Las instituciones públicas están reemplazando a las empresas privadas como principales generadores de empleo precario en Aragón, según revelan los datos de la última EPA (Encuesta de Población Activa) del INE (Instituto Nacional de Estadística).
Entre finales de marzo de 2014, cuando finalizó el sexenio de destrucción de empleo iniciado en 2008, y el 30 de junio de este año, las administraciones aumentaron su plantilla en Aragón en 2.500 personas al pasar de 94.600 a 97.100.
Esa variación de las plantillas completas ofrece dientes de sierra con máximos a final de año y mínimos al cierre del segundo semestre. Sin embargo, los volúmenes de fijos –laborales indefinidos y funcionarios- y de temporales –laborales no indefinidos e interinos- comenzaron hace año y medio a marcar dos trayectorias opuestas: descendente la primera y ascendente la segunda.
La cifra de 81.900 funcionarios e indefinidos de septiembre de 2014 sufría en tres meses un brusco descenso de 4.700 al que, en los 18 meses siguientes, le siguió otro, más sostenido, que la redujo a 75.300. Mientras tanto, el número de temporales bajaba entre junio de 2014 y marzo de 2015, periodo en el que pasó de 20.600 a 17.600, para iniciar a partir de entonces un aumento constante que le llevó al pico de 23.700 de finales del año pasado y que repuntaba de nuevo a finales de la pasada primavera, cuando se situaba en 21.900.
Las limitadas políticas de plantilla de las administraciones
Estas tendencias se explican por la combinación de dos líneas de actuación política. Una, procedente del Gobierno central, limita la renovación de las plantillas al establecer bajas tasas de reposición mediante las políticas de control del déficit y acotar los gastos de personal.
La otra, que aplican la comunidad autónoma y algunas administraciones locales, intenta aumentar el nivel de efectividad los servicios públicos mediante la contratación de interinos y, ocasionalmente, la convocatoria de oposiciones.
Mientras tanto, el mercado laboral privado presenta en Aragón un comportamiento completamente opuesto. En este la recuperación de las plantillas iniciada en marzo de 2014 ha sido constante, con excepción del parón de septiembre de ese año a marzo de 2015, lo que ha supuesto la creación de 47.000 empleos: de 309.900 a 356.900, aunque el tope se localiza, con 357.200, en septiembre del año pasado.
Las contrataciones de indefinidos y de temporales han mantenido dos líneas opuestas, con dos fases enfrentadas, en esos 27 meses. Entre marzo y septiembre de 2014 la tendencia seguía siendo claramente precarizadora: los primeros descendían ligeramente –de 240.300 a 239.600- mientras los segundos aumentaban un 35% al pasar de 69.600 a 94.400. Sin embargo, la dinámica se invirtió a partir de entonces con un aumento constante de los fijos -36.500 en 21 meses- y un descenso mantenido de los eventuales -13.600 menos en ese mismo periodo-.