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“Están machacando a la gente, enviándola a la cárcel por salir a la calle”

Su compañero de juicio Carlos Cano, con igual condena, ingresó voluntariamente en la cárcel este lunes.

Carmen Bajo, leonesa de 56 años y afincada en Granada desde hace décadas, ingresará en prisión dentro de 15 días por participar en un piquete informativo en la huelga general de 2012. Parada desde hace dos años y sin ningún tipo de prestación desde hace once meses, tiene un hijo de 18 años al que deja en casa. Estas dos últimas semanas “de empaquetar una vida” las vive en una contrarreloj “apurando hasta el último minuto de libertad”. Por delante le esperan tres años de cárcel y una multa de 3.655 euros a la que no puede hacer frente y que sumaría a su condena seis meses más en caso de no pagarla. Pese a todo, asegura que sigue saliendo a la calle para luchar por los derechos de los trabajadores. Su compañero de juicio, Carlos Cano, entró este lunes en prisión voluntariamente para aguardar la resolución de un posible indulto que el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, dijo que estudiaría.

¿Cuáles son sus primeras impresiones tras la entrada en prisión de su 'compañero' Carlos Cano?

Carlos es mi 'compañero' en este viaje de la vida. El titular del juzgado número 1 apremió su ejecución de sentencia y tenía que ingresar para que el fiscal pudiera valorar el indulto. Era una condición sine qua non.

Pero en el caso de reconocidos empresarios o representantes públicos no ha sido siempre así.

Bueno, cuando el Ministerio Fiscal habla de condenas ejemplarizantes o valoraciones normalmente se refiere a dar lecciones de política que no se deben hacer nunca desde un juzgado.

Parecía que este momento no iba a llegar, que Alberto Ruiz Gallardón iba a estudiar el indulto.

Creo que todo era de cara a la galería, decir que va leer algo no significa que vaya a hacerlo. Además, considero que todo estaba dictaminado de antemano. El reparto de temas en los juzgados no es casual y el juez de lo Penal Número 1 de Granada es bastante conocido por sus autos.

Entonces, ¿no tiene confianza?

Estoy en un compás de espera. En lo que decimos una calma chicha hasta el 31 de julio, pero cuando las barbas de tu vecino veas cortar pon las tuyas a remojar.

Le quedan quince días de libertad. ¿A qué los va a dedicar?

Apurar el tiempo hasta el último minuto de libertad que tenga. Sigo intentando luchar contra el tiempo, pero no sé si lograré mis objetivos. Para ello tengo el apoyo de mi hijo, para hacer frente a la ley.

¿Cómo se le dice a un hijo que se va a estar en la cárcel durante tres años?

Pues hay cosas que aunque uno esté preparado intelectualmente no puede comprender. Porque una cosa es el intelecto y otra las emociones y el ámbito espiritual. Son niveles de conciencia y realidad muy diferentes. Es complicado. De momento, el día 31 me presentaré en la cárcel de Albolote. Tengo tanto por hacer… porque ¿cómo se empaqueta una vida? Si una madre que se marcha un fin de semana deja a su hijo comida en la nevera, ¿cómo dejo yo al mío tres años? ¿Cómo le resumo todas las recomendaciones sobre la vida en dos semanas?

¿Volvería hacer lo mismo?

No. No volvería a esperar a que la Policía me identificara, una aprende de sus errores. Pero sí a salir a la calle a luchar por nuestros derechos. Eso es algo que he seguido haciendo durante todo este tiempo y que siempre haré.

Los sindicatos hablan de una persecución a los trabajadores que protestan públicamente. ¿Pertenece a alguna organización?

Cuando me detuvieron estaba como autónoma y durante un tiempo estuve afiliada a UGT, pero no en aquel momento y tampoco ahora. Sin embargo, cuando me detuvieron supe que necesitaba su apoyo porque solo no se puede. Desde la Subdelegación del Gobierno existen directrices sobre cómo se debía de comportar la Policía con los piquetes informativos del 15M, del movimiento de indignados. Da igual si tienes siglas o no, ellos piensan 'arrieros somos y en el camino nos encontraremos'.

En cambio, el subdelegado del Gobierno en Granada, Santiago Pérez, dijo hace unos días que nada de esto es cierto y que el trato con los sindicatos es exquisito.

Debe ser que no todos tenemos el mismo lenguaje o no todos participamos de los mismos códigos de comunicación, quizás se refería a los sindicatos y no a otros grupos. A lo mejor cuando se habla de sentencia ejemplarizante debería revisar el diccionario. Está claro que no hablamos de lo mismo.

¿Siente qué algo está cambiando?

Antes de nosotros se libraron los trabajadores de la Rober (empresa concesionaria del servicio de transporte urbano en Granada) y otros compañeros de La Coruña. Están machacando a la gente, enviándola a la cárcel por salir a la calle. Se trata de nuestro derecho de expresión.

En el caso de Carlos, él ha saldado la indemnización. ¿Cómo se encuentra su situación?

Carlos pagó los 767 euros de indemnización e incluso los propietarios de local pidieron retirar la denuncia. La condena es de tres años y un día de prisión, más una multa de 3.655 euros cada uno, junto con la indemnización impuesta a mi 'compañero'. Si no pagamos esos 3.655 euros tendremos seis meses más de cárcel. En mi caso ni me lo planteo. Es imposible, no tengo ese dinero, no tengo ni un euro. Estoy en paro desde hace dos años y sin ningún tipo de prestación desde hace once meses. Así que no pienso en algo que no puedo hacer aunque quisiera. Esta situación es algo que me desborda.

¿De qué vive entonces?

De la ayuda de familia, amigos y el apoyo de uno de los comités sindicales de CC OO que han hecho llegar una cantidad de dinero para afrontar lo que se viene encima. Stop Represión también abrió una cuenta en Unicaja donde recaudan fondos para la representación legal.

El apoyo de la sociedad española en general también ha sido importante, ¿la ha notado?

Sí, claro, siempre ha estado presente. Pero considero que el PP al verse derrotado de cara a las próximas elecciones se está aprovechando para arrasar con todo lo que puede. Sólo espero que los ciudadanos aprendamos.

En la emisora de radio La Voz de Granada ha comentado usted que quería dar el mismo mensaje que dio Unamuno frente a José Millán-Astray. ¿Por qué?La Voz de Granada

Creo que este tipo de sentencias ejemplarizantes nos obligan a volver la mirada a la historia y recordar el “venceréis, pero no convenceréis”. Tal y como dijo Unamuno “Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir, y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil el pediros que penséis en España”.