Cerca de 300 expertos estudian en Zaragoza el uso de organoides para personalizar los tratamientos de diferentes patologías

El uso de organoides se abre camino en el mundo de la investigación biomédica como una de las mejores opciones para estudiar distintas patologías y reducir el uso de animales en investigación. Así se ha visto este fin de semana en Zaragoza. El Biobanco del Sistema de Salud de Aragón, gestionado por el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS), ha reunido a casi 300 sanitarios e investigadores de toda España para conocer, de primera mano, cómo el uso de organoides puede ayudar a superar las limitaciones de los cultivos celulares tradicionales en investigación y avanzar en el descubrimiento de tratamientos más personalizados.

La jornada, organizada conjuntamente entre el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS) y el Instituto de Investigación Sanitaria Aragón (IIS-Aragón), ha tenido lugar en el Centro de Investigación Biomédica de Aragón, con el apoyo de la Plataforma Nacional de Biobancos y Biomodelos del Instituto de Salud Carlos III. En ella, profesionales de distintos ámbitos han ofrecido una visión global sobre este novedoso campo de trabajo, en el que el Biobanco aragonés está trabajando junto con Biobancos en toda España dentro de la plataforma. 

Así, el Biobanco del Sistema de Salud de Aragón, junto con colaboradores clínicos de distintas especialidades de nuestro sistema sanitario (cirugía y neurocirugía, urología, ginecología, digestivo, oncología, neumología, anatomía patológica, entre otras) ha iniciado una colección de organoides generados a partir de tejido quirúrgico excedente de diagnóstico, previo consentimiento informado de los pacientes. Así, ya se han comenzado a generar y caracterizar organoides procedentes de riñón, mama, pulmón, colon y páncreas, que se están empleando en varios proyectos de investigación desarrollados en Aragón, tal y como explicó la Dra. María del Mar Encabo, técnico del Biobanco aragónes.

Los organoides se pueden definir como grupos de células cultivadas in vitro en entornos tridimensionales, que recapitulan la estructura y función del tejido del que derivan. Pueden utilizarse para el estudio de las enfermedades o la evaluación de la toxicidad y eficacia de fármacos, entre otras aplicaciones. Así por ejemplo, a medio plazo se prevé poder emplearlos para identificar cual es el tratamiento de quimioterapia individualizado más efectivo para eliminar las células tumorales en cada paciente.

Así lo han mostrado los distintos ponentes de esta jornada, que contó con la Dra. Nuria Monserrat, Coordinadora de la Plataforma Nacional de Biobancos y Biomodelos e investigadora en el Instituto de Bioingeniería de Cataluña y con otros investigadores integrados en esta plataforma como la Dra. Laura Batlle, del Centro de Regulación Genómica y la Dra. Aurora Astudillo, del Hospital Universitario Central de Asturias, que describieron cómo debe realizarse el análisis de calidad de los organoides y cuál es su utilidad desde el punto de vista de un patólogo, respectivamente. Investigadores como la Dra. Mónica Álvarez, del Instituto Universitario de Oncología de Asturias, el Dr. David Fernández, de la Universidad de Cambridge y científicos aragoneses como el catedrático José Manuel García, de I3A, el Dr. Pedro Baptista, investigador ARAID en el IIS Aragón y el Dr. Ignacio Giménez, como investigador en el IACS y presidente del Comité de Ética de la Investigación Clínica de Aragón, CEICA.

Precisamente la Medicina Personalizada de Precisión es una de las líneas estratégicas institucionales en las que los investigadores del IACS están trabajando; con proyectos de investigación dirigidos a este campo, y una inversión dedicada en sus servicios científico técnicos que apoyan este tipo de herramientas diagnósticas y de descubrimiento de terapias dirigidos a las características individuales de los pacientes.