El corral de comedias de Robres, en Huesca: un vínculo con el pasado y el futuro de la cultura
Robres, un pequeño municipio ubicado en la comarca oscense de Los Monegros, ha sido testigo de un resurgir cultural inesperado. En los últimos meses, este tranquilo rincón de Aragón se ha convertido en un epicentro de la revitalización teatral gracias a la inauguración de su nuevo Corral de Comedias, un espacio que, a pesar de ser nuevo en su construcción, respira historia, tradición y un profundo respeto por el teatro clásico. Lo ha impulsado el grupo Teatro de Robres, fundado 36 años atrás con Luis Manuel Casáus como alma páter.
El concepto de un corral de comedias se remonta al Siglo de Oro español, cuando estos espacios abiertos o semiabiertos, con una disposición casi doméstica, se utilizaban para representar obras teatrales, sobre todo comedias. Los corrales de comedias se convirtieron en centros de vida social y artística, y su influencia en la cultura española ha sido duradera. La mayoría de estos corrales desaparecieron o se transformaron con el paso de los siglos, y en la actualidad pocos sobreviven en su formato original.
El Corral de Comedias de Robres busca recuperar el espíritu de aquellos antiguos teatros, adaptándolo a las necesidades y gustos contemporáneos. Aunque la estructura es moderna, con instalaciones que cumplen con los estándares técnicos actuales, la esencia del lugar evoca la intimidad y el encanto de los antiguos corrales de comedias. Se trata de un teatro que invita al espectador a ser parte de una experiencia que va más allá de la simple representación de una obra: es un retorno a las raíces del teatro español.
Luis Manuel Casáus señala que “nuestro objetivo es el mundo rural. Surge con el objetivo de llevar al mundo rural teatro de calidad”, con el respaldo del Ayuntamiento de Robres y de la Diputación Provincial de Huesca (DPH). Álvaro Dómec, alcalde de Robres, recuerda que todo “nace de un sueño de Casáus que cedió al pueblo, se recogió desde el ayuntamiento y se inició con el apoyo de la Diputación”. Un patrimonio “que va perdurar” en una población que aspira a ser “el Almagro del norte”.
Robres es un lugar de fuerte arraigo cultural, conocido por su relación con el teatro desde hace décadas. El Teatro de Robres, una compañía local, ha sido una pieza clave en el panorama aragonés. Este grupo, formado por vecinos apasionados, ha recorrido la geografía nacional presentando montajes teatrales de gran calidad, con un enfoque especial en obras clásicas.
El Corral de Comedias es, en muchos sentidos, un reconocimiento a esta trayectoria y a la labor incansable del Teatro de Robres. A pesar de su nombre, no es exclusivamente un lugar para la representación de obras clásicas. Desde su apertura, se ha caracterizado por una programación diversa. Este enfoque inclusivo ha permitido que tanto los amantes del teatro clásico como los que buscan nuevas formas de expresión artística puedan encontrar un lugar donde disfrutar de sus pasiones.
Para el presidente de la DPH, Isaac Claver, “es un proyecto único y ejemplar, en el que fijarnos el resto de la provincia, para fomentar la cultura en entornos rurales y seguir proyectando la magia de nuestra tierra”.
La programación arrancó los días 28, 29 y 30 de junio con unas jornadas de puertas abiertas y visitas teatralizadas, y a continuación tuvo lugar la gala inaugural. El estreno se encarnó en la compañía local, que interpretó ‘La Celestina’. La lista de actuaciones incluye gospel y música variada de artistas de la tierra, además de grandes referentes nacionales como Rafael Álvarez, El Brujo, con ‘El Lazarillo de Tormes’.
El aforo es de 300 espectadores con las localidades ubicadas en las galerías y la cazuela. El arquitecto del proyecto, Eduardo Cuello, ha querido reflejar “racionalidad” y pretendía que la instalación necesite un “bajo mantenimiento”.
Ha tenido en estos pocos meses en funcionamiento un impacto significativo en la vida de Robres. Desde un punto de vista cultural, ha contribuido a revitalizar el interés por las artes escénicas en la zona. Tanto los jóvenes como los adultos han encontrado en el teatro una forma de expresión y entretenimiento y ha impulsado el turismo cultural en la localidad y en la comarca de Los Monegros.
Cada vez más personas visitan el municipio para asistir a las representaciones, lo que ha beneficiado a la economía local. Alojamientos, restauración y otros servicios han experimentado un auge gracias a la afluencia de visitantes, lo que demuestra el poder del arte y la cultura como motores de desarrollo económico.
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