejia van acompañados por dos monitores, uno de los cuales le sujetará los tobillos y controlará su centro de gravedad. Un tetrapléjico necesitará tres: uno guía por delante, alguien detrás y un tercero que lo mire continuamente a los ojos para comunicarse con él. La comunicación aquí es con pestañeos: “Si hace dos es que hay algún problema, y si se mira la punta de la nariz lo que quiere es que le compensemos los oídos”.
El precio es el mismo que si necesitara sólo un monitor y cada año pasan por su academia 50 o 60 personas con algún tipo de discapacidad. No es el único centro de este tipo en la zona, y Subparke ofrece también actividades de piragüismo. “Lo importante no es que sea actividad de buceo pura y dura, sino que sea una actividad en común: buceas, luego vas a comer, das un paseo… Lo más parecido a lo que hace cualquier otra persona”, resume Sánchez. Y si no hay ganas de bucear, también se puede uno tumbar en la playa. En esta web de Discapnet (http://playasaccesibles.discapnet.es/) se relacionan las playas andaluzas accesibles.
Hay actividades de mar, y también de montaña. En su web, PREDIF recoge vías verdes accesibles, si bien recomienda documentarse previamente. Entre ellas están la vía verde de la Sierra (de Olvera a Puerto Serrano, entre Cádiz y Sevilla) y la vía verde del aceite, entre Jaén y el río Guadajoz. La primera discurre en sobre una antigua vía ferroviaria y pasa junto a la mayor buitrera de Andalucía; la segunda atraviesa nueve viaductos metálicos que rompen el inmenso tapiz de olivos. También hay rutas urbanas, como la de este vídeo.
PREDIF recoge las ventajas del turismo accesible: es un factor de integración social, desestacionaliza el turismo, es barato y es una oportunidad de negocio. “El turismo accesible no sirve sólo para personas con discapacidad: hay muchos periodos en los que pasas a tener problemas de movilidad, por ejemplo si hay un embarazo o te rompes una pierna. Y entonces gusta que haya rampas, o las puertas estén adaptadas. Entonces aprendes a ver las cosas de otra manera”, explica Franjo Sánchez. La rampa no es sólo para la persona en silla de ruedas, dice, sino para el repartidor o para nosotros, cuando no podamos andar.