La portada de mañana
Acceder
El Constitucional acusa al Supremo de sentenciar los ERE sin argumentos
Las denuncias por acoso dinamitan una investigación de la Universitat de Barcelona
Opinión - El porno es el nuevo demonio. Por Ana Requena
VÍDEO

Un joven de Sevilla denuncia la agresión de un policía: “No me pegues más, que no te estoy haciendo nada”

Momento del puñetazo tras el coche

Javier Ramajo

4

Ocurrió en la madrugada del sábado 12 al domingo 13 de febrero a la salida de una fiesta tecno, sobre las cinco de la mañana, a las puertas de Theatre Sevilla, en la calle Economía. Como se ve en el vídeo que acompaña a esta información, un joven es golpeado por un agente de la Policía Nacional, que le zarandea y le agarra junto a un vehículo policial. Varios jóvenes son testigos y alguno de ellos graba la escena. Según su relato, estaba tratando de que los agentes llamaran con urgencia a una ambulancia para que se llevaran a otro joven que salía de la fiesta y que se encontraba en estado de semiinconsciencia. El joven estaba espetando la falta de colaboración de los policías ante el estado del chico. “Todo fue rapídisimo, vino hacia mí, me dio un porrazo en la muñeca izquierda y dos puñetazos”, indica. Policontusiones, hematomas en mano izquierda y ojo derecho, y contracturas musculares, su parte de lesiones. El vídeo arranca justo después de ese momento.

“¿Me llevas detrás del coche para que no te vean cómo me pegas?”, dice que le comentó al agente cuando le conducía a un lugar menos visible. La escena habla por sí misma. Según este estudiante, de 24 años y que esta semana va a presentar una pormenorizada denuncia por los hechos, solo estaba tratando de ayudar al otro joven, al que no conocía, cuando ocurrió todo. “Tenía miedo de que me diera un mal golpe”, comenta del momento en que se encontraba sujeto por el policía. “No me pegues más, que no te estoy haciendo nada”, grita en el vídeo cuando la cámara se acerca y se le puede escuchar. “Espera un momento, si te lo voy a dar”, le insiste para entregarle su DNI mientras el agente le sujeta. “Bolsillo derecho”, le indica. “¿Para esto estáis, hermanos? Déjame de pegar ya”, se queja en el suelo mientras logra lanzar el móvil a alguien y el agente se le echa definitivamente encima para esgrilletarle.

Al joven y a un amigo que salían juntos de la fiesta les sorprendió ver tantos agentes a la salida, si bien relata a este periódico que se habían producido “varias peleas dentro” y que suponían que estarían allí para salvaguardar la seguridad. “No nos hacían caso cuando les pedimos ayuda para ese chico y les dije que para qué servían si no iban a hacer nada, pero en ningún momento les insulté ni nada, sin faltarles el respeto. Solo quería que le pidiesen una ambulancia, que a ellos les iban a hacer más caso y llegaría antes el médico”, explica.

Según se recoge en el escrito de acusación del fiscal, cuya versión difiere notablemente, el joven “se acercó a una dotación de la Policía Nacional, que se encontraba en el lugar atendiendo una llamada, y les comunicó a los agentes que había sido objeto de una agresión”. Dice la Policía y el Ministerio Fiscal que el joven “comenzó a dirigir expresiones vejatorias sobre los agentes, 'vaya mierda de policías', negándose a identificarse y arrojando la bebida que llevaba en la mano” a uno de los agentes. También se acercó a otro y “para zafarse” de él “le propinó un codazo a la altura de las costillas, sin sufrir lesiones, siendo detenido en ese momento, usando fuerza mínima indispensable”.

El atestado policial es muy similar al de la Fiscalía. Señalan los agentes, mientras atendían a una joven que estaba denunciando un abuso sexual, el joven les requirió una ambulancia aduciendo que le habían pegado dentro “varias bofetadas”. Unos jóvenes que estaban por allí informan de que ya han llamado ellos a la ambulancia pero el joven empezó a “insultar” a los policías, negándose a entregar la documentación como se le estaba pidiendo. A uno de ellos le dio “un codazo en las costillas”.

