La paradoja de las primarias del PP en Jaén obligará a replantear todo el modelo
La modificación del modelo de elección de los líderes del partido que el PP debatió en su último congreso nacional, como “la reforma más importante” en la ponencia política y de estatutos, ha llevado a un escenario imprevisible en la provincia de Jaén. Hasta el punto de que en la dirección regional reconocen que van a proponer que se modifique el recién estrenado sistema en el próximo congreso nacional porque “ha fallado”.
Y es que la convocatoria en Jaén (como también ha ocurrido en Cantabria) ha dado lugar a una situación con la que no se midió con la suficiente previsión cuando se elaboraron dichos estatutos: los dos candidatos que han sido proclamados, por cumplir las exigencias que recogen las normas, se enfrentan a la realidad de que uno tiene más votos de los militantes para presidir el partido en la provincia y otro más compromisarios, a su vez elegidos por los afiliados, de cara a un congreso provincial previsto el 21 de mayo y que tendrá la última palabra.
O sea, puede darse la situación de que el más votado para presidir el partido en la provincia, el alcalde de Porcuna, Miguel Moreno, se vea desbancado por su homólogo de Santisteban del Puerto, Juan Diego Requena, porque le ha ganado en delegados para el congreso provincial que debe ratificar el liderazgo y que se compone de un total de 900. En concreto, Miguel Moreno, como precandidato a líder del PP en Jaén, logró el 55,93% de los votos (2.896), mientras que Juan Diego Requena se llevó el 43,87% (2.271), pero tiene el respaldo de unos 500 compromisarios.
Se da la circunstancia de que el alcalde de Porcuna lidera a los renovadores y en principio sería el favorito de la dirección regional, mientras que Juan Diego Requena supone cierta continuidad porque es el hombre que propuso el actual presidente provincial, José Enrique Fernández de Moya, cuando, como le ocurrió a su homólogo de Córdoba, José Antonio Nieto, se vetó a varios miembros del Gobierno de la Nación para volver a optar a estos cargos orgánicos.
Con dicha reforma para ensayar primarias, el PP pretendía “dar una mayor participación a los afiliados, con la posibilidad de que voten directamente a los candidatos, pero sin renunciar un modelo de representación basado en los compromisarios”. Es decir, los militantes han podido votar, en una suerte de primera vuelta, a los precandidatos a presidir el partido en cada provincia, pero también a los compromisarios que deben ratificarlos en los congresos provinciales.
En Jaén no se ha cumplido la máxima que permitía dejar un único candidato tras la primera vuelta, lo que está previsto para cuando uno de los precandidatos obtenga más del 50% del total de los votos, una diferencia igual o superior a 15 puntos sobre el resto de contrincantes y ser el más votado en la mitad de las circunscripciones. Como ha ocurrido en la mayoría de las provincias con varios aspirantes, y sin ir más lejos, en Andalucía en el caso de Córdoba y Granada.
En cambio, en Jaén se ha llegado con dos candidatos para el congreso provincial. Lo previsto en estas situaciones es la posibilidad de una integración, pero que en este caso se antoja complicada. De hecho, en el entorno de Juan Manuel Moreno reconocen un “error de cálculo” porque mientras en Sevilla, en previsión de un resultado muy ajustado en la pugna entre Juan Bueno, candidato a la reelección, y Virginia Pérez, se forzó un acuerdo entre los dos antes de las votaciones. Pero Jaén se llegó a las urnas sin que a nadie se le hubiera pasado por la cabeza que se fuera a llegar a un escenario de contradicción como éste.
Independientemente de que tampoco en Sevilla ha salido del todo bien, porque la candidatura de Juan Bueno no reconoce los resultados que han dado como ganadora a su rival y por tanto él se ha tenido que retirar de la carrera, según lo pactado, la dirección regional insiste en que es una fórmula de búsqueda de consenso que se puede exportar a Jaén. Igual que Génova la ha propuesto para el PP de Valencia, igualmente sumido en una fuerte crisis de poder.
De hecho, los mismos estatutos recogen que “dos o más candidatos proclamados podrán proponer conjuntamente uno de consenso entre los compromisarios”, pero ¿quién cede? En la dirección regional tienen claro que debe ser Juan Diego Requena porque su rival tiene más respaldo de los afiliados para el cargo y es el deseo de la militancia que “hay que respetar”.
Reunión el viernes del máximo órgano entre congresos
Pero el alcalde de Santisteban del Puerto, que se está mostrando menos crítico con el proceso que su oponente porque se ve ganador en el congreso provincial, no está dispuesto. Es más, la guerra puede terminar en los tribunales, porque Miguel Moreno se ha dado de plazo hasta el lunes para presentar una demanda, lo que llevaría a una judicialización que Génova ha ordenado a la dirección regional que evite a toda costa.
Por eso, la secretaria general del PP de Andalucía, Dolores López, trabaja contrarreloj para que cierren un acuerdo. Este mismo viernes tenía previsto volver a Jaén para sentarse con ellos tras su paso por la reunión en Almería de la Junta Directiva del PP de Andalucía, máximo órgano entre congresos, que tendrá esta disputa de Jaén y la de Sevilla en el orden del día.
Hay más: todavía está pendiente que el Comité de Derechos y Garantías del PP de Andalucía se constituya para resolver las impugnaciones en Sevilla, cuya gestión a rechazado llevar Génova porque compete a la comunidad autónoma. Dolores López ha apuntado que se constituirá “en los próximos días”.
En todo caso, pese a este conflicto en Sevilla, el presidente del PP de Andalucía, Juan Manuel Moreno, cuenta con las otras siete demarcaciones con un congreso provincial con un único candidato. Es más, fuentes del PP no han descartado incluso que se posponga el congreso provincial en Jaén. Como se ha hecho en Valencia, donde sigue sin fecha a la espera de un acuerdo como el de Sevilla que rebaje la tensión entre los aspirantes: Vicente Betoret y Camen Contelles.
Cierto es también que el equipo de Mariano Rajoy ha puesto especial empeño en que se resuelva la situación de Valencia, como hizo con Sevilla, por tratarse de dos territorios estratégicos en clave electoral, mientras que su menor influencia en Jaén ha hecho que todavía no se haya dado un golpe sobre la mesa.
Cabe recordar que los primeros congresos provinciales en celebrarse serán los de Almería y Málaga, fijados el 19 de de mayo en el primer caso, y los días 19 y 20 en el segundo. También el 20 será en Granada. Mientras, las dos provincias con enfrentamientos abiertos todavía, Jaén y Sevilla, los tienen previstos el 21, para continuar por Cádiz y Huelva el 27. El último será el de Córdoba, el 3 de junio.