La propuesta de última hora de Zaragoza en Común (ZeC) para evitar el derribo de la parte no catalogada de la fundición Averly ha sido rechazada por PSOE, PP y Ciudadanos en la Comisión de Urbanismo celebrada esta mañana en el Ayuntamiento de la capital aragonesa. Solo la propia ZeC y Chunta Aragonesista (CHA) han votado a favor de un plan que suponía cambiar la catalogación de la antigua factoría para preservarla en su totalidad como equipamiento cultural y social.
En realidad, la solución de ZeC no ha sido directamente rechazada, sino que, a propuesta del grupo socialista, el plan de ZeC “queda sobre la mesa”, esto es, no ha llegado a votarse en la Comisión de Urbanismo. Lola Ranera, del PSOE, ha argumentado que Pablo Muñoz, consejero de Urbanismo y Sostenibilidad, “ha tenido un año para llegar a un acuerdo con la propiedad y catalogar, pero no ha hecho los deberes”.
“Si quiere salvar Averly deje su propuesta encima de la mesa y vuelva en un mes con todos los informes”, ha dicho Ranera, que ha emplazado a que durante ese plazo se presenten los informes necesarios para garantizar la “seguridad jurídica” de la operación y se negocie con la propiedad. “Retirar el expediente es igual que votar el derribo. No se escondan”, le ha respondido Pablo Muñoz.
La Comisión de Urbanismo ya ha aprobado la licencia de derribo de la parte no protegida de Averly. Para APUDEPA (Asociación de Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés), el margen de maniobra para salvar la totalidad de la fundición es escaso una vez la empresa constructora Brial, propietaria del terreno, ya tiene la licencia.
Movimientos de última hora
Queda así aparcada la fórmula propuesta el pasado viernes por Pablo Muñoz, quien dijo que “no apostar por esta solución supone derribar Averly”, un conjunto industrial considerado por la World Monuments Fund (WMF) como uno de los 50 bienes patrimoniales en riesgo más relevantes del mundo. La cercanía de la votación de hoy, la opción planteada por ZeC para salvar la totalidad de la villa y la movilización social de la plataforma Salvemos Averly provocaron ayer varios movimientos de última hora.
Por un lado, la familia Averly, antigua propietaria de la fundición, compareció ante los medios para señalar que la actitud del actual equipo de Gobierno municipal “está causando unos perjuicios gravísimos a Averly S.A.”, según recoge Radio Zaragoza. La consejera de la empresa lamentó que el Ayuntamiento no se preocupara del patrimonio mientras la fundición estaba en funcionamiento, y amenazó con no aportar el archivo de la factoría al futuro Museo de la la Industria.
Por otro lado, Brial, la empresa que en 2013 compró los terrenos a Averly, contrató en los dos periódicos impresos de la capital aragonesa sendas páginas publicitarias en las que, bajo el titular “Averly ya está a salvo”, se aseguraba que “la catalogación de los edificios del conjunto aprobada por el Gobierno de Aragón ya garantiza el legado de Averly”.