Pese a que se le trata de reducir, “el detenido adopta una actitud aún más agresiva, soltando manotazos y patadas, cayendo al suelo junto al funcionario policial”, relata el atestado. Otro agente “proporciona seguridad, apartando a los acompañantes” del joven, que estaban “congregándose en actitud agresiva”. Uno de los policías, según concluye el atestado de aquella mañana del día 13, dice presentar “dolores en el cuello y en la pierna derecha”.

Acusado de resistencia

Según la defensa del joven, “en ningún momento indicó a la Policía que hubiera sido víctima de una agresión, como señala el escrito de acusación”, y “en ningún caso se le indicó que una ambulancia viniera de camino, como se indica en el atestado”, ya que “la ambulancia fue avisada con posterioridad”. La defensa insiste en que “en ningún caso profirió insultos contra ninguno de ellos, sino que simplemente se limitó a indicar que no era lógico la forma de actuar de éstos, que estaban haciendo caso omiso a una llamada de auxilio”. “En ningún momento arrojó el joven la bebida al policía, como éste pretende, sino que fue el golpe en la mano recibido por el policía lo que dio lugar a que se vertiera el contenido del vaso. Mucho menos dio un golpe en las costillas al policía, prueba evidente de ello es que el policía no presenta lesiones de ningún tipo”.

“En ningún momento se resistió de ninguna forma, antes al contrario, se limitaba a pedir explicaciones de qué estaba ocurriendo, pues no podía entender por qué le trataban de esa manera”, relata la defensa. “El joven, lejos de resistirse, como se pretende (los dos videos que se aportan como prueba no dejan ningún género de dudas), solo acertaba a decir: deje de pegarme, el DNI está en el bolsillo derecho”, relata su defensa, que advierte de que toda esa secuencia “fue grabada por varias personas, aun cuando el otro policía nacional intentaba, en todo momento, que la grabación no se llevara a cabo”. “Existen tres grabaciones desde dos ángulos distintos” por dos personas “que fueron testigo de los hechos”, incide.

Tras unas horas entre la comisaría y el calabozo de los juzgados, acudió con su familia (que reside en Sevilla, él estudia en Cádiz) a un centro hospitalario para obtener un parte de lesiones. Un hematoma en la muñeca izquierda, otro en el ojo derecho y dolores en cuello y dorsales han sido las secuelas físicas. La defensa resume así lo sucedido: “Lo que sucedió en la madrugada del 13 de diciembre no fue un delito de resistencia, fue una agresión policial en toda regla a un joven que solo indicaba que el comportamiento de la policía no estaba siendo correcto y que por ello se llevó una paliza. La policía nacional, para justificar tal paliza, se llevó detenido a un joven que no había hecho nada, y lo acusó de resistencia precisamente para poder justificar la agresión gratuita y darle justificación como el uso de la fuerza mínima indispensable. La fuerza utilizada superó con mucho la mínima indispensable, máxime en esa situación, en que no era necesario utilizar fuerza de ningún tipo, ya que ninguna resistencia se estaba oponiendo”.

Los hechos con su prueba correspondiente, finaliza su defensa, “debía haberse podido presentar durante la instrucción del procedimiento, pero la transformación en Diligencias Urgentes, y la aquiescencia de la defensa del joven a considerar finalizada la instrucción del procedimiento (en ese momento se desconocía la existencia de los vídeos, y es evidente que su declaración no hubiera servido de nada frente al atestado sin esos vídeos), hicieron imposible poder presentar las pruebas”.

Este periódico ha preguntado por el incidente a las fuentes oficiales de la Policía Nacional, que han dicho lo siguiente: “Si hubiera denuncia se investigará y actuará como proceda pero, de momento, no tenemos ninguna información”.

* BCN Legends, leyenda que aparece en el vídeo, es un canal de Telegram con 53.000 suscriptores y de Instagram donde se cuelgan vídeos que su administrador, encuentra en redes o le envían. Pincha aquí para más información del canal.

Etiquetas
stats