El dinero procedente de los cursos organizados en nombre de la Federación Andaluza de Socorrismo no ha sido ingresado en ninguna de sus cuentas al menos desde el 19 de enero, según explica a eldiario.es Andalucía un miembro de la actual gestora. Cuatro fuentes han asegurado que este dinero se cobraba habitualmente en metálico. Ante los indicios de irregularidades, la Consejería de Turismo y Deportes remitió la documentación a la Fiscalía el pasado mes de febrero y encargó a la gestora que realizara una auditoría financiera de la entidad.
Este diario informó de que algunas personas habían aprovechado el “desgobierno” de la federación para emitir certificaciones de cursos que ahora la gestora no reconoce. La gestora tampoco reconoce la representatividad de las delegaciones, que sin embargo han organizado y promocionado cursos de socorrismo. Uno de sus vocales dijo a eldiario.es Andalucía no saber quién tiene el dinero cobrado desde entonces por los cursos que se han impartido. Tampoco aclara si ingresó y tiene registrados los cursos impartidos con anterioridad.
Cuatro fuentes diferentes aseguran a eldiario.es Andalucía que los supuestos responsables de la Federación Andaluza cobraban este dinero en metálico. La finalidad principal de una federación es la de fomentar el deporte y organizar competiciones. En el caso de las de socorrismo, esto se complementa con la formación.
“La formación es una fuente de ingresos. Lo que no puede ser es que alguien utilice una federación para generar recursos, y no destinarlos a lo que por ley y estatutos se tienen que destinar. Si no lo destinas a hacer deporte, a hacer competición, a hacer prevención, ¿qué ha pasado con ese dinero?”, se pregunta Isabel García, presidenta de la Federación Española. Las cuentas de la Federación Andaluza están actualmente bloqueadas como consecuencia de un expediente con la Agencia Tributaria.
El negocio boyante de los cursos de socorrismo
Las certificaciones, licencias y títulos de cursos de socorrismo esconden un negocio boyante. A 400 euros por alumno, por un curso de 20 alumnos se ingresan 8.000 euros. Sin embargo, ni son títulos oficiales, ni habilitan para el ejercicio en todo el Estado.
Según fuentes cercanas a la Federación, cada delegación provincial organizaba seis o siete cursos anuales con entre 15 y 50 alumnos. Las cuotas se cobraban habitualmente en metálico y se entregaban a los responsables de la federación, que se desplazaban hasta el lugar donde se impartía. “Siempre se ha trabajado así”, aseguró a eldiario.es/Andalucía José Antonio Mejías desde la delegación de Sevilla. Otra fuente que prefiere mantener el anonimato confirma esta dinámica: “Se pedía en mano, y a los alumnos que pagaban en metálico les permitía pagar una parte cada uno de los cinco fines de semana del curso”. Hay decenas de cursos similares, muchos impartidos mediante convenios con ayuntamientos.
Es el caso, por ejemplo, de Alhaurín el Grande, que ha prestado a los cursos en cuestión su sello y promoción. Su concejal de Deportes, Marcos Manzanares, prometió a este periódico explicar cómo y con quién firmó esos convenios. Los cursos municipales se celebraron en marzo de 2017 y, por tanto, no son reconocidos por la propia Federación. “Es algo que me preocupa, voy a reunirme con los alumnos, a recabar la información y la semana que viene le atiendo cuando usted me diga”, aseguró. Pasada esa semana, sin embargo, Manzanares rehuyó el asunto y no ha contestado a las llamadas y mensajes de este medio.
“Investigar y detener cursos”
Pese a que la gestora tomó posesión en enero con la supuesta voluntad de enderezar el rumbo de la Federación, alguien siguió utilizando los anagramas y sirviéndose de las cuentas en redes sociales para seguir generando ingresos. Lo mismo habría ocurrido con las páginas web: la web fassandalucia.com, desde la que se publicitaron algunos de estos cursos, ya no es accesible, y la única legitimada es fassandalucia.es.
La Federación, por boca de su gestora, asegura ahora que se propone “investigar y detener cursos no autorizados ni reconocidos” que se impartían hasta ahora. Un día después de que este medio publicase el escándalo, la página de Facebook “Federación Andaluza de Salvamento-Sevilla” colgó un post en el que informaba de que “la temporada de formación de socorristas” había sido “cerrada” por “el previo comienzo de la temporada estival”, aunque luego un responsable de esos cursos admitió que se habían cancelado por la compleja situación federativa y porque la gestora les obligaba a ello.
Expresidente, inhabilitado
La situación en la federación, entidad privada de utilidad pública, es caótica desde hace años y se acentuó con la inhabilitación temporal de su presidente, Juan José Sánchez Maspons, con efectos desde mayo de 2016. Sánchez Maspons fue inhabilitado por la Junta de Andalucía, que le encontró responsable de la “expedición de licencias fraudulentas”, emitidas bajo la falsa premisa de su oficialidad y de estar respaldadas por la propia Junta.
Tampoco la Administración autonómica intervino, pese a que estaba informada del caos financiero de la Federación al menos desde el verano de 2014. En un acta que se levanta el 4 de junio de 2014 los inspectores de Deportes denuncian la “negativa o resistencia a la actividad inspectora” de los anteriores responsables, y advierten de que no aportan los libros de contabilidad de los últimos tres años, como se les exige.
El 21 de julio de ese mismo año el inspector emitió un segundo informe, alertando de que la Federación seguía sin aportar la contabilidad. Cuando desde la Federación Española solicitaron las cuentas de la Andaluza, sus responsables dijeron que les habían robado esos papeles, según explica Isabel García.
Entre las tareas que la Consejería encomendó a la gestora está precisamente la realización de una auditoría financiera. Pese a haber recibido cuantiosas subvenciones públicas para celebrar competiciones (no reconocidas ni validadas) las cuentas de la Federación están prácticamente a cero y hasta tres fuentes advierten de la posible desaparición de material como embarcaciones o quads.