Quince días para lograr una cita de atención primaria en Andalucía por la falta de recursos
Pedir cita presencial o telefónica de atención primaria en la sanidad pública de Andalucía es un reto difícil este verano. Cualquier ciudadano que trata de encontrar un hueco en la agenda para que su médico de cabecera pueda ayudarle con sus dolencias se topa con una espera de alrededor de 15 días para que alguien pueda atenderle en persona o por teléfono. La falta de recursos, especialmente de plantilla, y la demora acumulada que sobrecarga de trabajo a los profesionales está mermando el sistema y los sanitarios se encuentran al límite en materia de estrés y ansiedad.
Un ejemplo de esta situación es el de Julia, nombre ficticio, que es médico de familia en un municipio costero de Andalucía. Aunque desde la Consejería de Salud se dice que los centros sanitarios de las playas andaluzas refuerzan sus plantillas en verano, ella constata que no es así. ''Aquí siempre falta personal y alrededor de la mitad no suele estar durante todos los meses, pero esto lleva siendo así mucho tiempo por toda la demora acumulada''. Según recuerda, la plantilla solo llegó a estar al completo durante ''un par de meses''. Al tiempo que confirma que, también en su centro, los médicos que acaban están prefiriendo coger contratos para trabajar en Urgencias antes que en Atención Primaria.
''Es desbordante para todo el mundo; para la ciudadanía también, llegando incluso a las agresiones verbales''. A veces tienen que vivir momentos tensos como el que le tocó padecer a ella: ''En mi último día de trabajo antes de vacaciones vinieron dos personas a las tres de la tarde y sí o sí había que verlas''. Consciente de que no es un hecho aislado y que lleva pasando muchos años, la sanitaria sentencia que “la pandemia ha agudizado el problema y la atención primaria lo está padeciendo”.
Según cifras del Sindicato Médico de Andalucía, de los casi 10.000 galenos de Atención Primaria que aparecen en las estadísticas como personal del Servicio Andaluz de Salud (SAS) entre médicos de familia y pediatras, al menos el 20% ''no está trabajando porque se ha jubilado o porque está de baja de larga duración''. Una cifra a la que hay que sumar que este verano, del personal que sí queda activo, alrededor de un tercio se ha ido de vacaciones, como suele suceder cada periodo estival. Unos números que evidencian la falta de medios que hay para atender a los más de 8,4 millones de habitantes que tiene Andalucía y los cientos de miles de turistas que llegan en verano.
Si alguien utiliza cualquiera de los medios a disposición de la ciudadanía para pedir una cita con su médico de cabecera o con el pediatra que trate a sus hijos, lo habitual es que en agosto la fecha más próxima no baje de los 15 días de media. Un hecho que pone en peligro a aquellas personas que necesitan ser atendidas cuanto antes y que, si no acuden a Urgencias, pueden pasar semanas sin tener un diagnóstico. Carmen Serrano, portavoz del Sindicato Médico en Granada, es tajante al respecto. Asegura que llevan “años” planteando a la Junta de Andalucía que ''la plantilla no está preparada para afrontar determinadas situaciones como la que se han vivido con la pandemia''.
“Hay compañeros que no pueden más”
Según explica, el elevado ritmo de trabajo que han soportado en los últimos meses, desde que comenzó la crisis de la Covid-19, ha hecho que el personal esté extenuado y que se vea en una situación aún peor desde que la atención al paciente también se hace por teléfono. “Hay compañeros que no pueden más y que nos dicen que llegan al trabajo y se encuentran con 60 ó 70 citas en el mismo día. A veces les dan las tres o las cuatro de la tarde porque, claro, no se pueden ir”. Como hay una demora asistencial acumulada por todos los meses que la pandemia ha impedido el normal funcionamiento de la Atención Primaria, hay muchos usuarios cuyas consultas se están acumulando.
''Además de que falta plantilla, los contratos que se les ofrece a los nuevos médicos son muy malos. Por ejemplo, de los 24 médicos de familia que acabaron su MIR en Granada en mayo se han quedado solo ocho y de ellos ya han renunciado dos'', lamenta Serrano. La portavoz del Sindicato Médico entiende que con esas circunstancias es muy difícil tratar de equilibrar la falta de personal que sufren en la Atención Primaria. “Tenemos una plantilla envejecida, con sus problemas de salud y con muchos compañeros que se van jubilando sin que entre gente nueva”.
A pesar de eso, los esfuerzos por contratar a los médicos que salen de las universidades no parecen suficientes. Carmen Serrano considera que “las condiciones de trabajo no son dignas porque se les contrata para hacer de todo con contratos 'de dispositivo de apoyo'”. Para la portavoz médica, es normal que los nuevos galenos prefieran evitar estos puestos de trabajo si nadie les asegura un futuro digno en el que puedan tener una vida laboral y personal estable. Además, el salario tampoco ayuda porque, incluyendo las guardias, apenas llegan a ganar unos 2.000 euros brutos al mes. ''Hoy por hoy los médicos buscan una buena conciliación y saben que hay otras comunidades autónomas que les dan mejores condiciones, por lo que acaban yéndose''.
