La noticia llegaba mediada la mañana. Cumplían su tercera noche al raso frente a la sede del Ayuntamiento de Sevilla. Una llamada y la explosión de júbilo inundaba la Plaza Nueva. La Junta asumía el realojo temporal. Abrazos y lágrimas. No hay palabras. Las pocas que se pronunciaban las resumía Irma Blanco, una de las portavoces de la Corrala Utopía. “La lucha no ha sido en balde. Nos vamos a nuestras casas”.
“La noche ha sido muy larga. Lo estábamos esperando. Ahora hay que cuadrar dónde vamos cada familia. Sabíamos lo que hacíamos, no hemos flaqueado, sabíamos que no nos pueden arrebatar nuestros derechos”. Hasta septiembre, en principio, un respiro, un lugar donde vivir.
Los gritos de alegría y las consignas contra el alcalde también se hicieron notar al trascender la noticia del realojo: