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La guerra interna en el PP de Sevilla se cobra la cabeza del portavoz municipal en la capital, Beltrán Pérez

Juan de la Rosa, Virginia Pérez y Beltrán Pérez, en el Comité de Dirección del pasado 9 de abril.

Antonio Morente

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El duro conflicto interno en el que sigue inmerso el PP de Sevilla se va a cobrar su primera víctima. El portavoz municipal en el Ayuntamiento de la capital y concejal desde 2003, Beltrán Pérez, va a ser destituido en este cargo, pagando así su apoyo incondicional a Juan Ávila, el candidato que resultó perdedor en la carrera por la presidencia de los populares sevillanos pese a que contaba con el respaldo del presidente andaluz, Juan Manuel Moreno. El mecanismo para este relevo ha sido activado por la presidenta del partido en la provincia, Virginia Pérez, que se impuso en una bronca contienda en la que contó con el aval del presidente nacional de la formación, Pablo Casado.

Tras el congreso en el que Virginia Pérez fue reelegida, Beltrán Pérez quedó en una posición muy delicada, agravada con que su puesto ya estaba en entredicho. Ahora, al hecho de que fue el cargo del partido que más se implicó en apoyo de Juan Ávila, se une que la presidenta provincial apuesta por otro candidato para las elecciones municipales de 2023, con lo que Beltrán Pérez había sacado todas las papeletas para que su ficha fuese la primera en caer.

Convocado el mismo domingo

Virginia Pérez citó al todavía portavoz municipal este mismo domingo a una reunión que se ha desarrollado en la mañana del lunes, en la que le pidió que diese un paso al lado para que ocupase su puesto uno de sus concejales, Juan de la Rosa, que además es secretario general del PP provincial y persona de absoluta confianza de la presidenta. A cambio, le ofreció continuar como edil hasta que expire el mandato y ocupar un cargo en la ejecutiva provincial del partido.

Tras la negativa de Beltrán Pérez a dar este paso, Virginia Pérez está manteniendo reuniones individuales a lo largo de todo el lunes con los concejales del grupo para forzar este movimiento. Para ello hace falta que soliciten el relevo cinco ediles, la mayoría de un grupo municipal compuesto por ocho. Tres de ellos ya habrían dado su visto bueno, los tres que la apoyaron como candidata, con lo que sólo faltarían dos apoyos más.

Las consecuencias de no respaldar

El concejal que se niegue a seguir las indicaciones del PP provincial se enfrenta a un futuro incierto, ya que si esta vía no sale adelante sería el propio comité ejecutivo del partido el que obligase de manera directa al cambio. Esto supondría que los ediles que se sigan negando serían expulsados del grupo, tendrían la consideración de concejales no adscritos y perderían su sueldo, tal y como estipula el reglamento por el que se rige el Ayuntamiento, que contempla que los capitulares en esta situación sólo puedan percibir alguna cantidad en concepto de dietas.

Desde el PP provincial han emplazado a este martes para pronunciarse oficialmente sobre el proceso abierto en el grupo municipal. Desde el entorno de Beltrán Pérez, por su parte, se admite que la pérdida de la portavocía era una posibilidad muy presente tras lo ocurrido en el congreso, aunque se lamentan las formas y el que no se haya intentado pactar una salida que no fuese traumática.

Un portavoz de transición

Una vez concluido este proceso, Juan de la Rosa ejercería como portavoz pero no sería el candidato del PP en las próximas elecciones. En este sentido, se insiste en que la opción tanto de Virginia Pérez como de la propia ejecutiva nacional (que es la que elige directamente al cabeza de lista en las grandes ciudades) sería la de José Luis Sanz, senador y alcalde de Tomares, que apoyó a la ahora presidenta en la cita congresual. 

A todo esto, y sobre el papel, Virginia Pérez y Juan Ávila siguen negociando una salida pactada a la crisis interna generada por la pugna congresual, unas conversaciones que habrían propiciado que el candidato perdedor no haya presentado todavía la denuncia en los juzgados que anunció. De hecho, Beltrán Pérez es el que ha asumido en nombre de Ávila esta negociación, presentando una propuesta a la que en la mañana de este mismo lunes ha respondido el equipo de Virginia Pérez con una nueva contraoferta.

En su calidad de portavoz municipal en la capital, Beltrán Pérez asistió el pasado 9 de abril al primer encuentro del Comité de Dirección tras la pugna congresual, en el que señalaba que el PP de Sevilla ponía en marcha “toda su maquinaria reactivando el partido”. Virginia Pérez presidió la reunión que, según sus palabras, estuvo marcada por “la ilusión y las ganas de todo el equipo por seguir trabajando por mejorar la calidad de vida de los sevillanos”.

El movimiento de Eloy Tarno en Lora

En este paisaje tras la batalla congresual se vivía otra historia paralela sólo horas antes de la reunión en la que se activó la destitución de Beltrán Pérez. En este caso el protagonista era Eloy Tarno, concejal del PP en el Ayuntamiento de Lora del Río y marido de Virginia Pérez, que este domingo colgaba un comunicado en Twitter en el que anunciaba que renunciaba a sus cargos en el gobierno municipal y a la portavocía del grupo popular, pasando a ser “un humilde concejal sin delegación y sin sueldo”.

Tarno y el también edil popular Álvaro Aranda fueron degradados y relegados de sus funciones en el gobierno local, pasando a desempeñar tareas secundarias. Ambos concejales respaldaron y recabaron avales para Virginia Pérez, mientras que el alcalde, Antonio Enamorado, se alineó con Juan Ávila. En su comunicado, Tarno señalaba que no va a “consentir que nada ni nadie humille, denigre, maltrate, calumnie o injurie a ninguna persona” de su entorno, “ya sea familiar o amigo”.

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