Teresa Rodríguez improvisa un mitin en la calle tras desbordarse un acto de campaña en Almería, fortín del PP
Dicen los dirigentes locales y provinciales de IU que la provincia de Almería siempre ha sido “territorio comanche” para la izquierda. La capital más oriental de Andalucía es un fortín electoral del PP que, en su mejor momento (las autonómicas de 2012), consiguió que más de la mitad de los almerienses les votara (51,3%). Por eso ha sonado tan marciano escuchar en mitad de una céntrica calle de Almería a una multitud coreando “¡no pasarán!”, lema que usó la República española contra el asedio fascista de Madrid, durante la Guerra civil, y que más tarde hizo suyo Dolores Ibárruri Pasionaria, una de las fundadoras del Partido Comunista de España.
El grito de ¡no pasarán! se escuchó este jueves noche a las puertas de la Escuela Municipal de Música de Almería capital, donde Adelante Andalucía (Podemos-IU y otras formaciones andalucistas) había convocado a la gente para escuchar a su candidata a la Presidencia de la Junta, Teresa Rodríguez. El teatro, con 244 butacas, se llenó enseguida con alrededor de 300 personas, muchas de ellas siguieron el mitin de pie en los laterales de la sala. Bien porque otros espacios culturales más grandes de Almería estaban ocupados, bien porque la coalición de izquierdas calculó mal sus expectativas en una ciudad que es un histórico granero de votos de la derecha, la cosa es que el mitin de Rodríguez y Antonio Maíllo, líder de IU, se vio desbordado.
Los organizadores del acto pincharon la señal de video para que el medio centenar de personas que se quedó fuera siguieran el mitin desde la calle, a través de una pantalla que hay en el frontal del teatro, y con dos grandes altavoces. Durante su intervención, en el interior, Rodríguez y Maíllo les agradecieron varias veces que siguieran el mitin desde la calle. Pero no fue suficiente. El acto se prolongó hora y media -suele haber hasta seis intervinientes seguidos, entre dirigentes locales y demás portavoces de la confluencia- y al término Rodríguez y Maíllo salieron a la calle, donde la multitud no se había dispersado aún.
Allí el tándem de Adelante Andalucía improvisó un nuevo mitin, en parte réplica de lo que ya habían contado dentro, aunque hubo más feedback con los simpatizantes. La multitud, con media de edad avanzada, empezó a gritarle a Teresa Rodríguez “¡presidenta, presidenta!”, y nuevamente “¡no pasarán, no pasarán!”.La gaditana respondió así: “Claro que no van a pasar”. Pilar González, ex líder del Partido Andalucista ahora integrada en la confluencia de Adelante, se emocionó hasta las lágrimas. “Esto es impensable para nosotros, aquí no nos querían ni ver”, dijo.
Tanto la candidata como su número dos han hecho referencia explícita a “las derechas” en Almería, han mencionado al PP, a Ciudadanos y también a Vox, grupo de extrema derecha sin representación parlamentaria que, según el barómetro del CIS, puede lograr su primer escaño en esta provincia.
El candidato del PP, Juanma Moreno, había estado un día antes en Almería y no mencionó en ningún momento a Vox. Rodríguez y Maíllo sí lo hicieron, varias veces. Pesa más el factor miedo para movilizar a la izquierda que los recelos a dar eco a una agrupación que, hace tres años, apenas logró reunir 900 votos en Almería. “Lo de Vox no es tan novedoso”, dijo Rodríguez dentro del teatro. “Son los matoncillos del patio del colegio. Lo más fácil para ellos era meterse con los que tenían más problemas, ¿alguna vez se han metido con la banca? No, se meten con los más débiles y los más vulnerables, porque son unos cobardes”, gritó.
Maíllo no mencionó a Vox, pero también aireó el fantasma de la derecha. “Dicen: ¡que vienen las derechas! Que vengan. Aquí estamos, no nos da miedo la derecha, que vengan que nos van a encontrar de frente”, dijo, con un aire desafiante que desató aplausos en la sala. Y remató: “Ahora dicen que va a salir uno que es franquista, como si no hubiera franquistas entre los otros”.
Más allá del discurso emocional, los candidatos de Adelante Andalucía avanzan hacia el ecuador de la campaña con una máxima clara que no dejan de repetir: su voto nunca servirá, ni por activa ni por pasiva, para facilitar un gobierno de derechas en Andalucía. Eso lleva irremisiblemente a pensar en que el PSOE de Susana Díaz y la coalición que lidera Teresa Rodríguez tendrán que entenderse tras los comicios del 2 de diciembre.