Atención limitada
El otro gran aspecto negativo que resaltan en el Sindicato Médico tiene que ver con las consultas telefónicas. Aunque desde hace un par de meses ya se pueden hacer también presenciales, lo cierto es que muchos médicos de familia tienen listados diarios de varias decenas de usuarios. ''Parece que la consulta telefónica lo admite todo y nos llaman compañeros que no pueden más diciendo que les toca atender a sus pacientes y a los de los sanitarios que están de vacaciones''.
Por otra parte, como la relación entre el médico y paciente se ha basado siempre en la presencialidad, a veces no se pueden hacer los mejores diagnósticos mediante llamadas telefónicas de corta duración en las que los síntomas físicos no se aprecian. ''Es evidente que durante la pandemia había que poner medidas de seguridad, pero hay que planificar adecuadamente cuál es la forma de atender a la población'', sostiene Serrano. ''Estamos al borde del estrés y de la ansiedad. Asistimos a situaciones en las que los compañeros se están sintiendo muy mal''.
Los problemas no acaban ahí. ''En algunos lugares de Andalucía se ha decidido que el médico de familia no pueda derivar a su paciente a un médico de hospital'', cuenta la portavoz del Sindicato Médico. ''Apuestan por teleconsultas en las que tenemos que mandarle la sintomatología del enfermo a nuestro compañero del centro hospitalario para que nos asesoren ellos en lugar de derivarlos y que les atiendan''.
''Hay compañeros que no pueden más y que se están dando de baja''. Los sanitarios de la Atención Primaria se sienten ''desamparados'' y censuran que el SAS diga que no hay médicos, ''cuando lo que hace falta es mejorar las condiciones laborales de los que van a incorporarse''. Aseguran que está siendo un verano más difícil de lo habitual porque la demora asistencial está cargando de trabajo a todos. De ahí que hasta los descansos se hayan visto perturbados. ''Muchos médicos se cogen las vacaciones justas porque es lo que les recomiendan por la falta de personal. Más que nada porque si no se tienen que cubrir unos a otros y hay mucha gente a la que atender'', sentencia Serrano.
“Menos contrataciones que en 2019”
Para Rafael González, portavoz de CCOO en el sector sanitario, hay “varios ingredientes” que han dado lugar a esta tormenta perfecta que está afectando a la Atención Primaria. “Es totalmente imposible conseguir citas pronto de forma presencial para el médico de cabecera y está costando incluso para solicitar la vacunación”. El sindicalista sostiene que este es un asunto del que llevan tiempo alertando y sobre el que se debería haber hecho algo. “El principal problema es que se está contratando a menos personal este verano que en 2020, cuando estábamos en el punto álgido de la pandemia”. Pero afirma que tampoco se han contratado a más personas que en 2019, cuando la Covid-19 ni existía.
El portavoz de CCOO da otra clave que permite entender por qué está habiendo tal demora asistencial. “La quinta ola de la pandemia ha aumentado la demanda en Atención Primaria. Como la mayoría de contagios son de personas jóvenes que no tienen patologías graves como para ir al hospital, ante sus síntomas han acabado yendo a los centros de salud”. Al haber menos profesionales por las vacaciones de verano, esa circunstancia “ha colapsado también el sistema”.
Su homónimo en UGT, Antonio Macías, sigue la misma línea y apunta a la “nefasta organización” que ha llevado a cabo la Consejería de Salud. “El cóctel es perfecto para producir este galimatías que hace que nuestros centros de salud se estén convirtiendo en lugares inaccesibles para nuestros pacientes y un problema para nuestros profesionales”. Según Macías, no solo faltan médicos, sino personal en todas las áreas.
“Esta administración está tan alejada de la realidad de nuestra atención primaria que es capaz de reconocer el caos y seguir sin tomar medidas eficaces que acerquen los pacientes a los sanitarios y no que cada vez estén más lejos unos de otros”. El representante de UGT cree que todo esto está propiciando en el “deterioro” del sistema sanitario.
Cifras de contrataciones
Este medio se ha puesto en contacto con la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía que se ha negado a hacer declaraciones al respecto, remitiéndose al Servicio Andaluz de Salud (SAS). Desde este organismo se limitan a recordar las cifras de contrataciones que hicieron públicas en el mes de julio y aclaran que hay alrededor de 850 sanitarios en todo el sistema que están de baja por Covid-19. Mediante cifras de contrataciones globales y por provincias, el SAS asegura que se ofertan “más de 25.000 contrataciones de refuerzo Covid para garantizar la atención sanitaria durante los meses de verano en los centros de la comunidad andaluza”. “Estas contrataciones suponen un 28% de incremento respecto a la planificación del año anterior en el que se ofertaron más de 20.000 contrataciones, aunque finalmente se realizaron 13.807, lo que supone un 86% más de lo ejecutado el verano pasado”. Aunque no explican el porqué de las demoras en la atención tanto presencial como telefónica.
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