El amenazado lince ibérico habitó Francia e Italia hace 600.000 años
El lince ibérico, especie actualmente en peligro de extinción, habitó Francia e Italia hace 600.000 años, según una investigación en la que ha participado el Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont (ICP).
La investigación, liderada por la Sapienza Universitá di Roma, ha descrito unos restos fósiles extremadamente bien conservados de lince ibérico (Lynx pardinus) en Ingarano (Italia) y revela que hace 600.000 años esta especie salió de la península ibérica para colonizar todo el sur de Francia hasta llegar al sur de Italia.
Hace 40.000 años y por causas aún desconocidas el lince ibérico, que es actualmente la especie de félido más amenazada del mundo según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), se extinguió de esta zona y su presencia quedó restringida al área de distribución actual.
A comienzos del siglo XXI, gracias a un programa de conservación financiado por la UE, viven actualmente casi 900 ejemplares en libertad, básicamente en el Parque Nacional de Doñana y en otros pequeños reductos en el sur de España y Portugal.
Los expertos advierten, sin embargo, que el futuro de esta pequeña especie de félido es incierta debido a la reducción de su hábitat y la dependencia del conejo de campo, también en recesión y amenazado por varias enfermedades infecciosas.
La investigación paleontológica, que publica la revista 'Quaternary Science Reviews', ha aportado ahora datos desconocidos sobre su historia evolutiva y su origen como especie tras analizar varios cráneos bien conservados que han permitido asignar los restos de forma indudable a la especie ibérica gracias a detalles de imágenes obtenidas por tomografía computarizada.
El estudio demuestra que hace unos 600.000 años, el lince salió de la península ibérica y colonizó todo el sur de Francia hasta llegar a Italia, donde sobrevivió hasta hace unos 40.000 años.
“No sabemos cuáles fueron las causas precisas de su extinción en el resto de Europa, pero no están relacionadas con la actividad humana”, según el paleontólogo del ICP Joan Madurell.
Los estudios de ADN fósil de esta especie revelan que hace entre 40.000 y 50.000 años su diversidad genética ya era bastante baja, lo que podría haber limitado su capacidad de adaptación a nuevos ambientes.
Madurell, que desde 2010 estudia la historia evolutiva del lince ibérico, ha señalado que “hasta hace relativamente poco se creía que esta especie había aparecido hace apenas unos 40.000 o 50.000 años”, pero la localización de restos de lince de una antigüedad de 1,6 millones de años en un yacimiento de Gavà (Barcelona) en 2015 permitió constatar que su origen se remonta a tiempos mucho más lejanos.
“Creemos que hace aproximadamente 1,8 millones de años, coincidiendo con un período de glaciación, el lince quedó aislado en la península ibérica”, según Madurell.
Aquí se habría tenido que adaptar a cazar presas de menor tamaño, como los conejos, y este hecho explicaría que su tamaño corporal disminuyese en comparación con el lince boreal que habitaba en el resto del continente.
A diferencia del lince ibérico (Lynx pardinus), el lince boreal (Lynx lynx) es una especie ampliamente distribuida en la actualidad por los bosques europeos y siberianos y hasta mediados del siglo pasado todavía vivían algunos en los Pirineos, pero acabaron desapareciendo debido a la caza.
El lince boreal es un poco mayor y pesa entre 17 y 20 kilos, mientras que el ibérico oscila entre 13 y 17, aunque los ejemplares de Ingarano habrían sido bastante más grandes que los que actualmente sobreviven en España.
0